Las tortas de Navidad, un dulce típico en la Bahía de Cádiz para chuparse los dedos

Tortas de Navidad / A.c. Ruiz

La Navidad es una fecha marcada por las tradiciones familiares y una de ellas es la preparación de los dulces típicos. Si una receta funciona, ¿para qué cambiarla? Es por eso por lo que hay recetas que pasan de una generación a otra, creando un sentido de continuidad, recuerdos y conexión con el pasado. Los dulces típicos de la Navidad pueden variar según la cultura y las tradiciones específicas de cada pueblo o ciudad, por ello juegan un papel muy importante en las celebraciones navideñas.

Muchos de los dulces navideños tienen raíces profundas en las tradiciones y costumbres, siendo símbolo de una época de celebración y alegría. Estos dulces típicos de la Navidad contribuyen a crear un ambiente festivo, donde se comparte momentos especiales con amigos y familia durante esta festividad. A veces, la preparación de estos dulces implica que la familia se reúna para elaborarlos juntos, no solo para consumirlos, por lo que es una actividad que fortalece lazos familiares y crea recuerdos especiales.

En esta ocasión hablaremos de un dulce muy típico de la Bahía de Cádiz, que se consume sobre todo en Chiclana. Las tortas de Navidad o de Nochebuena son un dulce parecido a los pestiños, ya que la masa prácticamente es idéntica. Para probarlos tendrás que remangarte la camisa, meterte en la cocina y ponerte manos a la obra ya que no son fáciles de encontrar. Estéticamente varía la forma del dulce ya que son tiras, en lugar de la pajarita que suelen tener los pestiños.

Ingredientes

Cómo prepararlas

Hay muchas maneras de elaborar las tortas de Navidad y cada familia cuenta con una fórmula secreta que le da su toque especial. Si tienes pensado sorprender a tus invitados esta Nochebuena, toma nota de cómo preparar estas sabrosas tortas. En una sartén hay que poner el vaso de aceite, freír el anís a fuego medio y una cáscara de naranja. Una vez que estén dorados hay que dejarlos enfriar, colarlo y reservarlo.

Toca ponernos manos a la masa con el aceite ya frío. Para ello, haremos un volcán con la harina y le añadiremos poco a poco el vaso de zumo de naranja, el de vino fino y el aceite frío y colado. Con esta mezcla tendrás que amasar hasta que la masa esté lista y no se pegue. Una vez que esté preparada, hay que dejar la masa reposar dos horas.

Ahora viene la parte más entretenida de la preparación. Toca estirar la masa lo máximo posible y cortar la masa en rombos o tiras para freírlos poco a poco en una sartén con mucho aceite de oliva. Una vez que estén fritas irás colocándolas en una fuente. El toque final y el más dulce de todos se lo dará la miel. En una cacerola añadirás la miel y dos vasos de agua para bañar las tortas previamente fritas. Una vez enmeladas toca decorarlas con bolitas de anís y ya estarán listas para el festín.

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