Los niños de la Mary

Cuarteto

Tamara García

10 de febrero 2015 - 04:58

Localidad: Cádiz

letra. Francisco Javier Aguilera Ceballos y Ángel Piulestán Guillén.

música. Ángel Piulestán Guillén y Francisco Javier Aguilera Ceballos. director. Francisco Javier Aguilera Ceballos.

el tipo. Mary Poppins, los dos niños que tiene que cuidar y el padre de las criaturitas.

En semifinales:

La historia de Mary Poppins y esta atípica familia donde ha ido a parar, la pobre, continúa con mucho de los recursos que hasta ahora ha utilizado el cuarteto (en éste y en años anteriores) y que siempre le han funcionado. El "yo estoy muy loco", por ejemplo, o las novedades de este año como el "qué de qué" las tenemos por partida doble, y en otro idioma. Y es que en el tema libre vendrán dos chicos de intercambio (no de Erasmus, hombre) ingleses que son clavaditos a Piruleta y Metralleta. Ese reflejo en el idioma (muy chungalé) de la Gran Bretaña causa los momentos más simpáticos de la actuación que comienza, más flojita, con la pelea de los dos hermanos que son, de nuevo, expulsados del cole, pero que mejora cuando se dan cuenta del proceso de gaditanización de Mary Poppins, que sale desde una ventana: "Niño, se queréis venir ya para arriba ya, carajo" . Y tira su cesta con la cuerda en la que meten un par de manoletes. El resto de la parodia discurre más discreta excepto con los favores que se devuelven Metralleta y su niñera (no está mal, no te esperas el segundo) y con ese comienzo de romance entre Mary Poppins y Don Francisco que los niños pretenden arruinar (con el comienzo porque después se vuelve más escatológico todo).

Romance interrumpido por los cuplés donde sale el chaval de la guitarra. Mejor el primero donde se enrolla con una seguidora de La Guerra de las Galaxias ("vente a mi nave que te enseño el lado oscuro") y más flojo el segundo donde se apuntan al programa Killer Karaoke, donde resisten todo menos a Chabelita, "la vi en camerinos y llevo tres días vomitando". En el tema libre, ya digo, destacan los paralelismos con el "what de what?" o el "que yo estoy to crazy", además de algún juego de palabras ingenioso como el "skype hay que mamar" y el "selfie no se cierra". Gran trabajo el de Mary Poppins, tan natural.

En cuartos: Mary y Don Francisco (diiiiiigooo) buscan un momentito de paz pero es que no hay manera con estos dos chiquillos. El nervioso del Metralleta viene del colegio porque ha respondido a una pregunta bien de su profe ("¿quién ha tirado el borrador?"). El chaval pone en aprietos a la paciente niñera, al igual que Piruleta que es una paranoica ("se hizo un twitter y se ha emparnollado porque la gente la está siguiendo", dice el hermano). Entre acusaciones fraternales se pasa la primera parte de la parodia que culmina con un juego de equívocos (muy al estilo de este cuarteto) donde Mary Poppins saca de su bolso mágico un conejito ("hace feliz a los niños") y un consolador ("le hace feliz a ella") y, poco después, en una conversación con el padre de las criaturitas todo se volverá del revés. Ese tipo de juegos de confusión funcionan si no están muy forzados o si no te los esperas pero, esta vez, se les ve el plumero de vez en cuando (quizás el último golpe del cazón y el mortero es el más efectivo). Así que la parodia está más flojita que en preliminares. Rumbita introductoria, de nuevo, antes de la tanda de cuplés, lo que más cojea del repertorio. Ambos tienen como remate "un besito" con la alcaldesa de Cádiz. En el primero, ellos se lo quieren dar a Teófila para pegarle el ébola; y en el segundo es ella quien, en un sueño, busca el beso durante el programa Adán y Eva. Sí que me gusta el estribillo super-califragilisticospialidoso. En el tema libre, mejor, los niños fingen que los secuestran para poner a prueba el cariño de su padre. Aunque también tiran de equívocos y situaciones un poco surrealistas, los golpes están mejor hechos, como ese que "estoy to loco, que yo hago un repertorio a Sevilla y lo canto en el Falla", o esa primera llamada donde Piruleta dice: "Papá, tenemos a vuestros hijos secuestrados", o la identificación del jurado con francotiradores porque apuntan. Levantan el repertorio con esta pieza. Aunque el pase es de perfil más bajo que el anterior, creo que en su modalidad tienen nivel para semifinal.

En preliminares:

No sabemos si Mary Poppins logrará enderezar a Pepita y El Metralleta, los hijos de don Francisco, o si los dos cafres que tienen a su padre amargaíto llegarán a desesperar a la niñera mágica. Termine de una forma o de otra, queremos saber el final de la historia en el Gran Teatro Falla. El cuarteto vuelve a las tablas con otro cinematográfico repertorio que en este primer capítulo resulta efectivo. Con sus juegos de repertorio a dos espacios (no tiran tanto del equívoco sino de, mejor, la superposición de dos conversaciones) y con sus personajes carismáticos de esos a los que se les coge cariño rápido. Quizás en los cuplés flojean una mijita. El primero con golpe para la criticada cabalgata de Reyes y el segundo sobre la herencia de la Duquesa de Alba. Ya digo, ahí pegan menos, aunque el estribillo remonta las piezas con ese Rajoy ca.... “califragilisticospialidoso”. Antes, en la presentación-parodia pegaban desde el primero momento. “Vengo por lo del anuncio”, dice Mary Poppins a Don Francisco que contesta no haber puesto ninguno. “Anda, lo mismo dijo el de Canal Sur” . El caballero acepta, de todas formas, la ayuda de la niñera ya que tiene un chiquillo “hiperactivo-agresivo” (Aguilera) que viene a exprimir un poco más los tics y las comparaciones de sus últimos cuartetos, y una niña sabionda que se acuerda de Windows 95 con eso del qué de qué. Simpática presentación y bien estructurado tema libre con los cuentos como “los derechos de la Constitución”. Buen ratito.

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