Los piratas informáticos

Chirigota

Foto: Jesus Marin - Lourdes de Vicente - Julio Gonzalez
Foto: Jesus Marin - Lourdes de Vicente - Julio Gonzalez
Rafa Burgal /Cádiz

26 de enero 2016 - 04:52

Localidad

: Cádiz

letra. Moisés Camacho Ortega / Francisco Cárdenas Ruso / Ramón Peñalver Hoyos.

música. Francisco Javier Sevilla Pecci.

dirección. Juan Carlos Saucedo Santos.

el tipo. Hackers que surcan los mares de la red.

las coplas. Ram, ram, ram, ocho gigas de ram. El corte clásico se mezcla con los nuevos caminos de la chirigota. Muchos detalles para iniciados en la informática. No pierden el rumbo en los pasodobles. Los piratas pelean por la chirigota frente a las comparsas, que ahora son las que "administran la guasa y forman el guirigay". Sin embargo, el 3x4 siempre estará por encima de los octavillas y los contraltos. Mientras que haya un chirigotero,en Cadiz nunca morirá la chirigota. Introducen la crítica en la segunda copla sobre la inauguración del segundo puente. Una vía que servirá para pescar o para mirar que la ciudad vive con el agua al cuello, pero no para vivir decentemente. Una infraestructura destinada a que los gaditanos terminen "viviendo debajo de un puente". Tanda bruta de cuplés. En el primero, con claro humor negro, cuelgan a su suegra muerta como ambientador de coche tras usar una compresa con olor a menta. En el segundo, comparan a los niños de antes con los de ahora. Ellos leían el Playboy y con el disco duro partían baldosas. Realizan cambios en el popurrí con una cuarteta interactiva -las cosas modernas del Concurso- que no aporta nada. Una pena.

EN PRELIMINARES

las coplas. Mitad piratas, mitad informáticos, con todos sus detalles. En la presentación, entre términos marineros y tecnológicos, funciona el encuentro en el Ayuntamiento con Kichi y la caída del servidor. Sevilla Pecci no se ha olvidado del son chirigotero de siempre del pasodoble. Con todos sus avíos y con una segunda que cobra protagonismo con su profundidad. En la primera letra juegan con los términos informáticos para cuestionar al que vive encadenado a su teclado y monta la revolución en casa y no en la calle. En el segundo cuentan la historia de su abuela que les ha contado la guerra, la dictadura, la democracia y las cosas gaditanas para rendirle un homenaje a Radio Cádiz. Original y bien llevado. Hackean los cuplés cantando antes el golpe que su desarrollo. Un riesgo que les sale bien en el primero con la comparación entre Teófila y Kichi, "que tiene dos orejas para dar de comer a medio mundo" y usa las gafas de la tía Pepi. El segundo, al gran número de comparsas, cae al cargarse a los grupos la cabeza de Antonio Martín o un bombazo de una comparsa de moros. El popurrí, con altibajos, lo sustentan las maldades en el hackeo de los ordenadores de los carnavaleros.

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