19 familias formalizan la adquisición de las viviendas de la barriada de Santa Ana de Chiclana

La primera teniente de alcalde, Ana González, y el delegado de Vivienda y vicepresidente de EMSISA, Francis Salado, han presidido el acto de firma de la compra-venta de 19 viviendas de la barriada de Santa Ana. Una firma que será ratificada ante notario en la jornada de mañana por el alcalde de Chiclana y presidente de EMSISA, José María Román.

De esta forma, se ha formalizado los contratos de 19 nuevas viviendas, valoradas en 7.500 euros más IVA cada una, tras la venta previa de 29 viviendas. Además, se esperan formalizar otros 16 contratos en las próximas semanas, una vez que se completen los trámites pendientes.

“En este Salón de Plenos se toman las decisiones más importantes de la ciudad y hoy se está celebrando un acto muy importante en la vida de estas 19 familias, que firman las escrituras de sus viviendas en la barriada de Santa Ana”, ha expresado Ana González, quien ha recalcado que “continuamos con este proceso, que ya se inició con la con compra-venta de 29 viviendas y que, tras estas 19, seguirá con otras 16, con el objetivo de llegar hasta las 200 existentes en función de la disponibilidad económica de las familias, algunas de las cuales están recibiendo facilidades de pago para su adquisición”.

Asimismo, la primera teniente de alcalde ha destacado que “estamos todos y todas de enhorabuena, porque tener una vivienda en propiedad siempre da una mayor tranquilidad a las familias”. “Agradecer a los técnicos de Emsisa por la gestión en los trámites que hoy hemos culminado”, ha expresado.

De esta forma, quedan pendientes de vender 136 viviendas del total de 200 existentes en la barriada. Para ello, se llevará a cabo un nuevo expediente para la enajenación por procedimiento de adjudicación directa de las viviendas de propiedad municipal.

Hay que destacar que los vecinos que quieran acogerse a una nueva convocatoria deberán cumplir una serie de requisitos para la adquisición de la viviendas, entre ellos, estar empadronados y residir en las mismas, además de ser los beneficiarios iniciales de los inmuebles o bien familiar directo. Además, indicar que solo puede adquirirse para uso de vivienda habitual, sin que pueda ser enajenada por contrato público, al menos, durante un plazo de cuatro años.