Más de 400 familias de Chiclana, a la espera de los servicios de la Ley de Dependencia

“Caos, abandono, despropósito, dejadez, falta de humanidad”. De esta manera, calificó recientemente el delegado municipal de Servicios Sociales, Francis Salado, la situación que atraviesa en Chiclana “uno de los pilares de nuestro Estado de Bienestar, como es la dependencia”.

En rueda de prensa, Francis Salado dijo que alzaba la voz en nombre de “todas aquellas personas dependientes y sus familiares que están esperando una solución por parte de la Junta de Andalucía a sus expedientes. Más de 400 familias en Chiclana se encuentran sin respuesta, sin solución, sin los recursos y servicios que ofrece la Ley de Dependencia”.

En este sentido, mostró su asombro sobre la existencia de casos de personas que han solicitado la valoración inicial del grado de dependencia en enero o febrero de 2023 y aún no hayan sido valoradas por la Junta de Andalucía. Una situación que entiende que “es inhumana”.  Y asegura que “venimos a mostrar nuestra indignación ante el descontrol y el caos que ha provocado la Junta de Andalucía en la atención a las personas dependientes y a sus familiares”.

Por otro lado, el responsable del área criticó que también que la administración autonómica esté “tardando dos años en hacer las valoraciones del porcentaje de discapacidad a través del tribunal médico. Este retraso afecta, por ejemplo, a las peticiones de pensiones no contributivas o a las de las tarjetas de aparcamiento para personas con movilidad reducida”.

Ante estos hechos, Francis Salado, demandó “a la Junta de Andalucía, a su consejera y a su presidente, que asuman responsabilidades ante la nefasta gestión, que ponga fin a este caos y este abandono al que tiene sometido al sistema de Dependencia, que dé solución a todas estas personas que están esperando una respuesta a su situación. Que muestre, al menos, un poco de humanidad”.

Junto a Francis Salado compareció Gema García, familiar de persona dependiente, que ha sufrido el retraso de la Junta en cuanto a la valoración del grado de dependencia de sus padres. “En enero de 2023, presenté los papeles para la Ley de Dependencia de mi padre enfermo en la cama y de mi madre con demencia. Pues bien, después de haber reclamado en multitud de ocasiones, llevaba un año y medio esperando a su valoración, con la mala suerte de que cuando me han llamado ya había fallecido mi padre”, explicó, quien agregó que “murió el 8 de abril y el día 10 fui a Cádiz a notificarlo y a poner una reclamación. Y lo peor de todo es que me llamaron la semana pasada para decirme que van a venir a valorar a mi padre, fallecido hace cuatro meses”.