La Alameda del Río, a punto
Chiclana
Los comerciantes valoran positivamente la remodelación, que concluirá en las próximas semanas
Chiclana/Cuando comenzaron los trabajos de la Alameda del Río, en el mes de marzo, un cartel de la Agenda 2030, el plan de la Unión Europea para el Desarrollo Sostenible, confundió a numerosos chiclaneros. “Había gente que pensaba que iba a terminar en 2030, a veces leemos lo que queremos”, recuerda Marcos Campos, responsable de la tienda Bambina, abierta en esta vía unos meses antes del inicio de los trabajos.
El Ayuntamiento de Chiclana intentó despejar las dudas recordando que estaría terminada a finales de año y, tras unas elecciones municipales y un verano de molestias para los vecinos y establecimientos de la zona, los trabajos están a punto de finalizar. A día de hoy están prácticamente terminadas las obras en la calle, mientras los trabajos en la Alameda del Río continúan a buen ritmo.
El proyecto podrá estrenarse antes del 1 de noviembre, en las próximas semanas, según los cálculos del Ayuntamiento. “A partir de esa fecha podrán pasar los vehículos a una velocidad reducida, ya que queremos dar prioridad al peatón”, afirmó el alcalde de la localidad, José María Román. La remodelación y su puesta en marcha supondrá indudablemente un impulso para la zona, tal y como destacan comerciantes que han sufrido las obras frente a sus negocios en estos meses.
“Estoy muy de acuerdo con el proyecto y creo que va a ser un bien para todos. Ahora van a poder circular los coches, pero con preferencia de peatones, y habrá parques, fuentes, zonas de descanso y recreo… será beneficioso para los comercios de la zona”, resume Marcos Campos, un madrileño afincado en el municipio donde pasaba sus vacaciones y que ahora cuenta con un negocio de ropa de mujer en la zona. Los trabajos se plantaron frente a sus negocios meses después de la apertura y no puede comparar con los niveles de ventas del año anterior, aunque se muestra satisfecho con que “la gente ha respondido muy bien y ha seguido viniendo”. Y ahora, a punto de concluir los trabajos, se muestra más optimista que nunca. “Quería vivir aquí porque me gusta mucho la ciudad. He tenido que invertir más en la tienda, pero para eso está. Ahora la nueva Alameda del Río va a ser un disfrute para el pueblo”, añade el dueño de Bambina.
El proyecto afronta hoy su recta final y, pese a la confusión y las molestias generadas en el entorno, cada vez gana más adeptos. “Había gente con dudas, pero a la larga se está empezando a demostrar que sí, que está gustando a la ciudadanía cuando está casi hecho y se está viendo con la gente que puede pasear… está dando buenas vibraciones”, explica Ana Belén Mota, presidenta de la plataforma comercial Vive Chiclana.
“Puede que haya habido caída de consumo, pero no solo podemos achacarlo a la obra: también han subido los precios y se ha juntado todo. En cualquier caso, ha habido comercios en la Alameda perjudicados por una obra con mucho ruido, polvo, circulación cortada, una pequeña acera circulando como podían… los negocios han hecho un gran sacrificio, las cuentas de algunos negocios se han visto mermadas, pero empiezan a ver los resultados y están muy contentos con cómo ha quedado porque les va a dar mucha visibilidad y de cara al futuro les va a beneficiar mucho”, expone la representante de los comerciantes, quien cree que la remodelación “es un acierto y le va a dar otra vida a la Alameda del Río porque va a traer a mucha gente de Chiclana y de fuera a visitar la ciudad y sus comercios. Estoy convencida de que es algo muy positivo para la localidad y va a traer muchas cosas buenas”.
El proyecto nace con el objetivo de revitalizar una zona que ha ido languideciendo durante los últimos 30 años. La estrategia municipal pretende habilitar un espacio atractivo para toda la familia y reunir a chiclaneros de todas las generaciones en este punto céntrico de la ciudad. En otras palabras, recuperar el ambiente que se vivía en el día a día de la Alameda del Río en los años 70 y 80.
La remodelación de la zona, valorada en 2,9 millones de euros –de los que un 80 por ciento son fondos europeos y un 20 por ciento es aportación municipal–, contempla un parque para niños y un área para los abuelos. Por lo tanto, inevitablemente se atraerá a numerosas familias que podrán comprar en los comercios de la zona.
“Estamos hablando de una plataforma única, pensada en que la importancia la tenga el peatón, así como las zonas infantiles”, destacó el alcalde, quien incidió en “la importancia de ese eje tan importante para nosotros como es el río Iro”. Además, en la zona actualmente se están ejecutando los trabajos del nuevo intercambiador de transporte, que está previsto pueda finalizar antes del 30 de noviembre. Por tanto, antes de final de año, estas tres infraestructuras importantes del centro de Chiclana estarán en servicio público, dando lugar a una nueva estructura de la ciudad, con la Alameda del río más usada, con la recuperación del paso de vehículos aunque con prioridad para el peatón; así como un apeadero.
La Alameda del Río quedará repartida en tres tramos generacionales: el parque infantil, con columpios, toboganes, balancines y demás elementos para la diversión de los más pequeños; la zona del templete, con aparatos de gimnasia y otros elementos alrededor del templete, la unidad principal que permanecerá tras las obras, para los ancianos; y el entorno de la plaza sobre el Río y el anfiteatro, pensado como un espacio juvenil y festivo para eventos como el Carnaval. El Ayuntamiento contempla incluso una nueva actuación en los próximos años en este tercer tramo, el más activo de los tres hasta el momento.
Durante el proceso de participación se incluyeron algunas modificaciones a raíz de las propuestas presentadas por colectivos y grupos de la oposición. La más significativa es el paso de los vehículos, que recibió el visto bueno de los técnicos tras las pruebas de aforamiento.
De esta forma, y aunque la zona iba a ser peatonalizada al cien por cien en un primer momento, se seguirá permitiendo el tráfico lento en la zona. El Ayuntamiento aprobará una ralentización de la velocidad máxima permitida, que no será superior a los 20 km/h; los técnicos estudian ampliar la reducción hasta los 10 km/h.
Los peatones tendrán prioridad en esta plataforma única sin saltos entre la acera y la calzada. Según el alcalde, el proyecto tiene “vocación de orden peatonal” para cumplir con su objetivo principal: revitalizar la Alameda del Río .
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