Bailar entre brillantes con Fangoria, Nancys Rubias y La Casa Azul
Concert Music Festival vivió este martes una de sus mejores noches de "evasión, alegría y amor"
Búscate en el concierto de Fangoria, Nancys Rubias y La Casa Azul
CHICLANA/La gran fiesta de Concert Music Festival llegó en el ecuador de la semana con La Casa Azul, Nancys Rubias y Fangoria. El público lucía sus mejores galas con lentejuelas, brillos sin fin, estilos apoteósicos de colores neones y muchas pelucas que iban luciendo por la pasarela de Sancti Petri esperando a vivir su mejor noche de verano.
La Casa Azul fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a una noche de infarto. Con un impactante despliegue de luces, globos, confeti y serpentinas en cantidades industriales, el grupo liderado por Guille Milkyway se adentró en el cosmos musical con su éxito No hay futuro. Desde el primer minuto el público se entregó a ese universo creativo y eufórico, que roza lo paranormal, de La Casa Azul. Con una puesta en escena sublime, rodeado de impresionantes imágenes futuristas proyectadas en las grandes pantallas del Auditorio, se encontraba Guille Milkyway con cascos y gafas futuristas desprendiendo optimismo de que “Tiene que haber un lugar” frente a la debacle de que no haya futuro.
El público rugía, enloquecía, saltaba y cantaba todos y cada uno de sus temas. No más Myolastan como remedio purificador porque “hoy empieza mi nueva vida”, coreaban sus fieles seguidores con el productor y cantante. Agradecido por estar por primera vez en Chiclana, Guille Milkyway prometió “una noche de evasión, alegría y amor”. Y como lo prometido es deuda, el cantante desplegó sus grandes éxitos como Los chicos hoy saltarán a la pista, Hasta perder el control y Ataraxia. Felices por estar en Concert Music Festival, donde “hay gente muy bonica y azarosa”, presentó otro de sus temas Entra en mi vida, que “la hice imaginando el paraíso de Zahora”, donde veranea desde hace más de 20 años.
En esta Fiesta Universal no podía faltar Raffaella Carrá, abriendo la canción Esta noche solo cantan para mí, donde se proyectaron maravillosos visuales donde podía verse los referentes femeninos de Guille. El gran momento se vivió con La Revolución sexual, uno de los grandes himnos de La Casa Azul y que revolucionó, valga la redundancia, a quienes a pesar de que “anticiparon un futuro catastrófico” se entregaron por completo la revolución sexual, cerrando de forma apoteósico el primer pase de la banda de Guille Milikyway.
Más brillos para continuar con la noche más glamourosa de Concert Music Festival. En un stand, las azafatas maquillaban a contrarreloj a las miles de personas que querían lucir el maquillaje fantasía del verano. La noche iba de divas y liderado por Mario Vaquerizo llegaron las Nancys Rubias para desmelenar al público de Sancti Petri. El Rey del Glam, Mario Vaquerizo, hizo su aparición estelar, melena al viento y ataviado con un fantástico mono de lentejuelas verde sobre el que lucía un collar de pedrería brillante. Las Nancys prometían mucha diversión y lo cumplieron. Con la versión de Me duele el corazón, de Laventa, una de las mejores artistas flamenca de la década de los 70 y principio de los 80, arrancaron las Nancys con su espectáculo causando una auténtica revolución.
El grupo de Pop Glam y electrónica venían dispuestos a disparar alegría, buenas energías y las canciones más bailables. Nancys Rubias se compone de Mario Vaquerizo (Nancy Anoréxica), Marta Vaquerizo (Nancy O), Juan Pedro (Nancy Travesti) y Miguel (Nancy Reagan). Seguido de Mi vida en Rosa, continuaron tiñendo de color la espectacular noche en Sancti Petri. Un carismático Mario se dirigió a su público para desearle las buenas noches y confirmar que “por fin podemos volver a casa”. Al grito de “¡Viva Cádiz, Chiclana, las Costus y las Muñecas de Marín!” prometió que iban a pasárselo muy bien “aunque tengamos novios que están locos”; dando paso al tema Tu novio está loco.
Euforia, descontrol, baile y locura para una noche única en la que la música no paró de sonar. No les faltaba detalles, la batería llevaba serigrafiada el logo de Nancys y sus estilismos deslumbraban sobre el escenario porque él es el Rey del Glam y lo confirmaba con sus movimientos de caderas y poses en el Auditorio al ritmo de este éxito. Nancys Rubias se caracteriza por las versiones que hacen de las canciones que más les gustan, como, por ejemplo, la de su amiga Paulina Rubio, interpretando Causa y efecto.
Después de la actuación de Guille Milkyway, el productor y cantante estuvo muy presente en el resto de los pases, tanto en el de Nancys Rubias como en Fangoria; a quien lleva más de diez años produciéndole sus discos. Anunciando que iban a cantar una canción de él, Mario Vaquerizo le dio las gracias “porque gracias a él tenemos un poco de idea del abecedario”, metiéndose de lleno en el Alfabeto Nancys, de su álbum Marcianos Yé-Yés. Enseñando cada letra del abecedario, el público repetía con Mario Vaquerizo cada una de las letras que resumía el concepto Nancys Rubias de la manera más colosal.
Las Nancys poco tienen que envidiar a las Barbies y con el estilo que tanto les caracteriza seguían desplegando los éxitos más bailables como Bailando conmigo mismo y la versión de Yes sir, I can boogie de Baccara, entre otras versiones emblemáticas. Nada mejor para despedirse que mover las pelucas al viento, “entre boutiques y la permanente floja de toma y pan y moja” cantaron su himno estrella Peluquitas, desmelando al público de Concert Music Festival.
El broche final llegó de la mano de Fangoria, sobre las 01.30 horas, la banda formada por Alaska y Nacho Canut. Misterio colosal, cuerpo de baile de infarto, láser y efectos especiales catapultaron a Alaska al escenario para vivir un Momentismo absoluto, de su álbum Existencialismo Pop. Ella, reina del Glam, enfundada en un mono blanco de pedrería y con mangas abullonadas, deslumbraba con su estilo único e incomparable sobre el escenario. Dueña de la noche, acompañaba a sus bailarines con sus coreografías singularmente perfectas, antes de adentrarse en Desafíame, de Extrapolaciones y dos respuestas. Dirigiéndose al público explicó que estuvieron en 2019 y lo pasaron tan estupendamente que volvieron a invitarlos para el próximo año, pero que no pudo ser por culpa de la pandemia. Así que “este es uno de los conciertos que tenía que ser”.
Siguiendo los pasos de Mario Vaquerizo, presentó el tema de otra de las músicas de Guille Milkyway como Desfachatez. Una Espectacular Alaska se movía por el escenario y haciéndose grande sobre él. Su música llenaba cada rincón del recinto y transportaba al público a una esfera colosal. Cuatro bailarines imparables y ligeros de ropa la acompañaban, desplegando sus dotes rítmicas y acrobáticas mientras Alaska se cambiaba de vestuario. Enfundada en un encorsetado traje de lentejuelas negras precioso regresó con Satanismo, arte abstracto y Benidorm, la música más disco con Bailando y Un boomerang. La artista es Absolutamente fantástica y como muestra de ello, teletransportó a sus files hacia una Geometría polisentimental.
Avisados estaban todos de que Alaska no quería más drama en su vida, solo comedias. Y con Dramas y comedias enloquecía Concert Music Festival, antes de adentrarse en Mi burbuja vital. Viajando a los 80, Alaska y Dinarama hizo historia con el gran éxito A quién le importa, uno de los himnos más esperados y cantados de la noche. A pleno pulmón el público cantaba con ella: “A quién le importa lo que yo haga, a quién le importa lo que yo diga, yo soy así y así seguiré, nunca cambiaré”. Euforia y mucha liberación para las almas congregadas que siguieron disfrutando de los temas con los que Fangoria despidió una noche inolvidable para Concert Music Festival.
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