Alejandro Sanz: «Lo nuestro es diferente»
El artista vuelve a afianzar su amor por Cádiz con un lleno absoluto en Concert Music Festival Sancti Petri
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«No es lo mismo ser que estar», al igual que no es lo mismo «estar que quedarse, ¡qué va!». Por eso los amantes de la música de Alejandro Sanz le han acompañado durante toda su trayectoria musical hasta la fecha, para quedarse con él. En sus mejores o en sus peores momentos, el artista siempre ha recibido el gran amor de su público más fiel y en el directo que ofreció la noche del sábado en Concert Music Festival pudimos volver a ser testigos de ese sentimiento mutuo e incondicional.
Alejandro Sanz colgó en la noche del sábado el cartel de Sold Out, en el primero de los dos conciertos que ofrecerá en Sancti Petri. Será el 3 de agosto cuando el artista vuelva a hacer magia en Concert Music Festival tras haber protagonizado el más multitudinario de la sexta edición hasta la fecha. Ya lo había avisado el día antes a través de Twitter: «Chiclana, mañana te cojo por el moño y no te suelto hasta que me digas que me quieres».
Con este mensaje sus incondicionales no dudaron en formar filas en los alrededores del recinto desde horas antes del concierto hasta que llegó el momento de ponerse al frente del escenario. Como si emergiera de la oscuridad, Alejandro Sanz vertió una luz de esperanza en los corazones de sus fieles al compás de uno de sus grandes éxitos, No es lo mismo. El artista traía «remedios para toda clase de errores» y «también recetas para la desilusión», en uno de los conciertos que él mismo ha definido como «medicina». A través de su música, Alejandro Sanz venía con ganas de curar el alma y también de ser curado.
Haciendo un repaso a los éxitos de su carrera, el inicio del concierto estuvo marcado por grandes temas como Lo que fui es lo que soy, Quisiera ser, Hoy llueve, hoy duele y Mi Marciana. Inexplicables momentos mágicos donde el artista se entregaba con desgarro para hacer vibrar los corazones de Sancti Petri. En algunos de sus temas le acompañaba su incondicional guitarra, en otros, un asombroso equipo instrumental compuesto por algunos de los músicos como «Mirón a la trompeta, Carlitos Martín en la percusión (trombón) y al piano el maestro Alfonso Pérez», a quienes presentó antes de interpretar El alma al aire.
«Ustedes saben que lo nuestro es diferente» y es que el amor que siente el artista madrileño por Cádiz traspasa fronteras. El artista se dirigía a su público preguntándoles cómo estaban y bromeando de que «es un placer estar aquí, aunque suene a tópico de los artistas». Dejando las bromas a un lado, Alejandro Sanz afianzó su amor por Cádiz, «porque es mi tierra» y también se mostró agradecido con la organización del festival.
Confiando en el público abrió su corazón de manera cómplice para explicarles que «en el concierto hay canciones que duelen más y otras que duelen menos, como os pasa a vosotros». A lo que su público respondía con gran ovación. Todos los allí presentes, incluidos Alejandro Sanz, sabían que «para eso está la música, para doler» y se dejó llevar con Desde cuando. En perfecta sintonía, músicos, coristas, artista y público se fundían en un abrazo musical que sanaba cualquier herida del corazón.
Con entrega y pasión, Alejandro Sanz dejaba que la música se inyectara en los corazones de sus fieles. Sanando las heridas del alma interpretaba con magia y mucho sentimiento canciones como Deja que te bese, La Fuerza del Corazón y Cuando nadie me ve. Entre imágenes de fuego y luces rojas, el artista interpretaba con pasión y desgarro estos temas que se remontan a más de veinte años atrás y que han acompañado a las generaciones que estaban allí presentes. Con ímpetu y desgarro el artista vociferaba «¡Pa fuera lo malo y que venga lo bueno!», haciendo que sus fans repitieran con él ese mensaje de lucha.
Haciéndole un tributo a Sabina, se entregó por completo a su público, interpretando de una manera muy especial el tema Contigo. Con la mano en el corazón y creando uno de los momentos más románticos de la noche, el artista versionó uno de los versos confesando que «yo no quiero París con aguacero, ni Chiclana sin ti». Emoción máxima y alguna que otra lágrima brillaba en los ojos de algunas de sus fieles que abrazaban en la distancia al artista como si hubieran recibido medicina para su alma.
Tras vivir este mágico momento, Alejandro Sanz se dirigió a su público para hablar del paraíso. «Somos muy dados a eso de que el paraíso está donde hay una palmera y un coco. Sin embargo, a veces el paraíso está con nuestra gente, con una mesa y una sombrilla cutre. Ahí está nuestro paraíso». El público ovacionaba cada una de sus palabras y como unos hinchas vociferaron el clásico «¡esto es Cádiz y aquí hay que mamar!», al compás de los zapateos que hacían temblar con gran estruendo las gradas de Sancti Petri. Sonriendo ante tanta aceptación, presentó a una de sus coristas, Karina Pasian para que le acompañara a cantar Looking for Paradise.
Son tantos los éxitos que acumula Alejandro Sanz, que fue intercalando temas como La música no se toca, Amiga Mía, He sido tan feliz contigo y Hay un universo de pequeñas cosas. Pero Alejandro Sanz no podía marcharse de Chiclana sin recibir un pequeño regalo de esta tierra, por lo que, desde el público le lanzaron una bufanda y una camiseta del Cádiz Club de Fútbol que él recogió entre sonrisas y emoción.
La tierra de Alejandro Sanz
Llegados al ecuador del concierto y «momento trágico de nuestra relación». Podríamos decir que «lo nuestro duró dos horas y fue muy bonito», seguía bromeando el artista con su carismática sonrisa. «Por favor, no me odien a partir de ahora que tengo un invitado especial». Alejandro Sanz despertó el interés general de todos los asistentes, ansiosos por descubrir quién le acompañaría en el escenario. «Es un artista muy joven, que admiro mucho y que he conocido hoy. Tiene un gran corazón y talento. Ahora mismo es el que manda, mi querido Manuel Turizo». Dejando a todos con la boca abierta, y entre aplausos, ambos artistas se fundieron en un abrazo antes de cantar a dúo Corazón Partío.
Alejandro Sanz le acompañaba con la guitarra y Manuel Turizo versionaba junto a él una de las canciones más representativas del artista madrileño. El público rugía, se llevaba la mano al corazón y suspiraba por este gran momento. El zapateo en las gradas regresó al final de la canción, algo que ya se ha convertido en una seña de identidad para los conciertos más especiales de Concert Music Festival. El artista colombiano tuvo palabras de agradecimientos para Alejandro Sanz: «Una generación hemos estado influenciados por tu arte y que me hayas invitado a subir a este escenario con tus músicos tiene un par de cojones».
El público aplaudía y aclamaba su nombre, mientras Turizo continuaba expresando su emoción: «He crecido con tu música, no se me va a olvidar este momento». Y dirigiéndose al público, uno de los ídolos latinos del momento, Manuel Turizo se despidió diciendo: «Esta es la tierra de Alejandro y quiero que me ayuden con algo» y ovacionó al artista con su nombre, acompañado de su vibrante público.
Las despedidas nunca fueron buenas, pero todavía no era el momento de dejar paso a la nostalgia. Alejandro Sanz no podía marcharse sin deleitar al público con temas que le dan un pellizco al corazón como Viviendo deprisa o ¿Lo ves? En este último, el artista se sumió en la más absoluta oscuridad, interpretando el tema al piano e iluminado por las luces de los móviles de quienes se emocionaban con este doloroso tema; por aquello que «pudo ser y no fue».
Tras este momento tan especial, el artista salió del escenario y tras ser ovacionado regresó para ir despidiéndose de su público. Como si hubiera pasado el día planeando su encuentro imaginario con sus fans, Alejandro Sanz interpretó Mi soledad y yo y Ese último momento de manera impecable. Entre aplausos, vítores y mucho confeti, el artista puso fin al primero de sus conciertos en Concert Music Festival.
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