Chiclana exprime su Cabalgata de Reyes

Chiclana/Siete toneladas de camareros, diez carrozas y cientos de niños y niñas disfrutando por las calles de la ciudad. Chiclana exprimió como nunca su Cabalgata de la Ilusión. Tras algunas ediciones deslucidas por las restricciones por la pandemia del Covid, la de este 2023 fue una jornada inmejorable, sin ninguna incidencia destacada –pese al cambio de recorrido-, con muy buen ambiente en las calles y un tiempo espléndido.

Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente se dejaron ver por primera vez a las once de la mañana, cuando pudieron saludar a los vecinos de distintas zonas de la ciudad montados en varios coches clásicos junto a la Estrella de Oriente y el Cartero Real. Una iniciativa con la que arrancaba su jornada de trabajo, la más atareada del año, y para la que contaron con la ayuda de la asociación Escapada Libre.

De esta forma, Melchor, Gaspar y Baltasar visitaron las distintas barriadas, llegando a puntos por los que no pasaría por la tarde el Cortejo, con el objetivo de llegar a todos los chiclaneros. Además, a mediodía se celebró el sorteo de las cartas de la Ilusión en el Centro de Iniciativas Juveniles Box, un evento que sirvió para calentar motores de cara a la gran salida.

A las cinco de la tarde daba comienzo la denominada ‘Cabalgata de la Ilusión de Chiclana’, la segunda en 48 horas tras la primera del Cartero Real. A esa hora, como estaba previsto, se abrían las puertas de la Caseta Municipal, de donde saldrían las primeras carrozas, algunas con temáticas muy curiosas, como la de ‘Jake El Pirata’, ‘Super Wings’, o los ‘Minions’. Un año más, no faltaron a la cita las Chiclaneras, que contaron con una carroza para las más pequeñas y otra para las mayores. Y, cómo no, las más demandadas fueron las carrozas más clásicas, las de toda la vida: la de la Estrella de Oriente, la del Cartero Real y las tres de los protagonistas, Melchor, Gaspar y Baltasar.

Entre todas sumaban en torno a un centenar de niños y niñas chiclaneras, que regalaron sonrisas a sus familias en uno de los días más felices del año. Era una jornada muy especial para todos ellos, algunos de los cuales apenas han vivido días como este tras las restricciones vividas en las cabalgatas de años anteriores con motivo de la pandemia.

Los primeros tramos del recorrido estuvieron dedicados a las personas con autismo, por lo que se prescindió de la música, con el silencio de la Banda municipal de Chiclana Maestro Enrique Montero en las primeras calles. La mayoría de los caramelos que se lanzaron desde las carrozas, a excepción de los palotes, no tenían gluten, tal y como se había anunciado.

El trayecto se completó en casi tres horas, avanzando por La Banda hacia un Puente Nuestra Señora de los Remedios que, un año más, dejó algunas de las estampas más bellas de todo el recorrido. En la avenida Solano se interrumpió el servicio del tranvía de la Bahía de Cádiz durante toda la tarde, con motivo de la celebración de las cabalgatas de Reyes Magos tanto en San Fernando como en Chiclana. Con la llegada a la zona de El Lugar, las carrozas se vieron obligadas a cambiar el recorrido habitual, tal y como había anunciado la Delegación municipal de Fiestas en los días previos.

Las obras en la Alameda del Río provocaron que el cortejo regresara a la calle La Fuente –en un nuevo impulso para una vía que intenta recuperar su esplendor comercial- y La Vega. El Consistorio había advertido de la importancia de evitar aglomeraciones en este tramo excepcional, más estrecho que el resto de vías por las que pasó la cabalgata, aunque finalmente no hubo ningún problema reseñable.

Las carrozas, ya con el anochecer, algo de frío y las últimas reservas de caramelos, avanzaron por las calles García Gutiérrez, Mendaro, Plaza del Retortillo, Jesús Nazareno, Larga y San José, acabando en la Plaza Mayor. Allí, Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente se presentaron a todos los asistentes desde la tribuna oficial, cerrando una tarde inmejorable con la adoración al niño Jesús en la Iglesia San Juan Bautista. Las familias regresaron a casa, pero Melchor, Gaspar y Baltasar continuaron su jornada más atareada del año repartiendo ilusión por toda Chiclana.