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Unos 150 migrantes están siendo atendidos en el antiguo Centro de Acogida del Complejo de Campano, situado en Chiclana, donde fueron trasladados como consecuencia de la presión migratoria que está desbordando las Islas Canarias. De esta forma, Cádiz se suma a las provincias andaluzas que en los últimos días están recibiendo a estas personas rescatadas en aguas del Atlántico cuando intentaban arribar al archipiélago en cayucos.
Son todos hombres jóvenes, procedentes la mayoría de ellos de Senegal, que han llegado de manera escalonada, desde el pasado 3 de noviembre, y está previsto que permanezcan aquí “un mes y medio aproximadamente, ya que la estancia es de carácter provisional”, según desvela el director titular del Complejo de Campano, Juan José Jiménez Zarco.
El responsable de esta entidad ha explicado que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones solicitó a la Congregación de Los Salesianos, propietaria del edificio, el uso de estas instalaciones para este caso de emergencia, “al igual que ha ocurrido con otros espacios que tiene en diferentes puntos del país y en otras muchas ocasiones”.
Juan José Jiménez Zarco ha querido destacar que este hecho “no interfiere de ninguna manera en la marcha del colegio” y destacó el carácter “educado y respetuoso de estas personas”.
El que fue Centro de Atención de Emergencia y Derivación dispone de habitaciones, comedores y diferentes espacios para prestar los servicios que sean necesarios, como orientación jurídica o psicosocial.
Esta actuación, que tiene como objeto descongestionar la difícil situación que atraviesa las Islas donde han llegado más de 30.000 personas en lo que va de año, forma parte del Programa de Atención Humanitaria, del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y está gestionada por la Confederación Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), entidad que ha preferido mantener un feroz hermetismo sobre la labor que está realizando en Chiclana.
Mientras que desde el Ayuntamiento sí se tenía constancia de este tema. Ya el ministro del área, José Luis Escrivá, se reunió a final del pasado mes con los alcaldes de las principales localidades, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y los consejeros de las comunidades para informarles del dispositivo para hacer frente a la crisis migratoria de Canarias, un dispositivo del que ahora forma parte Chiclana.
No es la primera vez que este sitio, incluido en las 70 hectáreas que componen Campano, es usado para esta finalidad. Ya en 2018, fue presentado por el Gobierno central como un Centro de Acogida Temporal y Derivación, con 600 plazas, para rescatados en el Estrecho y otros lugares de las costas españolas y que era gestionado por la Cruz Roja. En 2019, atendió a 15 migrantes procedentes del buque humanitario de la ONG Proactiva Open Arms, que permaneció 19 días a la deriva a la espera de puerto seguro.
A fecha 30 de octubre, un total de 30.400 personas había llegado de manera ilegal a las Islas Canarias, una cifra que está a punto de superar a la alcanzada en un año que fue especialmente intenso, 2006, con la llamada ‘crisis de los cayucos’.
Sobre este asunto, CEAR, la ONG que gestiona el centro de Chiclana, reclamó “solidaridad interterritorial, así como responsabilidad política para no propagar mensajes de odio, ante los traslados a la Península de personas migrantes y el incremento de plazas de acogida de emergencia que se está llevando a cabo debido al aumento de llegadas a Canarias desde verano”.
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