El brillo de Chiclana, velas que encienden pasiones
La Cerería La Madrugá es la única en la provincia de Cádiz que combina la materia prima de cera de abeja con una tecnología innovadora sostenible
Así celebran las cofradías de Cádiz la fiesta de Cristo Rey
El Ayuntamiento de Cádiz organiza pasacalles de bandas los días 1 y 2 de diciembre
Chiclana/La cera es un material versátil que siempre ha desempeñado un papel fundamental en diversas aplicaciones y usos que van desde la creación de las velas cofrades hasta su utilización para la elaboración de grandes obras de arte como son los ramos para novias o la cera para decoración.
Con el tiempo, las técnicas de producción han ido evolucionando a sistemas más modernos de fabricación como el que emplea la Cerería La Madrugá, en Chiclana. El gerente de la empresa, Arturo Soto, explica que su taller dispone de "un sistema de producción donde utilizan una tecnología innovadora". Además, "hemos desarrollado y patentado una maquinaria automatizada y robotizada que nos permite triplicar la cantidad de velas".
La Cerería La Madrugá es única en la provincia de Cádiz y nace en el año 2012 cuando Arturo Soto decide emprender este camino gracias a su pasión y trayectoria, de más de 40 años, como cofrade. Actualmente forma parte de la hermandad de La Salle de Chiclana. "Recuerdo que iba con mi cofradía a recoger la cera de las diferentes cererías con las que trabajaba, de ahí que tenga un vínculo estrecho con este mundo", comenta.
Actualmente cuentan con más de 2.500 clientes en toda España. "Estamos sirviendo en todo el país aunque también hemos comenzado a hacer pequeñas incursiones de importación en Múnich y Londres", pero el tipo de negocio que se realiza en el extranjero es totalmente diferente al que realiza la cerería, ya que se centran más en la decoración a base de cera. Por este motivo, "tenemos en mente ampliar nuestra producción y seguir desarrollando y mejorando nuestros productos", explica el gerente.
Asimismo, no solo han ampliado las instalaciones del complejo, sino también el número de máquinas. Arturo relata que han añadido un tercer paraguas, que es el lugar de donde se penden los pabilos o mechas para que estos queden tensos. Hoy cuentan con un paraguas que proporciona el color marfil, otro que normalmente se utiliza para diferentes cromas y un tercero de finalización que les permite ahorrar tiempo. Los paraguas de fabricación tienen una capacidad de 288 velas por serie, con torno de secado, lo que les confiere un plus de producción de más del 50% en comparación con el resto de las cererías existentes en Andalucía.
Entre los artículos que se pueden encontrar están las ceras de cofrade como los cirios nazarenos, las velas para pasos, las velas rizadas y las velas para el culto en general. También elaboran ramos para bodas, centros de flores, racimos de uvas o rosas, entre otros.
Asimismo, no solo ofrecen velas, sino también materiales litúrgicos como por ejemplo cálices o copones para las iglesias. "La cuestión está en dar servicios, que es de lo que se trata esta empresa".
El producto estrella son las flores de cera. "Una de nuestras grandes satisfacciones fue cuando hicimos un trabajo para la hermandad del Rocío del Almonte, fueron unas flores a base de rosas en diferentes tonos que llevaban la Virgen del Rocío". Este proyecto marcó un antes y un después, ya que "nos abrió las puertas, nos permitió darnos aún más a conocer", relata Arturo.
Hoy en día, las hermandades y cofradías demandan calidad en los productos, así como personalización a través de los ramos de cera. "Recuerdo que realizamos un pedido para la Archicofradía de la Palma de Cádiz situada en La Viña que nos otorgó un mayor reconocimiento y exclusividad". "Elaboramos unos racimos de uvas personalizados con las hojas que recogimos de la única parra que quedaba en La Salle", explica el director de la sociedad.
"Todas las cererías, que en total hay como nueve o diez en España, hacen las hojas de flores planas, mientras que las nuestras tienen volumen y esto se traduce en más belleza para el cliente". Además, ahora están haciendo incursiones no solamente en el tono de la cera, que siempre es marfil, sino en el color. "No somos ni mejores ni peores, lo que nos diferencia es la innovación en nuestros productos y la exclusividad", afirma.
En lo que respecta al proceso de elaboración, cuentan con un sistema de automatización programada que regula automáticamente los tiempos de inmersión y secado, dando lugar a un producto con una combustión estable. Igualmente, tienen un sistema de almacenamiento que ronda las 40.000 velas, donde el producto está perfectamente protegido ante las diferencias de temperatura y la proyección a la luz, evitando de esta manera la degradación del producto. Esta última tecnología en el proceso de fabricación les ha hecho ganar en calidad laboral, en tiempo y en productividad.
Para conseguir la mayor calidad de las ceras tienen que seleccionar muy bien la materia prima, por ello emplean la cera pura de abeja así como las mechas de algodón puro 100%, porque el humo que expulsa es mas blanco y no perjudica ni ennegrece los mantos. También el director de la cerería La Madrugá aconseja que la "materia prima sea de primera calidad", es decir, lo recomendable es ir al apicultor, pues "sabes que ésta no está adulterada y consigues un precio que no te va a dar una cooperativa".
Gracias a su trayectoria empresarial y la labor que desempeña tanto el gerente como los trabajadores, han recibido varios premios y galardones. La cerería La Madrugá se diferencia del resto por el uso de una tecnología innovadora sustentable con luz y vapor, siendo destacada en el sector por su modernidad. Gracias a ello, han recibido el premio Andalucía Emprende y el premio 'A un paso del éxito', los cuales les impulsan a seguir innovando y creciendo como empresa y dando más y mejores servicios a sus clientes.
Temas relacionados
1 Comentario