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“Esta Feria es un reflejo del crecimiento de la ciudad”

Feria de Chiclana

El primer edil defiende que estas fiestas representan un gran escaparate y un termómetro del bienestar, el optimismo y las ganas de vivir de las familias chiclaneras.

El alcalde de Chiclana, José María Román.
C. M.

08 de junio 2023 - 05:00

Cuando queda muy poco tiempo para que comience la Feria de San Antonio, el alcalde de Chiclana, José María Román, reflexiona sobre unas fiestas que ha tenido el privilegio de ver cómo se transformaban en una de las más importantes de la Bahía de Cádiz. Esta evolución es “reflejo del crecimiento de una ciudad”, que pronto alcanzará los 90.000 habitantes, y que esta próxima temporada turística “romperá todos los récords”, afirma.

–La Feria de Chiclana llega después de unas intensas elecciones municipales, apetece ¿verdad?

–Y tanto. Es verdad que las elecciones municipales siempre están próximas a la Feria y, por este motivo, hay veces que, dependiendo del resultado, toca izar la bandera en el recinto ferial y luego no bajarla. Este año, afortunadamente, además, de subirla y bajarla, voy a tener el privilegio de seguir gestionando esta ciudad. Tras estos cuatro años y con los resultados obtenidos, la afronto con mucha alegría y ganas.

–Esta es una de las fiestas más relevantes de la Bahía de Cádiz. ¿De qué manera repercute en la economía de la ciudad?

–La Feria de Chiclana es un gran escaparate. No somos de hacer cálculos parciales, pero es verdad que todas las actuaciones suman. A eso se une que se encuentra muy bien ubicada en el calendario, al coincidir con el inicio de la temporada alta. Pero, sobre todo, estas fiestas son un termómetro del bienestar, del optimismo, de las ganas de vivir de las familias chiclaneras. Yo creo que va a ser una buena Feria.

–Como ha apuntado, la temporada de verano está a la vuelta de la esquina, ¿qué espera de ella?

–Vamos a romper todos los récords. Tendremos unos números magníficos, tanto en el aspecto hotelero como en el vacacional. En este sentido, hay que señalar que debemos de ser conscientes de que cuando hablamos de las 12.000 plazas hoteleras, no debemos despreciar las otras 80.000 aproximadamente que existen de turismo vacacional. Tienen un impacto económico importantísimo en el municipio, tal y como quedó reflejado en el estudio elaborado por la Diputación de Cádiz, que apuntaba que dos tercios del IPC de la ciudad estaban vinculados al sector turístico.

Ambiente de la edición del pasado año de la Feria de Chiclana. / Julio González

Asimismo, es bueno recordar que, en lo que se refiere al modelo de turismo sostenible que representa Chiclana, estamos de enhorabuena. Pronto, vamos a contar con dos nuevos hoteles, que se traducen en casi 200 millones de euros de inversión y en unos 600 puestos de trabajo directos.

–El 17 de junio es de prever que tome posesión como alcalde, ¿qué modelo de ciudad se plantea para 2027?

–Chiclana es la ciudad que más crece en la provincia. Posiblemente, en pocos meses, esté en los 90.000 habitantes. Su población aumenta frente a San Fernando, que ya la tiene consolidada; El Puerto, que crece muy poco, y Cádiz, que pierde habitantes. Esto sugiere que el modelo de ciudad funciona, que a la gente le gusta este municipio y lo elige para vivir. Por tanto, hay que asentar este éxito poblacional y, a la vez, mejorar la calidad de vida que ya existe. Para ello, resulta importante continuar con la ciudad compacta que es Chiclana, con una ciudad residencial alrededor, una ciudad sostenible, donde todo el mundo se siente cómodo, y la ciudad solidaria.

Debemos también potenciar muchísimo la vivienda pública, la vivienda social, para responder a todas esas personas que tienen dificultades para acceder a ella.

Por otro lado, vamos a mejorar las comunicaciones. De esta manera, como hemos hecho con las carreteras de la playa, en breve, acometeremos las de Fuente Amarga y Las Lagunas y, posteriormente, alguna más, como las del Pago del Humo, Marquesado y Pinar de los Franceses. Asimismo, seguiremos trabajando para dar servicios básicos a las viviendas y ofrecer unos servicios públicos de la máxima calidad.

–Volviendo a la Feria, ¿qué recuerdos tiene de esa fiesta de su juventud?

–Son muchos. La Feria de mi niñez estaba situada en La Alameda, al lado de mi casa, en la calle Iro. La que en ese momento era la Caseta Municipal se podía ver desde la azotea. Recuerdo las casetas hechas de cañizos, los tiovivos y las cunitas que solo se ponían en marcha cuando se empujaban, los típicos puestos de turrón que se quedaban el resto del año y como, a veces, el garaje de mi casa funcionaba como una caseta. Más intensamente no la he podido ver y vivir.

Después, pasó al campo de fútbol y me acuerdo perfectamente cómo el Puente Chico se ponía a reventar de gente. Entonces, las casetas se fabricaban con los toldos de los camiones y palmas, algo impensable hoy.

–¿Cómo ha evolucionado esa Feria hasta el día de hoy? ¿Y qué cree que queda de ella?

–Desde entonces y hasta ahora, se ha pasado de una Feria de una población de unos 25.000 habitantes a otra de unos 90.000, con 150.000 los fines de semana, y esto es más que evidente.

Estas fiestas son un reflejo del crecimiento de la ciudad y de la propia economía. Por otra parte, un aspecto a destacar es que somos un pueblo muy laborioso. De esa Chiclana agrícola, que se convierte en la de la construcción, la comercial e industrial, pervive el recuerdo de trabajar todos los días, es algo que está en la memoria colectiva. Eso provoca que un día de fiesta, de San Antonio o un viernes festivo, se siga haciéndolo. Eso ocurre mucho aquí, no en otras ciudades del entorno, donde los días de fiesta son sagrados. Es algo que forma parte de idiosincrasia de nuestro municipio. No se desaprovecha la Feria para hacer un negocio ni se va a perder una oportunidad comercial. Por este motivo, puede que no tenga más días que en otros lugares.

No obstante, es verdad que las nuevas generaciones aplican cada vez más el carpe diem, pero todavía hay muchos que trabajan siete días de siete.

–¿Y cómo la vive usted?

–Como casi todo el mundo. Acudo a los actos de la mañana e intento repartir el juego con las concejalías e ir como uno más, dar un paseo con mi mujer y los amigos, etcétera.

–¿De qué forma le vendería la Feria de Chiclana a alguien que nunca ha estado?

–Le diría que es una Feria donde se puede llegar con comodidad. Se puede aparcar con facilidad, pero también se puede aprovechar para venir en tranvía, un medio de transporte que no interfiere en el recinto ferial. Además, se va a encontrar un ambiente familiar, un ambiente joven y resulta muy especial y cómoda para que los más pequeño de la casa disfruten de los cacharritos. Asimismo, los amantes de los caballos tienen aquí un espacio perfecto que ha ido creciendo y consolidándose con el tiempo.

Es importante señalar que ya quedó atrás esa Feria de los grandes cantantes. Y es que vienen de forma mucho más económica durante dos meses al Concert Music Festival de Sancti Petri.

–¿Qué mensaje le lanza a los chiclaneros con motivo de estas fiestas?

–Que tras vivir unos momentos muy duros, estos acontecimientos nos han enseñado que hay tiempo o debe haber tiempo para todo: para trabajar, para luchar por las cosas que queremos, pero también para dejar un hueco para el ocio, para disfrutar con familia y amigos. Es algo que relaja y sirve para coger impulso y así afrontar nuevos retos. Si ahora hay Feria, vamos a disfrutar de ella. Seguro, seguro, que toda Chiclana se la tiene merecida. Así que, ¡feliz Feria a todos!

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