"Hace tiempo que Chiclana ya no es ese pueblo pequeñito que había en la Bahía"
José María Román (PSOE) | Alcalde de Chiclana
El regidor chiclanero destaca el crecimiento progresivo de su ciudad y reclama más atención de las administraciones superiores, en especial de la Junta
"En la calle hoy se respira optimismo", afirma satisfecho
El Ayuntamiento de Chiclana aprueba una subida del recibo del IBI de un 9% para 2024
El Ayuntamiento de Chiclana presenta el PGOM a la Junta de Andalucía
Chiclana/Es el tercer alcalde más veterano de la provincia porque suma casi 14 años en el cargo divididos en tres etapas diferentes. Pero sin duda es ahora cuando José María Román, el alcalde socialista de Chiclana, está más pletórico. Y tiene motivos para ello porque ganó las elecciones municipales con holgura y porque está viendo cómo su municipio no para de aumentar su población y de erigirse en uno de los referentes turísticos de todos el país. Ahora lo que busca es que las administraciones públicas presten más atención a Chiclana.
–No tiene usted mayoría absoluta pero como si la tuviera. Su pacto de gobierno con IU, que se mantiene desde 2019, parece ir viento en popa.
–El pacto nos va bien pero tenemos la incomodidad de lo que IU no ha cumplido en Medina Sidonia. Está muy feo lo que hicieron, eso de aceptar los votos del PP para no dejar la Alcaldía al PSOE. E intentaron lo mismo también en Olvera, Sólo han cumplido parcialmente el acuerdo provincial que tenían con nosotros.
–Pero eso no está influyendo en el gobierno de Chiclana, ¿no?
–No, no, pero deja una sensación rara porque cuando uno cumple lo normal es que cumpla también el otro. Aquí el que está pinchando es el coordinador provincial de IU (Jorge Rodríguez). Quieren llevar el banderín de la izquierda pero son capaces de llegar a acuerdos con el PP.
–Podía usted haber gobernado solo, sin pacto con IU. ¿Pensó en esa posibilidad?
–No. Yo he entendido en este último año que aparte de la aritmética de sacar los 13 concejales de la mayoría absoluta, lo más importante es tener la puerta abierta al diálogo con todos los grupos municipales y contar y considerar todos los argumentos que exponga la oposición. Hace unos años hice una oferta a un concejal del PP experto en turismo y aquello fue un cisma porque su partido lo quiso interpretar así. En el ámbito de lo local eso debería ser más común de lo que lo viene siendo.
–¿Qué balance hace del verano turísticamente hablando? ¿Chiclana ha llegado a su techo?
–El verano ha sido maravilloso, de lujo. Creo que estamos cerca de la línea del máximo en términos de personas. Nosotros llegamos ahora a los 220.000 ó 230.000 habitantes en verano y podemos llegar a los 250.000. En ese marco sabemos que la ciudad funciona, se mueve, tira con normalidad y la playa y los costes encajan. Ahora bien, ¿dónde tenemos el margen de crecimiento? Pues debemos seguir trabajando en el gasto/día, que en verano es magnífico, y el ritmo de crecimiento ya no nos lo planteamos en la temporada alta de verano sino en la temporada baja, en los meses anteriores a abril y posteriores a noviembre. Ahí cobra una especial importancia el contrato que firmamos desde la Diputación para potenciar los vuelos con Alemania desde el aeropuerto de Jerez y también la próxima visita a los países nórdicos, sabiendo que el reto de traer turistas centroeuropeos y del norte de Europa para el invierno hay que trabajarlo un año y otro y otro. Tenemos que trabajar la temporada baja como complemento y entendemos que el clima, la gastronomía, las 12.000 plazas hoteleras y las viviendas turísticas, la vela, el golf, las actividades hípìcas, la cultura, el yacimiento fenicio... todo puede contribuir a que venga un turismo en temporada baja o que incluso a muchos les resulte más barato vivir aquí algunos meses antes que hacerlo en Suecia con calefacción.
–¿Pero aún tienen margen de crecimiento? ¿No teme que llegue a colapsarse Chiclana?
–Aún tenemos ese margen porque las mejoras que hemos hecho en carreteras se han notado y también ayudarán las que están previstas en el Molino Viejo, la carretera de la playa, lo que vamos a hacer en la carretera de las Lagunas y en la de Fuente Amarga ampliando carriles, o el arreglo de la antigua Nacional, las nuevas glorietas… Eso nos ha dado y nos dará más capacidad de movilidad, con más comodidad y más margen de maniobra. También se ha mejorado el aparcamiento y posiblemente pondremos en marcha un zona naranja en la playa para que paguen aquellos que no abonan el impuesto de circulación aquí. Todo eso servirá para potenciar el transporte público, que también se va a reforzar al igual que nos ha ayudado mucho el tranvía y al igual que lo hará la nueva estación de autobuses que estará en breve.
–También ha habido un incremento importante de los precios en los sectores hostelero y hotelero. ¿Eso lo entiende la sociedad chiclanera o genera rechazo?
–Hay locales que han subido mucho los precios y otros que lo han hecho de manera más moderada. Cuando eso sucede el público se va reajustando según esas tarifas. Y afortunadamente tenemos una oferta muy amplia tanto en hoteles como en residencial y lo mismo ocurre con la hostelería. Sí es cierto que a nivel de hoteles hay que darse una sentadita porque no podemos seguir en ese ritmo de crecimiento de los precios solamente para cobrar más. Esto lo hemos hablado ya con las cadenas hoteleras. La playa está maravillosa, los servicios y la limpieza funcionan bien pero estamos en el top de los precios. Porque hay otros destinos que trabajan haciéndolo bien y que quieren ocupar el lugar que ahora tenemos nosotros.
–¿Cuál es su prioridad para este nuevo curso político?
–Lo fundamental es seguir creciendo en calidad de vida. Uno se viene a vivir a Chiclana porque es una ciudad agradable para pasear, para hacer deporte, para sentarse, para tomar el sol, y porque tiene salinas, esteros, pinares… Nosotros estamos volcados en cualificar la ciudad. Y eso tiene distintos vectores: el de la movilidad, con la mejora en carreteras, la estación de autobuses, el tranvía, los aparcamientos disuasorios y gratuitos en pleno casco urbano y ahora sacaremos un nuevo contrato de transporte público; el vector de la cultura y el patrimonio, con los museos y el yacimiento fenicio; y el vector de seguir potenciando la política de vivienda. Tenemos varias promociones en curso y queremos seguir avanzando en las ayudas a propietarios de viviendas vacías para que las alquilen. Es un proceso en el que ellos, que no se atreven a dar el paso por miedo a los okupas o a los impagos, nos ceden esa vivienda y nosotros las alquilamos y corremos con los riesgos. Ya tenemos entre 110 y 120 viviendas así.
–Chiclana sigue ganando mucha población año tras año pero ¿cuál es el objetivo? ¿Adelantar a El Puerto, a San Fernando o incluso a Cádiz o superar el listón de los 100.000 habitantes?
–No se trata de un objetivo concreto sino de una dinámica. Y esa dinámica constatada dice que ganamos más de mil habitantes cada año. Ahora nos quedan unos 80 habitantes para llegar a los 90.000 y eso quiere decir a que a la vuelta de tres o cuatro años va a haber en la Bahía cuatro ciudades todas en torno a los 100.000 habitantes pero de ellas sólo Chiclana se pone en verano con cerca de 250.000 habitantes. Es decir, que somos la ciudad de la Bahía que tiene mayor población asistida, con una media de 140.000 habitantes, y eso tiene un coste y un espacio. Nosotros lo que reivindicamos es que esa Chiclana que era un pueblo de 20.000 habitantes cuando yo nací, hoy es una ciudad de 90.000 habitantes empadronados y una población media asistida de 140.000. Y eso supone que la Administración más competente, que es la Junta, tiene que escucharnos en una nuestras reclamaciones de dos carreteras que tenemos pendientes para aliviar la avenida Urbisur y el entronque de la Venta Agustín, también está el tema de los Juzgados, que lo estamos encauzando, el tema de la vivienda y el tema fundamental de la salud, donde tenemos menos que los demás, porque somos la única localidad de la Bahía sin hospital y la que tiene menos centros de salud. Eso se tiene que reequilibrar.
–Pues la Junta sigue diciendo no a su reivindicación de un hospital para Chiclana...
–Yo no digo que tenga que ser para mañana pero es evidente que en la Administración lo que no se planifica no ocurre. Y hay que hablar de un hospital para que dentro de 10 años lo tengamos. Y hay que hablar de centros de salud para que el año que viene haya obras de construcción de uno de ellos que estaba previsto desde hace 15 años. Lo mismo ocurre con la educación. Hoy los colegios están muy amortizados pero faltan centros de Secundaria. En la playa, por ejemplo, donde vive mucha gente, no hay instituto. Los institutos eran centros que se construyeron para 600 personas y hoy tiene cada uno más de 1.100. Eso hace que sean muy difícil de controlar y que se generen tensiones. Mi sensación es que a nosotros se nos trata como si fuéramos aún ese pueblo pequeñito que había en la Bahía. Pero hace tiempo que eso ya no es así. Ahora somos la mayor ciudad de la comarca.
–Nunca le escuché reclamarle el hospital a los gobiernos socialistas de la Junta. ¿Este asunto es un buen ariete contra la Junta del PP?
–Para nada. No lo uso como ariete porque no digo que se haga ya sino que se planifique para dentro de 10 años. Yo soy consciente de que el hospital es un tema complejo pero si Chiclana va a tener dentro de 10 años 100.000 habitantes y Cádiz va a estar por debajo de los 114.000, en coherencia creo que podemos poner en el guion. Es que la brecha de población que había antes entre todas las localidades de la Bahía ha desaparecido y ya somos todos iguales. Y quien tenga dudas que vea las colas que hay siempre en las Urgencias del centro de especialidades médicas de La Longuera. Eso no es normal. Esto no lo planteo como una controversia PSOE-PP y precisamente por eso hablo de que se tiene que ir planificando. Que la Junta tenga la vista larga y diga que efectivamente Chiclana debe tener un hospital. Después acordaremos el sitio.
–¿Y el proyecto del nuevo hospital de Cádiz, que parece que va adelante, iría en detrimento del de Chiclana?
–Yo no estoy en contra de nada sino en defensa de lo que es la población que me ocupa. Lo del hospital de Cádiz es un proyecto del que se lleva hablando 20 años. Yo lo que hago es reivindicar el espacio que le corresponde a una ciudad que era muy pequeñita, que era agrícola, que era de viñas y que hoy tiene cinco polígonos industriales, que es una potencia nacional turísticamente hablando, que es reconocida por todos y que para estar en el top de la competitividad debe seguir mejorando significativamente en educación y en sanidad.
–Han aprobado ustedes para 2024 una subida del IBI de hasta un 9%. ¿No es un porcentaje muy alto?
–En 2012 el PP aprobó un plan de ajuste que todavía está en vigor y en el que como primera medida se comprometía al mantenimiento del tipo impositivo del IBI para garantizar los ingresos. En 2015, seis meses antes de las elecciones, saltándose el plan elaborado por ellos mismos, bajaron de manera temeraria e irresponsable el IBI un 29% con objeto de intentar ganar las elecciones, para lo que diseñaron la campaña de autobombo más partidista que se recuerda. Para el año 2024 se sube un 9% el IBI y aún así el Ayuntamiento no alcanzará los niveles de ingresos que tenía antes de 2015, como se recoge en el informe elaborado por el Servicio de Rentas. Chiclana, a pesar de la subida, seguirá con el tipo impositivo más bajo de las grandes poblaciones de la provincia. En definitiva, la presión fiscal en Chiclana sigue siendo baja como constatan los informes del Ministerio de Hacienda y de la CEC, donde Chiclana queda muy por debajo de la media nacional y provincial. ¿Por qué esta subida? Tras años de congelación, la ciudad necesita recursos para mantener servicios públicos que se han incrementado y mejorado (recogida basuras, limpieza viaria, salvamento y socorrismo, entre otros) y para acometer inversiones ya planificadas para los próximos cuatro años.
–¿Cuándo empezarán las obras del nudo de Tres Caminos?
–Pues estamos a la espera de que comiencen las obras. El Gobierno de España tiene tres cosas con Chiclana: el nudo de Tres Caminos, en el que estoy tranquilo porque tiene presupuesto y está adjudicado, el nuevo cuartel de la Guardia Civil, cuyo proyecto está en redacción y en breve debería ser la licitación de las obras, y la almadraba, que es vital para nosotros. Ya se ha levantado la suspensión de poder calar la almadraba y ahora lo que falta es que se le asigne cuota a la de Chiclana. No estamos peleando con las otras cuatro almadrabas de la provincia. Lo que decimos es que la cuota de captura de atunes tiene que subir y que llevamos con la mano levantada desde 2006. La nuestra fue siempre la almadraba más importante de toda la región suratlántica.
–Siempre me ha llamado la atención que Chiclana jamás haya reclamado al Gobierno de España una estación de tren y que llegue a este municipio la conexión ferroviaria. ¿Se consuelan ustedes con el tranvía?
–Siempre he dicho que la única forma de que llegara el tren a Chiclana era llegando el tranvía porque sus vías son de tren. Ya hubo un proyecto antiquísimo que incluía hasta el corredor a Algeciras. Eso es algo que debemos de ir planteando pero la vida pública son prioridades y a mí ahora me preocupa más la educación, la sanidad, la Ronda Oeste, los juzgados o la subestación de electricidad que está haciendo ya Endesa.
–¿Cuánto le preocupa que Chiclana siga sin tener un PGOU en vigor?
–Nosotros estamos ahora en fase de información pública con el POU (Plan de Ordenación Urbana) que sólo se refiere a los suelos urbanos, es decir, los suelos que eran urbanos antes y que se han ido incorporando en los últimos años a lo largo de distintos planeamientos. El POU estará aprobado el próximo verano y ahí caben del orden de 5.000 ó 6.000 viviendas. Eso quiere decir que solamente con el POU ya hay una capacidad de crecimiento bastante notoria. En paralelo se va a tramitar ya también el PGOM (Plan General de Ordenación Municipal), que prevé del orden de otras 7.000 viviendas más. Son en general números válidos para Chiclana. Me preocupa que tiene que aparecer el polígono industrial de Miralrío, que es importante porque nuestros polígonos están colmatados, y con el POU aprobado hay mucho interés en seguir creciendo y moviendo el urbanismo de Chiclana. Esperemos que no haya tantos recursos como hemos tenido hasta ahora.
–Siempre se ha dicho que el diseminado de Chiclana era el lugar idóneo para que cualquiera se pudiera construir una casa sin licencia. ¿Esa tendencia continúa?
–Precisamente la Junta sacó hace pocos días que iba a sacar un grupo de inspección de viviendas sin licencias y nosotros les hemos dicho que estamos a su disposición para colaborar. Es que si no al final los Juzgados se colapsan. En parte en Chiclana se ha diluido ese concepto de poder construir con impunidad, aunque desgraciadamente aún hay personas que hacen una parcelación, construyen una casa de madera y dicen desconocer que esas viviendas también requieren permisos. Pero hay otro tema que debe tener la gente en consideración y es que la Junta ha decidido, y lo compartimos, que los antiguos suelos urbanos no consolidados que eran muchos (Marquesado, Pago del Humo, etc.) sean considerados suelos rústicos. Es decir, si antes una vivienda sin licencia construida en un suelo urbano no consolidado podía regularizarse, una nueva vivienda construida en un suelo rústico que va a seguir siendo rústico no se va a poder legalizar y el peso de la ley, aunque sea lenta, terminará llegando y eso puede terminar con el derribo de muchas de esas viviendas que ahora se pueden estar construyendo. Además, antes los expedientes prescribían a los cuatro años y ahora lo hacen a los seis.
–En el mandato anterior le vi muy volcado al frente del Patronato Provincial de Turismo. Tras perder el PSOE la Diputación de Cádiz, ¿echa de menos esa responsabilidad?
–Digamos que lo pasamos muy bien al frente del Patronato de Turismo. Y me volqué porque es lo que hago cuando tengo una tarea por delante. Pero era una tarea que en cierto modo repercutía también en Chiclana, porque este municipio tiene el 24% de las plazas hoteleras de la provincia. El turismo es un tema que me gusta, había muchas cosas por hacer y de hecho creo que pudimos ponerle un ritmo muy activo. Ha sido mucho trabajo y mucha interlocución con el sector.
–Dicen compañeros suyos y gente que le conoce que ha cambiado usted de unos años para acá, que ahora escucha más a la gente y es más dialogante. ¿Usted también se ve así?
–A mí también hay gente que me ha dicho eso. Mire, es que las personas evolucionamos. Los años y las experiencias te llevan a comprender que el de enfrente también tiene sus razonamientos, que no tienen que coincidir con los tuyos, y que cada uno tiene su verdad. Eso ni legitima ni deslegitima a nadie pero es importante tener una cierta capacidad para comprender que hay muchos tonos de grises. Eso sí he venido a interpretarlo mejor últimamente.
–Con los 65 años ya cumplidos, ¿tiene usted fecha de caducidad para su trayectoria política?
–No, no. Soy profesor de instituto, me podía haber jubilado a los 60 años como docente, pero pedí el reenganche en Educación. Antes de las elecciones municipales me dije 'o soy alcalde o doy clases' pero no me iba a ir a mi casa. ¿Qué tiempo voy a estar aquí? Pues en la medida en que me sienta cómodo y considere que soy útil. Siento que hago cosas y disfruto. Ahora en las calles de Chiclana se respira optimismo y cuando voy fuera sólo escucho cosas buenas de mi ciudad. Hay una nueva sensación, buen ambiente, hay confianza en lo que se va haciendo, y eso reactiva la economía y a mí me ayuda a seguir. Y esto no siempre ha sido así porque he estado de alcalde en otros momentos en los que la gente manifestaba preocupación. Este es un momento bonito.
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