José María Prieto emociona a Chiclana con un pregón cargado de amor
Chiclana
Un repleto Teatro Moderno acogió esta cita, que supone la antesana de la Semana Santa
José María Prieto: “Mi afán ha sido elaborar un pregón cristiano, católico, cofrade y chiclanero”
Ayuntamiento y Consejo de Hermandades ultiman la organización de la Semana Santa de Chiclana
Con la palabra amor, comenzó y finalizó José María Prieto Pastor su pregón de Semana Santa 2024 ante un público expectante que llenaba el Teatro Moderno de Chiclana y al que supo transmitir de principio a fin ese noble sentimiento, presente en toda su intervención.
Representantes de hermandades, grupos parroquiales, costaleros, cofrades de otras localidades, así como diversas autoridades acudieron a este encuentro, que supone la antesala de la Semana Santa y que emocionó de manera muy especial a todos los allí presentes, que interrumpieron con sentidos aplausos numerosos momentos.
Bajo el título ‘Tiempo de amor’, el anuncio estuvo compuesto por 22 capítulos, repletos de guiños, con partes en prosa y partes en verso, donde pudieron escucharse hasta 14 fragmentos de marchas y diversas interpretaciones ejecutadas magistralmente por un trío de piano, flauta y violín.
Presentado por su hermano, Andrés, José María Prieto dejó impresionados a los asistentes desde el mismo preámbulo, al hacerlo con la oración más antigua dedicada a la Virgen María (siglo IV) y titulada “Bajo tu amparo nos acogemos Nuestra Señora”, con la que hacía referencia al instante en el que le anunciaron que sería el pregonero. Se encontraba en la Iglesia de la Magdalena de Sevilla, delante de la Virgen del Amparo, primera advocación mariana a la que rezó, para que el pregón se desarrollará convenientemente.
A esto siguió un verso titulado “Saetas en Chiclana”, dirigido a su abuelo, Andrés Pastor Morales, que, entre otras cosas, decía: “Amor la Semana Santa es, la Semana Santa de Chiclana es Amor”.
Y llegó uno de las partes más conmovedoras de su disertación: la dedicatoria a sus padres ya desaparecidos. “Dos personas muy especiales que dejaron una huella imborrable en Chiclana. Un testimonio de amor, no sólo para mi familia, sino para toda la ciudad porque así lo puedo acreditar por las evidencias de muchas personas. Toda su vida laboral en el Ayuntamiento, como oficial mayor y secretario, mi padre, y como directora de centros educativos, así como una ímproba labor social y caritativa en asociaciones e Iglesia, mi madre”, contó.
Para explicar que, hace 19 años, al estar su padre gravemente enfermo, tuvo “que tomar la alternativa en este atril cuando el Ayuntamiento estimó a bien concederle la primera Insignia de Oro de Santi Petri”. Fue entonces cuando sonó el pasodoble ‘Suspiros de España’ y, usando un símil taurino, dijo: “Aquel día tomé la alternativa y hoy vengo a confirmarme, teniendo por padrino a la Chiclana Cofrade”.
Ello dio paso al capítulo destinado a La Borriquita, de la que comentó que, con su cruz de guía, “en lo alto de la calle Hormaza, empieza el sueño que llevamos esperando todo un año”. En el fragmento de la Oración en el Huerto, afirmó: “Llegó la Paz a la Banda en un año que el mundo pide paz, concordia y que cesen las guerras y odios en cada rincón del planeta, con especial incidencia en aquellas tierras que fueron testigos de la pasión, muerte y resurrección del Señor”.
Sobre el éxito de la Hermandad del Amor, José María Prieto aseguró que se debía “a la advocación cristífera, que es tan grande y tan potente que es la misma génesis de nuestra religión”.
En cuanto a Medinaceli, no faltó referencias a las tradiciones, a su besapiés, al que nunca faltó su madre, a la gastronomía típica de estas fechas y al rico patrimonio chiclanero.
De San Juan subrayó “su seriedad y fineza en su andar” y de Afligidos rememoró el trágico incendio de 2023, solventado gracias al “coraje, la fuerza de todo un equipo humano de la Junta de Gobierno y el artista Berlanga, que hicieron posible el milagro porque ellos nunca, nunca la Esperanza perdieron”. Mientras que del Nazareno dijo: “Tu belleza ungida que no fingida, verdadera imagen de Dios en Chiclana”.
Tras estas palabras, llegó uno de los momentos más íntimos de este pregón. De pronto, todo se quedó a oscura, para que una luz proyectara la cruz del Nazareno que custodian las monjas del Convento de las Agustinas Recoletas. Fue entonces cuando José María Prieto mantuvo un hermoso examen ignaciano con esta.
En el capítulo dedicado a la Esperanza, el pregonero relató cómo “en San Telmo está la Orden de los Agustinos Recoletos, que me han ayudado en mi formación espiritual desde mi niñez”.
Después una simpática pieza dedicada al ‘Jartible cofrade’, llegó el turno de una sección titulada ‘La Belleza’, para continuar con otra cuyo protagonista fue El Perdón, donde puso un especial énfasis en el sacrificio tan grande que realizan las hermandades nuevas. Respecto el Cristo de la Salud, manifestó: “Su presencia en la calle lleva a la trascendencia por esa nota idealizante e intelectual que tiene con el pequeño alargamiento de sus proporciones, que hace conectar con el pueblo que absorto se queda ante Cristo que es Dios mismo”.
Por otro lado, el capítulo XXI tuvo como tema principal el Dolor. “La mano de la Misericordia señala la Palabra, la tiende al pueblo, y el pañuelo de Ella recoge las plegarias de esa niña inglesa con la que conversaba. Allí vemos el triángulo perfecto de medidas exactas, donde tu llaga es el centro y una ráfaga lo enmarca”, señaló.
Para más tarde destacar las bondades, la belleza y la historia de La Soledad.
Ya, por último, José María Prieto recaló en la Resurrección, aquí, usando el lenguaje de signos, expresó: “Effeta (ábrete) Jesús ha resucitado en el corazón de cada uno de vosotros”, para terminar, roto de emoción, con dos palabras muy repetidas en toda su alocución: Chiclana y Amor.
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