Que nadie subestime a Abraham, por favor

El sábado por la noche casi 4.000 personas desbordaron las capacidades de Sancti Petri. Cientos de coches, decenas de familias, amigos y parejas que se acercaron hasta el modesto poblado pesquero para verlo a él, a Abraham Mateo. El artista cantaba en casa y Chiclana tenía muchas ganas de recibirle. 

Las ganas eran mutuas. Sobre el escenario Abraham Mateo lo dio todo y no se quedó con nada. “Hoy ha venido para mí mucha gente muy importante. No quiero decir los nombres, que luego mi madre…”, confesaba el artista natural de San Fernando. Se sentía cómodo, estaba en familia y eso se notaba. Abajo, en la pista y en gradas,varias pancartas y un público totalmente entregado con algunos seguidores que llevaban haciendo cola desde las 5:30 a.p. Contra el pronóstico de muchos, el concierto del cantante isleño se convertía en una de las fechas más multitudinarias de Concert Music Festival. En términos logísticos, hasta la fecha pocos artistas -tan sólo Ricky Martin, Scorpions o Maná- han conseguido colapsar completamente la estrecha carretera que lleva hasta el poblado. En términos artísticos, ocurre similar: tenemos a uno de los grandes en casa, y muchos aún no se habían dado cuenta. 

Por si aún quedaban dudas Abraham Mateo demostró durante hora y media que ya queda muy poco de aquel niño que en 2013 pegó el pelotazo con Señorita. Aunque también la interpretó al final de la noche en una versión remix (cualquiera dejaba al público sin esa canción), el isleño probó con creces la gran calidad musical y artística (danza incluída) que maneja. A modo de currículum el artista fue haciendo un repaso por su último disco, Insomnia (Me quedaré), por sus singles más escuchados (Maníaca) y por las colaboraciones realizados hasta el momento. ¿Que quién es Abraham Mateo? Pues toma colaboración con Chanel en Clavaíto. ¿Que si aún ese niño que salía en el programa de Juan y Medio sigue cantando? Pues toma canción con Quiero decirte, el tema interpretado junto a Ana Mena (que también dio sus primeros pasos en Menuda Noche). “Pero seguro que ese ni canta ni na’. Todo será autotune”. Increíble su interpretació de Hoy tengo ganas de ti, de Miguel Gallardo. Sólo un grande se atreve con los grandes. Sin embargo, en esta demostración, Abraham no estuvo sólo. “¡Cádiz!¿Cómo estamos?¿Queréis una sorpresita?. Aquí os dejo con mis hermanitos Lérica”, anunció el artista presentando al dúo formado por su hermano Tony Mateo y Carlos Arauzo. “La familia Mateo somos una piña. Este es el sueño de mi hermano y yo no podía perdérmelo”, explicaba Tony tras intepretar Pegamos Tela. La noche era de la familia Mateo y ellos no querían que acabara. 

Tema tras tema, y paulatinamente, el ritmo de la noche fue aumentando. “Señores esto va llegando a su fin”, anunciaba Abraham justo cuando el público tenía más ganas de fiesta. “Yo no me puedo ir ahora así. ¿Qué hacemos?”, lanzaba al aire. Y ni corto ni perezoso se puso a los mandos de una mesa de mezclas, improvisando una excitante sesión. Hasta el momento no conocíamos esta faceta suya. Y no lo hace nada mal, la verdad. Aunque el público agradeció este pase inesperado, nadie borraba de sus cabezas lo que de verdad habían ido a escuchar. Como ese niño al que se le da un caramelo, pero al que es imposible negañar, las gargantas desgañitadas imploraban el último quizás el tema más esperado de la noche. “Nos falta algo. Nos falta una canción, ¿no?”, chinchaba Abraham quien sabía de sobra que había llegado el momento de cantar Señorita. “Me lo he pasado increíble. ¡Qué viva vosotros! ¡Qué viva Cádiz Siempre!”, se despedía Abraham Mateo dejando la noche en el punto más alto. 

“¡No veas cómo canta el niño!”, comentaba el público camino del aparcamiento. Por si alguien aún tenía alguna duda, Cádiz tiene a uno de los grandes. Que nadie lo subestime.