El alcalde de Chiclana inaugura la Ruta de las Casas Monumentales

El alcalde de la ciudad, José María Román, ha inaugurado la Ruta de las Casas Monumentales, concretamente en la Casa Tenorio, ubicada en la calle García Gutiérrez. Un acto en el que ha estado acompañado por las delegadas Ana González y Mª Ángeles Martínez Rico. Esta nueva señalética indica la ubicación de 17 edificios, que incluyen iglesias, convento, palacetes y otros inmuebles bien conservados, que suponen una apuesta por el conocimiento de estas casas señoriales en el casco antiguo de la ciudad.

El auge de la señalética en los procesos de diseño que construyen la estética urbana de Chiclana responde a la necesidad que tiene la ciudad de adaptarse a nuevos retos comunicacionales. A estas transformaciones que sufre la localidad se suma el papel, cada vez más protagonista que tiene la movilidad a pie, debido al énfasis en la mejora del transporte público y a las estrategias de pacificación de las calles, de manera importante en el centro histórico y destinados al peatón.

José María Román ha señalado que esta iniciativa se suma a las que ya han venido poniendo en marcha en años anteriores con el objetivo de “sacarle brillo a todo el patrimonio arquitectónico que tenemos en la ciudad”. Además, ha agradecido la labor de todas las personas que dedican su tiempo a potenciar estas iniciativas, como son José Luis Aragón Panés, Jesús Romero Aragón, Jesús Romero Montalbán o José Antonio Ureba, entre otros muchos.

En esta ocasión, “se han ido configurando una serie de edificaciones de inmenso valor, que suponen algo más que pasear por la calle, ya que sirven para mostrar el por qué del nombre de una calle o de un edificio y su historia”. Además, el alcalde ha reseñado la importancia de contar las cosas y darles valor “y eso es lo que hacemos con estas placas que se han colocado. Estamos contando cuál es la historia de Chiclana a través de su arquitectura”.

Casas Monumentales

Palacete del Conde de las Cinco Torres

Siglo XVIII. Estilo neoclásico.

Construido por José Feduche, conde de las Cinco Torres. En el siglo XIX fue comprado por los Vea Murguía, fundadores de los astilleros gaditanos. A principios del siglo XX, la familia Rodríguez-Tenorio lo adquirió en propiedad. Una fuente de mármol hermoseaba el jardín interior. Actualmente y desde 1929, año de la Exposición Iberoamericana, se encuentra en Sevilla, a la entrada del Archivo de Indias. En 2023, una reproducción de ella forma parte del entorno arquitectónico de la Plaza Mayor, junto al Museo de Chiclana.

Iglesia de San Juan Bautista

Siglo XVIII. Estilo neoclásico.

Obra de los arquitectos neoclásicos Torcuato Cayón de la Vega y Torcuato José de Benjumeda. Comenzó a construirse en 1776 cerca del lugar donde se hallaba la antigua iglesia de San Juan Bautista, del siglo XVI. El 24 de junio de 1814, tras la ocupación francesa durante la Guerra de la Independencia, fue abierta al culto. Está considerada Como la obra arquitectónica religiosa neoclásica más importante de la provincia de Cádiz.

Torre del reloj

Siglo XVIII. Estilo neoclásico

Conocida popularmente como Arquillo del Reloj, forma parte de las antiguas casas consistoriales ubicadas en esta Plaza Mayor. Construida de nueva planta entre 1759 y 1787 para dar la hora, arrebatos, fuegos y otras urgencias, además de archivo. Es el edificio civil más emblemático de la ciudad. En la actualidad sirve de campanario a la iglesia mayor de San Juan Bautista. Está protegida como bien de interés cultural desde 1985.

Casa de los Briones

Siglo XVIII. Estilo neoclásico

Es uno de los edificios más representativos del neoclasicismo en la ciudad. Construida por Torcuato Benjumeda para la familia Martínez de Pinillos. Años más tarde fue de su propiedad, pasando en 1837 Manuel José de Porto y, en 1852, al torero José Redondo, ‘El Chiclanero’. En la década de 1950, la adquirió la familia Briones. En ella se inspiró el diseño de la existente fachada de las casas consistoriales. Actualmente es sede del Museo de Chiclana y de la Fundación Quiñones.

Convento e iglesia de Jesús Nazareno

Siglo XVII. Estilo barroco

Construido entre 1670-1674 es el edificio más representativo del Barroco en la ciudad. Su portada es la más bella muestra de las existentes en la provincia. El edificio, lectura entre las relaciones entre la Bahía y América, se debe a la figura de la madre Antonia de Jesús, fundadora del convento en 1666, y a la generosidad de la burguesía gaditana, ejemplarizada en las figuras de Carlos Presenti y Diego de Iparraguirre.

Casa de Carlos Presenti

Siglo XVII. Estilo barroco

Típica casa burguesa construida por el genovés afincado en Cádiz, Carlos Presenti, que heredó su hijo Juan Martín Presenti, primer Marqués de Montecorto, capitán de navío de la Armada Real. Han sido constantes sus reformas para usos diversos, desde colegio a horno de panadería, que han afectado tanto a la fachada como a su interior. Destaca el escudo nobiliario, uno de los mejores conservados en la ciudad.

Balneario de Brake

Siglo XIX

Construido por María Dolores Lorente, Madame Liní, en el primer tercio del siglo XIX. Fue uno de los dos balnearios con que contó la entonces Villa de Chiclana. Su construcción coincide con el auge de los balnearios en toda europa. Edificio singular, su estructura y belleza, hoy enmascarada, despertó admiración en su época.

Hospital del Niño Jesús

Siglos XVI-XIX

Construido a finales del siglo XVI, ha sufrido sucesivas modificaciones a lo largo de los siglos. Las más importantes en el XVIII, dándole un aspecto neoclasicista. A principios del XIX recibió un gran donación de la gaditana Carmen Picazo que permitió adaptar su uso a la enseñanza. En su interior conserva tres retablos barrocos.

Palacete del Conde de las Torres

Siglo XVIII. Estilo neoclásico

Construido en el último tercio del siglo XVIII por José del Retorillo, Conde las Torres, cuyo apellido da nombre a la plaza en que se encuentra ubicado. Edificio prototipo de casa jardín chiclanera, pasaría en el siglo XX a la familia de los banqueros gaditanos Gómez Arámburu. Externamente tiene influencia colonial.

Palacete del Conde del Pinar

Siglo XVIII. Estilo neoclásico

Construido en el primer tercio del siglo XVIII por Marcos del Hierro, primer Conde del Pinar. Natural de Saint Maló (Francia), estuvo casado con la chiclanera Ana de Aragón. Enriquecido con el comercio americano, formará un gran caudal económico. En Chiclana, su apellido ha quedado recogido en la toponimia local, dando nombre a esta calle fierro y al Pinar de Hierro.

Casa de Antonio Pizano

Siglo XVIII. Estilo neoclásico

En esta casa vivió Antonio Pizano Carrión, benefactor de la villa. Cargador a indias, conciliario de la Escuela de Nobles Artes de Cádiz y Mayordomo de las hermandades de Ánimas y de Humildad y Paciencia. Durante su vida fue un hombre comprometido con Chiclana y el bienestar de sus vecinos. Asimismo, impulsó diversas obras civiles y religiosas: Las del caño de la barca del río Zurraque y la finalización de la iglesia de San Juan Bautista entre los años 1812 a 1814.

Iglesia de San Sebastián

Siglos XVI-XVII.

A finales del siglo XVI, en un cerro junto al río Iro, se construyó la primera ermita bajo la advocación de San Sebastián. En el último tercio del XVII, con el incremento de población, se formó un nuevo barrio ampliándose la ermita hasta transformarla en iglesia. Se convirtió en parroquia auxiliar en 1730, y en parroquia independiente en 1786. La fachada principal de estilo neogótico está orientada hacia el río y a la zona de la ciudad denominada el lugar.

Palacete de Alejandro Risso

Siglos XVIII-XXI. Estilo neoclásico

Construido a finales del siglo XVIII a expensas de Alejandro Risso, cargador a indias y benefactor de la villa. Por disposición testamentaria de su propietario, se fundó en este edificio una casa de ancianidad y una escuela para la juventud desvalida. Durante la Guerra de la Independencia, el Rey José I Bonaparte pernoctó aquí en la noche del 19 al 20 de febrero de 1810. En 1928 se convirtió en la sede del Ayuntamiento, siendo una de las primeras construcciones de cemento armado en España. Fue remodelado entre 2007 y 2011.

Ermita del Santo Cristo de la Vera Cruz

Siglo XVI

Es el edificio religioso más antiguo de la ciudad. Ha sufrido numerosas modificaciones a través de los siglos. Una de las más importantes fue la llevada a cabo por Torcuato Benjumeda a finales del siglo XVIII. En su interior se venera la imagen del Santo Cristo de la Vera Cruz, del siglo XVII, a la que la tradición le atribuye origen mexicano.

Casa de Gregorio Collantes

Siglo XVIII. Estilo neoclásico

Construida por Torcuato Cayón Benjumeda en 1788, para el vecino de la Villa y natural de las montañas de Santander, Gregorio Collantes Estrada y Ceballos. Como otros muchos emigrantes cántabros del siglo XVII, hizo fortuna en Chiclana comerciando con vinos, aguardientes, licores y aceite. Posteriormente la adquirió la familia Rasquiero. En esta casa fueron custodiados, en 1808, los prisioneros franceses de la Batalla de Bailén. Durante la ocupación francesa de 1810, fue ocupada por oficiales del primer cuerpo del ejército Imperial del Mediodía.

Casa de los ‘Cándidos’

Siglo XIX

Antigua Plazuela del Matadero, en la casa que existió anteriormente aquí vivieron las figuras del toreo José cándido Expósito y su hijo Jerónimo José que alcanzó popularidad y prestigio en las primeras décadas del siglo XIX. José Cándido fue un mulato abandonado frente al orfanato Casa de Expósitos de Santa María del Mar de Cádiz y que más adelante fue adoptado por un matrimonio de Chiclana. José Cándido fue uno de los más famosos toreros de su tiempo. Su hijo Jerónimo José, también sería Matador, y uno de los más famosos de finales del siglo XVIII al ser considerado el creador de la escuela chiclanera.

Iglesia de San Telmo

Siglo XVIII. Estilo neoclásico

Construida a principios del siglo XVIII sobre la antigua ermita de San Telmo, del siglo XVII, titular de la cofradía de los Mareantes y Pescadores. En 1735 fue donada a los Agustinos Ermitaños por el Obispo Fray Tomás del Valle. Tras construir la nueva iglesia y convento, los agustinos se trasladaron a ella en 1778, abandonando su antiguo convento de San Martín (1577). En esta iglesia se venera la imagen de la Patrona de la ciudad, Nuestra señora de los Remedios.