El Ayuntamiento de Chiclana traslada a Vélez-Málaga a las mascotas abandonadas del Centro de Protección Animal Bahía de Cádiz

El Ayuntamiento ha trasladado a la totalidad de las mascotas abandonadas en Chiclana que se encontraban hasta hace poco tiempo en el Centro de Protección Animal Bahía de Cádiz, que gestionaba la empresa Athisa en la zona de La Soledad, a unas instalaciones ubicadas en la localidad de Vélez-Málaga. En concreto, se trata de 24 perros y seis gatos.

“Todo el mundo sabe la situación por la que han pasado estos animales y que hemos padecido los consistorios de la Mancomunidad de Municipios de la Bahía de Cádiz, entidad que gestionaban la perrera ubicada en Chiclana, ante la mala praxis por parte de la empresa adjudicataria del servicio de recogida, transporte y albergue de estos y no podíamos quedarnos de brazos cruzados”, comentó al respecto el delegado municipal de Bienestar Animal, José Alberto Cruz.

Por este motivo, “en estos días, hemos procedido al traslado de una treintena de ellos a un centro de Vélez-Málaga, que realiza una labor muy buena”, añadió José Alberto Cruz. Asimismo, declaró que, una vez alojados en este espacio, desde el Ayuntamiento, “estaremos vigilantes para que se les proporcione un buen trato por parte de la empresa responsable”.

De esta manera, el consistorio chiclanero sigue la senda que emprendió San Fernando  hace una semana cuando retiró a todos sus animales de estas instalaciones, "ante los reiterados incumplimientos de la empresa concesionaria y, especialmente, los de la Mancomunidad de municipios", según explicó en un comunicado el gobierno municipal, que envió a sus 14 perros y una gata a “una residencia que reúne todas las condiciones de calidad de vida exigidas por la Ley de Bienestar Animal".

Cabe recordar que la gestión del servicio de recogida, transporte, albergue y adopción de animales abandonados en los municipios de Cádiz, Chiclana, Puerto Real y San Fernando, realizada por la empresa ATHISA ha sido objeto de numerosas denuncias, principalmente entre los voluntarios que prestaban sus servicios en este espacio.

Además, las propias inspecciones de la Mancomunidad dieron como resultado informes desfavorables en cuestiones tan básicas como de la falta de suministro adecuado de agua potable, la manutención de los animales y el mantenimiento y conservación del centro.

Todo ello desembocó en el secuestro del servicio por incumplimientos graves en octubre pasado.