Chiclana, objeto de una investigación sobre cambio climático y turismo

 El cambio climático representa un enorme desafío para el sector turístico. En la actualidad, sus consecuencias se perciben como una auténtica amenaza para las zonas costeras y su patrimonio natural, económico y cultural. Como ejemplo, cabe destacar que los fenómenos climáticos extremos, como las tormentas y la subida del nivel del mar, pueden dañar la infraestructura turística y los recursos naturales, mientras que el aumento de temperaturas y la acidificación marina afectan negativamente a los ecosistemas. Este escenario preocupa considerablemente en España, ya que el turismo es el pilar de su economía, al representar el 12% del Producto Interior Bruto (PIB).

Con el objeto de conocer y hacer frente a esta situación, se ha puesto en marcha el proyecto de investigación internacional VIGIA, que ha seleccionado a Chiclana y Tarifa como destinos pilotos para sus estudios.

De esta manera, un equipo multidisciplinar formado por una veintena de investigadores analizará diferentes y variados datos que proporcionarán los ayuntamientos de estos municipios en los dos años de duración de este estudio, que forma parte del Plan Nacional de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación. En él participan científicos de la Universidad de Cádiz, a través de sus facultades de Filosofía y Letras, Ciencias del Mar y Ciencias Sociales y Comunicación; de la Universidad Complutense de Madrid, el Instituto Universitario de Investigación Marina, el Consejos Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad Nacional de Mar de Plata (Argentina) y la Universidad de San Antonio Abad de Cusco (Perú).

En concreto, VIGIA tiene como objetivo desarrollar herramientas innovadoras para proporcionar a los gestores turísticos y a las administraciones públicas información valiosa y prácticas efectivas para adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático, asegurando así la sostenibilidad del sector a largo plazo.

Por tanto, aunque el proyecto utilizará a Chiclana y Tarifa como casos de estudio, su intención es que los resultados y metodologías desarrolladas puedan adaptarse y aplicarse en otras regiones costeras. Y es que VIGIA pretende ser una referencia en la materia y sus impulsores tienen muy presente que la preservación del patrimonio natural y cultural es uno de los grandes retos del turismo.

Como parte de este proceso, recientemente, el alcalde de Chiclana, José María Román, mantuvo una reunión con las investigadoras Beatriz Gasalla y María Maestro y los responsables del proyecto, los profesores Manuel Arcila y Adolfo Chica, en el que animó al grupo a seguir varias líneas de trabajo relacionadas con los cambios térmicos, la alteración de los vientos, la lluvia, los cambios en la masa forestal, la avifauna y la granulometría de la arena de las playas. De hecho, el Ayuntamiento de Chiclana lleva varios años estudiando la variación de los perfiles de las playas, “con la tranquilidad que aporta un modelo turístico diseñado hace más de 30 años con los criterios de sostenibilidad que hoy se requieren”, afirman desde el Consistorio.

“Lo hicimos bien y lo queremos seguir haciendo mejor que nadie, por eso tenemos un destino de excelencia, reconocido por instituciones públicas y privadas como Exceltur, que reúne a las principales multinacionales del sector y que sitúa siempre a Chiclana entre los destinos turísticos sostenibles más destacados del país”, señaló el regidor municipal. Para recalcar posteriormente que, en la actualidad, “nuestra apuesta no es captar más turismo, sino conquistar a los mejores clientes para Chiclana”.

 Por su parte, el portavoz del equipo investigador, Manuel Arcilla, explicó la elección de Chiclana para este estudio por “su carácter singular, en cuanto al número de turista, pero también por ser pionero en su respeto al litoral y un buen ejemplo para destinos situados en el Mediterráneo”. También detalló que en los próximos meses trabajarán con los técnicos del Ayuntamiento para recabar información de la localidad (que cuenta con un Plan municipal contra el cambio climático), organizar talleres y sensibilizar a la ciudadanía y a los agentes turísticos sobre el cambio climático y el desarrollo turístico.

Adolfo Chica quiso poner de manifiesto que “no se trata de estar en contra del turismo”, sino de conocer cómo está evolucionando este y el cambio climático, para construir una herramienta útil que gestione mejor este sector económico y vele por el patrimonio costero.

VIGIA es un acrónimo que responde a las siglas en inglés de ‘Evaluación de la vulnerabilidad e impactos del cambio climático: métodos innovadores para áreas turísticas costeras’. Para alcanzar sus objetivos, se estructura en varias fases, que combinan enfoques teóricos y aplicados y usa metodologías tanto cuantitativas como cualitativas.

En estos momentos, se encuentra en la etapa de recopilación de datos, a través de documentación, estadísticas y entrevistas. Con los resultados se diseñarán indicadores sobre la capacidad de carga turística, el potencial del territorio, la evaluación de la vulnerabilidad de los destinos y el impacto socioeconómico.

En la última fase, las herramientas e indicadores desarrollados serán validados en Chiclana y Tarifa.

Los resultados obtenidos serán difundidos a través de publicaciones en revistas científicas y presentaciones en conferencias nacionales e internacionales.

Además, se tiene previsto organizar talleres de formación para gestores turísticos y administraciones públicas, así como seminarios abiertos al público para sensibilizar sobre la importancia de la sostenibilidad en el turismo costero.

Por otro lado, los responsables de este proyecto también contemplan la creación de contenidos digitales, incluyendo vídeos y materiales interactivos, con la finalidad de compartir los conocimientos generados y promover la adopción de las mejores prácticas turísticas posibles.