Chiclana retoma el debate acerca de la tasa turística
El Pleno debate este martes una moción de IU sobre esta medida, a la que se oponen las asociaciones locales de empresarios y hosteleros
IU llevará al próximo Pleno la implantación de una tasa turística en Chiclana
Chiclana, quinto municipio de España con mayores ingresos procedentes del turismo
Cuando la controversia en Andalucía sobre la tasa turística parecía zanjada, tras ser rechazada por el Parlamento Andaluz (PP y VOX), Izquierda Unida de Chiclana no tira la toalla e insiste en ello, al poner sobre la mesa esta semana nuevamente este discutido asunto. De tal manera que este martes lo llevará al Pleno Municipal, con el objeto de que “el Ayuntamiento de Chiclana muestre un posicionamiento claro en este debate y se sume a la gran cantidad de municipios que están solicitando la creación de esta tasa”, afirman desde la formación política.
En concreto, la moción de Izquierda Unida, insta a la Junta de Andalucía a la implantación de este gravamen sobre el alojamiento turístico, “al que puedan acogerse los municipios que así lo crean oportuno, de forma que se reduzca la tensión sobre los servicios públicos que ejerce el turismo”.
Y dice tener claro que “las personas que nos visitan y también disfrutan y se benefician de todos estos servicios que les ofrecemos en Chiclana deben colaborar en su mantenimiento a través de una tasa turística. Un esfuerzo compartido que revertiría de manera positiva tanto en nuestra propia ciudad como en las personas que la eligen como destino”.
Sobre esta cuestión, es importante apuntar que Exceltur situó en 2023 a Chiclana como el quinto municipio de España con mayores ingresos procedentes del turismo, con una rentabilidad de 187 euros por habitación disponible.
Por otro lado, el impuesto planteado en la mayoría de los lugares suele ser de unos pocos de euros. Sirva como ejemplo la moción presentada por el Grupo Mixto- Adelante Andalucía y apoyada por PSOE y Por Andalucía, en la que este oscilaba entre el euro al día para los hoteles de una estrella hasta los cinco para los de cinco estrellas. En cuanto a los apartamentos turísticos, sería de tres euros al día, mientras que en hostales, pensiones y albergues se contemplaba que fuera de 0,75 euros al día.
Dicho esto, el debate está servido en Chiclana. Unos, como los promotores de esta iniciativa, defienden, en líneas generales, que es una cantidad simbólica con la que se generarían unos ingresos que revertirían directamente en los servicios públicos, muchos otros la consideran perjudicial, debido, entre otras razones, al posible rechazo que podría suscitar entre los turistas.
“Partidario a priori” de la creación de esta tasa se muestra el alcalde de Chiclana, José María Román, siempre y cuando haya que pagarla “en todo tipo de viviendas vacacionales y en los meses de temporada alta”, a la vez que lamenta que se esté “hablando con demasiada frivolidad sobre este tema”.
Para añadir que “sería positiva en términos de sostenibilidad”, comparándola con la zona naranja, que con toda seguridad entrará en funcionamiento el próximo verano y se ceñirá a esos meses.
El regidor municipal finaliza diciendo que “hoy, estamos enfocados en seguir mimando el turismo, de forma que la temporada alta se vaya extendiendo a otros meses”.
Rotundamente en contra está el presidente de la Asociación de Empresas de Chiclana, Antonio Junquera, quien declara: “Que el sector turístico vaya bien no significa que haya que cargarlo de impuestos” y tras esto recuerda el incremento del IBI a los hoteles y la zona naranja. “Estaríamos ante tres tasas que gravarían al turista”, sentencia.
Por otro lado, desvela que, en el último Consejo Empresarial de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), se concluyó que esta medida supondría generar una competencia fiscal entre territorios, a la vez que, al gravar sólo el alojamiento reglado, “se incrementa aún más el incentivo a la clandestinidad y, por tanto, a las actividades económicas y laborales irregulares”. Además, agrega “sería un impuesto que afectaría de forma directa a todos los andaluces, pues todos estarían obligados a su pago”.
Por último, Antonio Junquera señala que en Chiclana sería conveniente hacerse una pregunta: “¿Queremos que otras manos pesquen en el caladero turístico que tanto nos ha costado?”
El presidente de la Asociación Chiclanera de Hostelería, Vittorio Canú, también manifiesta su oposición a esta idea. Cree que es efectiva “en casos puntuales que se dan en ciudades europeas que sí tienen un problema de saturación”, pero en Chiclana “no es el momento”, concluye.
Cabe señalar que, aunque en Andalucía la implantación de esta tasa ha sido rechazada, en otras comunidades están actualmente dando pasos en este sentido. Así, desde la Consejería de Turismo del Gobierno Vasco, se reconocía hace escasos días que estaban trabajando en una propuesta de consenso, mientras que el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, también revelaba que se estaba analizando el tema, pero que, en todo caso, sería opcional para los concellos acogerse a ella o no. En el extremo opuesto está el Gobierno Valenciano que, en noviembre de 2023, derogó la tasa antes de que entrara en vigor.
Por tanto, de momento, en España solamente se emplea en dos comunidades: Cataluña e Islas Baleares.
Cataluña fue la pionera y comenzó a cobrarla en 2012, mientras que en las Islas Baleares tienen el llamado Impuesto de Turismo Sostenible desde 2016.
Actualmente, se aplica en 137 ciudades de 20 países. Roma, Venecia, Florencia, Lisboa, Oporto, Berlín, Hamburgo y Barcelona son algunas de las urbes que cobran al turista por pernoctar.
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