Ricky histórico
Sin apenas palabras el artista conectó con su lado más íntimo en una noche marcada por el triunfo de la Selección
Búscate en el concierto de Ricky Martin
Cádiz siempre acoge. Cádiz es hogar para el foráneo y refugio para el extranjero. Cádiz es siempre sinónimo de volver a casa. “Esta noche voy a revivir mi historia, esa en la que ustedes estuvieron conmigo. Yo siempre vuelvo y siento esta pasión, estas miradas y estas sonrisas. Buscamos siempre más canciones para volver a casa. Aquí tienen lo mejor de mi música. Espero que los disfruten tanto como yo”, aseguró Ricky Martin en Chiclana durante su actuación en Concert Music Festival.
Normalmente los conciertos son espacios donde la distancia entre artista y público se acorta exponencialmente. De hecho, eso es lo verdaderamente chulo de estas cosas: escuchar de boca del protagonista comentarios, anécdotas e historias que no se sabrían de otra forma. Sin embargo, aunque esto no fue posible con el puertorriqueño-la hora de comienzo se vio atrasada por la final de la UEFA- sí que consiguió conectar mostrando su lado más íntimo y romántico.
La velada comenzó bastante temprano. Desde hacía meses se sabía que Ricky Martin actuaría esa noche; lo que nadie presagió es que esta cita se podía pisar con la final de la UEFA. Y lo que tampoco nadie suponía es que la Selección Española la iba a jugar. ¿Quién podía perdérselo? Un par de días antes del concierto las entradas ya inundaban las webs de reventas. A eso había que ponerle solución por lo que la organización del festival optó por proyectar el partido en una pantalla gigante. Todo solucionado. Los corazones divididos de los gaditanos ya podía respirar aliviados. Si España ganaba, la fiesta estaría asegurada; si perdía, no pasaba nada: tenían a Ricky Martin para consolarse (las penas con música son menos penas, ¿no?). Tras una hora y media de pura tensión, a las 22.54 horas el árbitro François Letexier pitaba el fin del partido. Un tsunami de alegría inundó el recinto de Concert Music Festival. La Selección Española acababa de proclamarse campeona. El alborozo del público era desbordante. Rápidamente se cortó la emisión y como un torbellino, lleno de fuerza y energía, aparecía Ricky Martin sobre unas escaleras. Imponente, formidable, atrevido, seductor, descarado. Quedó claro que aun con sus 52 años sigue siendo igual de extraordinario. Desde el otro lado, en la pista, el público (mayoritariamente femenino) gritaba e incluso lloraba (el nivel de hormonas era bastante elevado); desde las gradas nadie podía permanecer sentado. Era difícil. Y no sólo por él. Junto al artista siete bailarines convertían el show Ricky Martin Live 2024 en un espectáculo hipnótico del que era imposible apartar la mirada. Está claro que el principal reclamo era él, pero sin ese cuerpo de baile la actuación no hubiera sido lo mismo. Hubo que esperar tres canciones (Pégate, María y Adrenalina) hasta poder escuchar el primer saludo de la noche. “Buenas noches Cádiz. ¿Cómo están?. ¡Enhorabuena! Vamos a celebrar con mucha pasión y mucha entrega, como siempre hacemos”, gritaba el artista.
Sin prisas, pero también sin pausas, la noche continuó con otros temas como Shake Your Bon-Bon (totalmente magnético), Lola, Lola, o She bangs. Y cuando ya las pulsaciones no podían subir más, se cambió totalmente de tercio a una parte mucho más íntima donde Ricky demostró que los más guapos también sufren por amor. Disparo al corazón fue la primera canción de este bloque. “Estoy un poco romántico. Me quiero quedar en este rollo”, aseguraba el cantante. “Para el cariño, para el amor, para que el corazón lata un poquito más”. Y en este punto el concierto subió a un nivel pro, tan sólo seguido por las fans de verdad, aquellas que se conocen su discografía entera -incluso los temas menos famosos- y que pudieron seguir los acordes de Fuego de Noche, Nieve de día (1995), Asignatura Pendiente (2003), Tal Vez (2003), Te extraño, te olvido, te amo (1995) y Tu recuerdo (2006).
Sin embargo, a pesar de que el cantante ya estaba bastante emocionado, el show debía continuar y La Mordida, Por arriba, por abajo, Venta Pa’ Ca, Living la Vida Loca y La Copa de la vida (¡Cómo no!), cerraron una noche donde el público se quedó con ganas de más. Legendaria La Roja. Legendario Ricky. Históricos los dos.
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