La enésima crisis del PP de Chiclana pone en una difícil situación al partido
La salida de dos ediles en dos meses deja a la formación en cuadro cuando no se ha cumplido ni la mitad de la legislatura
Este tipo de problemas internos hace más compleja la labor de oposición y provoca dudas en la militancia y los simpatizantes
La Junta Directiva del PP de Chiclana muestra “su unidad y compromiso con la ciudad”
Chiclana/El Partido Popular de Chiclanacomenzaba el año 2025 igual que terminó el pasado 2024, con el anuncio por parte de uno de sus concejales en el grupo municipal del abandono de las filas populares para pasar al grupo de los no adscritos, una situación que, además de sembrar muchas e importantes dudas en el entorno de la citada formación de derechas, tanto entre su militancia como entre los simpatizantes, pone al citado grupo municipal en una compleja tesitura de cara a los más de dos años que restan de legislatura, con tan solo siete ediles de los nueve con los que comenzó este periodo corporativo.
De esta forma, tras el anuncio de abandono del partido que hacía uno de sus miembros más antiguos, en lo que a representación municipal se refiere, Diego Rodríguez, el pasado mes de diciembre, en este último caso ha sido alguien con mucho menos trayectoria en el partido, Oscar López, oficialmente vinculado al mismo desde 2021, pero que ya ostentaba también el cargo de concejal popular.
En ambos casos, las salidas de estos ediles se ha argumentado por parte de los protagonistas esgrimiendo discrepancias con la actual línea política del grupo municipal, algo que ha evidenciado la punta de un iceberg cuya profundidad está aún por revelarse, toda vez que algunas voces cercanas a la formación aseguran que no serán las últimas salidas.
Cabe recordar, además, que en la misma jornada en la que se producía la salida del concejal Óscar López, minutos más tarde, se sumaba la renuncia de Fátima Zebaire, quien concurrió a las elecciones municipales de 2023 como suplente en la lista que encabezaba Ascensión Hita. La joven anunció en redes sociales su decisión de darse de baja de Nuevas Generaciones y, por tanto, también del PP de Chiclana.
Todo ello deja tras de sí una formación que tendrá que afrontar ahora más de dos años de legislatura en clara desventaja con respecto al Gobierno municipal, no sólo ya por la aritmética que reduce a siete ediles el grupo municipal, sino también por la sensación de fragilidad de un partido que tendrá que volver a poner en marcha un nuevo cambio de ciclo y transformación interna, como viene sucediendo en demasiadas ocasiones durante los últimos años.
Se trata pues de un camino de necesaria recomposición, después de que, al menos en el caso de Diego Rodríguez, la presidenta local, Ascensión Hita, se quedara sin su mano derecha y uno de sus pilares en el proceso de transformación que el la formación popular inició ya en el año 2020, tras la salida inesperada y accidentada del anterior presidente, Andrés Núñez.
Todo ello en un momento en el que el partido al frente del Gobierno municipal, el PSOE de José María Román, se encuentra en una de sus etapas más plácidas, sin prácticamente oposición en lo que a las decisiones municipales respecta, como se evidenció en la aprobación de los últimos presupuestos de la ciudad, unas cuentas que los socialistas pudieron sacar adelante sin la necesidad siquiera de que estuvieran presentes en el Pleno de aprobación todos los miembros de su grupo municipal, ni uno de los ediles de IU, con quienes conforma el pacto de gobierno.
Sin duda, los próximos dos años y medio, hasta las municipales de 2027, el PP chiclanero tienen ante sí un nuevo reto de consolidación de un proyecto de futuro con una base sólida, dejando de lado definitivamente las disputas y las luchas internas, y con una propuesta que aleje a la formación de la debilidad en la que ahora mismo se encuentra, al menos en lo que se evidencia de cara al exterior por los continuos reveses internos con los que está teniendo que lidiar en los últimos meses.
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