Cruz Cafuné: el ángel que reventó Sancti Petri
Contra todo pronóstico el canario sorprendió en una de las noches más multitudinarias de Concert Music Festival
Belén Aguilera:"'Metanoia' es mi proceso de transformación tanto personal como profesional en este competitivo mundo de la industria musical"
Chiclana/Una pregunta se ha dejado escuchar estos días por Cádiz con bastante recurrencia. “¿Cruz Cafuné? ¿Quién es ese?”. Ambas cuestiones han sido ya respondidas. Las presentaciones hechas. El cantante canario no podía haber aterrizado con mejor pie por el sur de Andalucía. “La primera vez por aquí abajo y ha sido increíble. Están locos, cabrones. Muchísimas gracias de todo corazón”, se despedía el rapero canario en su concierto del pasado lunes en Chiclana. Pero las cosas hay que contarlas bien, por el principio.
Lo que parecía una de las noches más corrientes de Concert Music Festival se desveló desde el comienzo como una de las citas más multitudinarias vividas este año en Sancti Petri. El poblado pesquero se quedaba pequeño para albergar tanto a los autobuses como a los cientos de coches (algunos de ellos de algún padre) que intentaban encontrar aparcamiento: bien para bajar a los pasajeros, bien para soltar a los hijos y al grupo de amigos, o bien para, simplemente, abrir las puertas del maletero y tomar alguna copa antes de acceder al recinto. A pesar de la gran afluencia, la entrada se hizo de forma totalmente ordenada, sin atropellos. Nada hacía presagiar la marabunta que esperaba al rapero en la pista. La temperatura iba subiendo. Nunca fue más verdad eso de que el roce de los cuerpos eleva la temperatura. La noche es joven, y allí la mayoría no pasaba de los 25 años. Finalmente, la expectación y la emoción se terminaron de quebrar a las 22.37 horas. Cruz Cafuné aparecía en el escenario cantando Turbo, disparando letras sin remedio. Y a partir de este punto, ya no hubo vuelta atrás.
Muy similar a una sesión de gimnasio -en la pista el sudor corría sin remedio- las pulsaciones fueron subiendo. Una buena sesión de cardio, de unos 90 minutos, donde ningún cuerpo ni mente tuvo tiempo de descansar, enlazando letras a través de más de veinte temas que recorrieron la corta y prolífica carrera de este joven de 32 años. Hora y media no fue suficiente para recitar Me muevo con Dios y Blu€s, los dos álbumes que hasta el momento ha publicado Cafuné. Dentro de esta sesión, digna de una buena clase de spinning, tan sólo hubo tiempo para cuatro intervenciones -donde el artista siempre se mostró muy agradecido al público- y dos paradas causadas por ambos desmayos entre el público. La primera de ellas durante su tema 4PREZ ; la segunda vez en Lila & Snitch. “¿Qué pasó? ¿Se reventó?”, preguntaba el artista (en Canarias el verbo reventar hace referencia a alguien que se fatiga mucho por el exceso de trabajo). De trabajo no sabemos; pero de saltar, cantar y formar “bulla” allí iba todo el mundo bastante sobrado.
Pocos cuerpos aguantan ese ritmo (impensable para los que cruzan la barrera de los 30 años); y hubo que volver a la calma. “Vamos a ir bajando revoluciones poco a poco”, sugería Cafuné a las 23:47 horas tras una hora de concierto. Y llegó el momento más íntimo con temas muy emotivos (dignos de ser leídos y descubiertos al mismo tiempo en la pantalla del móvil), como Fabiola, Cangrinaje o ISSEY MIYAKE.
Por ahora sólo tiene 32 años, pero ya vuelva muy alto. A la altura de los mismos dioses. A saber donde estará en unos años. Contra todo pronóstico, Cruz Cafuné ha hecho historia en Cádiz.
También te puede interesar