Dudas frecuentes en torno a la hucha de las pensiones

¿QUÉ ES LA HUCHA DE LAS PENSIONES?

Constituido en el 2000, el Fondo de Reserva de la Seguridad Social (la “hucha de las pensiones”) es un fondo de estabilización y reserva creado para hacer frente a las necesidades futuras de las prestaciones contributivas, principalmente pensiones.

¿ES LO MISMO QUE LAS COTIZACIONES?

No, no es lo mismo. Las cotizaciones sociales son las aportaciones obligatorias de trabajadores y empleadores que financian prestaciones como pensiones de jubilación o incapacidad. El Fondo de Reserva se nutre de los excedentes de estas cotizaciones cuando los ingresos superan los gastos.

¿DE DÓNDE SALE EL DINERO?

Las principales formas de financiamiento son tres: excedentes, a modo de colchón, de las cotizaciones sociales; inversiones de estos excedentes en activos financieros de alta calidad y el MEI.

¿QUÉ ES EL MEI?

Desde el año pasado, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional ha introducido una sobrecotización del 0.6% en las cotizaciones sociales, dividida entre el 0.5% a cargo del empleador y el 0.1% a cargo del trabajador Así se intenta intentar enfrentar los desajustes demográficos que se prevén en el futuro. 

¿CÓMO LO HACEN OTROS PAÍSES?

En muchos países europeos, como es el caso de España, predomina el sistema de reparto (Pay-As-You-Go), donde las cotizaciones de los trabajadores activos financian las pensiones de los jubilados actuales. En Chile o Estados Unidos utilizan el sistema de Capitalización Individual, por el cual cada trabajador ahorra en una cuenta individual, gestionada por fondos de pensiones que invierten en los mercados financieros. Y luego está el sistema mixto, que combina ambos, que es el que emplean en Suecia o Países Bajos: el sistema holandés, que combina un esquema de reparto público con un fuerte componente de capitalización privada, principalmente gestionado a través de fondos de pensiones ocupacionales, es considerado uno de los más sostenibles de Europa.

¿QUÉ ES LA MOCHILA AUSTRÍACA?

Con la mochila austríaca, las empresas hacen aportaciones obligatorias, generalmente del 1.53% del salario bruto del trabajador, a un fondo individual. Este fondo se acumula a lo largo de la vida laboral del empleado y puede ser utilizado en situaciones como despido, finalización de contrato o al llegar a la jubilación. A diferencia del sistema tradicional de indemnización por despido, permite que el trabajador conserve estos fondos, incluso si cambia de empleo, lo que favorece la movilidad laboral. Si el trabajador se “mueve” se lleva con el “su mochila”. 

¿CUÁLES SERÍAN SUS PROS Y CONTRAS?

Entre los beneficios de este sistema, apunta el Colegio de Economistas de Cádiz, estaría que favorece la movilidad laboral, que puede servir de complemento para la jubilación –en caso de no utilizarse–, reducción en la temporalidad –al disminuir el costo por despido– o que facilitaría la gestión financiera de las empresas. Entre los contras, estarían el abaratamiento del despido, la baja acumulación de fondos en empleos con alta temporalidad y las posibles dificultades de implementación.