El esfuerzo colectivo para proporcionar un hogar a perros y gatos abandonados de Chiclana
La ciudad tenía unas sesenta mascotas en el Centro de Protección de Animales Bahía de Cádiz
Puerto Real traslada los animales abandonados y perdidos a un centro autorizado en Málaga
Así viven los perros en el Centro de Animales Bahía de Cádiz
En noviembre pasado, la Mancomunidad de Municipios Bahía de Cádiz decidía cerrar el Centro de Protección de Animales, situado en Chiclana y gestionado por la empresa Athisa, ante las reiteradas denuncias sobre la terrible situación que atravesaban, tal y como se constató en diferentes inspecciones, que llegó a ser calificada como “campo de exterminio”.
Esta solución zanjaba este vergonzoso asunto, al menos en lo que al padecimiento de estas mascotas abandonadas concierne, pero daba paso a un nuevo y acuciante dilema: qué hacer con los perros y gatos alojados en este espacio procedentes de Cádiz, Chiclana, Puerto Real y San Fernando. Había que buscar rápidamente un hogar que cumpliera con la Ley de Bienestar Animal, un lugar donde de una vez por todas estuvieran en condiciones dignas.
De los cuatro ayuntamientos, quien lo tenía más difícil era el de Chiclana, ya que unos sesenta perros y gatos que malvivían en el recinto clausurado eran de su responsabilidad, según relata su delegado municipal de Bienestar Animal, José Alberto Cruz.
El escenario, sin duda, era complejo, por lo que pronto se pusieron manos a la obra, siempre en colaboración con protectoras del municipio, a las que menciona una y otra vez José Alberto Cruz. “Quiero darles las gracias, porque desde el primer momento voluntariamente han proporcionado toda la ayudar necesaria, sumando y creando equipo, que es lo que se debe hacer cuando ocurren cuestiones como esta. Sin ellas no hubiera sido posible dar solución a este problema”.
Efectivamente, hoy, algunos de esos animales han sido adoptados, otros se encuentran en protectoras y 24 perros y una gata fueron trasladados según marca la ley, a un centro de acogida de la localidad malagueña de Vélez-Málaga, un espacio que “proporciona un trato adecuado a estos, una frase que puede sorprender a algunos, pero no a quienes conocen todo lo que han pasado”, asegura el responsable municipal, que se muestra “muy emocionado” por la rápida evolución de estos desde que llegaron a su nuevo hogar. No obstante, la Delegación no baja la guardia. José Alberto Cruz advierte: “Estamos vigilante, a la vez que desde esta empresa nos informan constantemente de cómo se desarrolla la vida de estos, con fotografías y vídeos, donde se puede apreciar que están muy felices”. Y recalca: “Este momento es realmente muy importante, porque hemos logrado dar una segunda oportunidad a estas mascotas, especialmente porque muchas no conocían otra cosa”.
Sobre el proceso que ha llevado a estos animales a Vélez-Málaga, el concejal admite que “no fue sencillo. Los centros más cercanos a Chiclana estaban saturados y, dentro del abanico de posibilidades que quedaba, fuimos descartando aquellos en los que no confiábamos, aquellos que entendíamos que no garantizaban con total certeza el bienestar animal. Asesorados por asociaciones, escogimos la opción más segura”.
Sin embargo, el tema no está del todo resuelto. En estos momentos, el Consistorio chiclanero se encuentra inmerso en la redacción de la licitación no solo del servicio de acogida sino también el de recogida, ya que la Mancomunidad, al resolver el contrato con la empresa Athisa, también anuló este último.
José Alberto Cruz se muestra esperanzado en que este proceso administrativo se realice “lo más rápido posible, debido a la urgencia de este asunto”. Mientras, las mascotas que sean abandonadas durante este periodo de tiempo se llevarán al equipamiento situado en la ciudad malagueña. Paralelamente, asegura, sin querer desvelar mucho más, “el Ayuntamiento trabaja en definir qué centro de acogida queremos para Chiclana”.
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