El fallido centro de acogida para mascotas del Cementerio Mancomunado

Resulta extraño que durante estos días de idas y venidas con el espeluznante Centro de Acogida de Animales Bahía de Cádiz, de búsqueda de hogar para estas mascotas abandonadas, de denuncias de irregularidades, de inspecciones y de reuniones urgentes para dar solución a este tema ninguno de los cuatro ayuntamientos responsables de estos sufridos perros y gatos -San Fernando, Chiclana, Puerto Real y Cádiz- se haya acordado del macroproyecto de Cemabasa (Cementerio Mancomunado Bahía de Cádiz), dado a conocer hace 17 años y que incluía una instalación de estas características en unos terrenos adyacentes que se habían adquirido para tal fin, acompañada de un cementerio de mascotas y un espacio para la producción de flores.

Solo la concejala de Bienestar Animal de San Fernando, María José Foncubierta, ha puesto sobre la mesa la opción de que sea esta empresa pública quien se encargue de esta prestación, debido a que “en sus propios estatutos recoge el objeto social de dar servicio de recogida, residencia, albergue, adiestramiento y los de refugio para animales abandonados y perdidos, así como los de su cesión y adopción, entre otros”, declaró hace unos días.

Tal vez, esta omisión sea consecuencia de que, dado el tiempo transcurrido desde su anuncio, sus políticos no recuerden o incluso ignoren la existencia de este planteamiento. Esto le sucede al gerente de Cemabasa, José Luis Ferrer, quien reconoce desconocerlo y afirma que en estos momentos no tiene instrucciones al respecto ni “está previsto en un principio”. Algo que es rotundamente evidente.

 Y es que, desde 2016, sobre esta cuestión se cierne el más absoluto de los silencios, aunque sí se ha mencionado varias veces el cementerio de mascotas, sobre el que José Luis Ferrer asegura que “ya se tiene licencia municipal para su construcción”.

Ante tanto sigilo, quizás sea conveniente refrescar la memoria. La primera noticia que recoge este equipamiento data de enero de 2008, y en ella se dice: “Ayer se presentó ante la Mancomunidad de Municipios de la Bahía de Cádiz un novedoso y completo proyecto de centro de acogida de animales abandonados que contempla, entre otras instalaciones, un cementerio para mascotas”.

Meses más tarde, su presidente entonces, Felipe Márquez, se quejaba de que el equipo de gobierno municipal chiclanero saliente del PP no había cedido nunca “los terrenos colindantes al Cementerio Mancomunado para la apertura de un centro de atención integral a los animales domésticos abandonados”.

 Hay que esperar hasta 2011 para que de nuevo se mencione esta ambiciosa idea. Entonces, la información hacía referencia a que el consejo de administración del Mancomunado había “aprobado el pliego de condiciones para la adquisición de unos terrenos dedicados a un centro zoosanitario”.

Allí se construirá un cementerio para mascotas, indicaba la noticia, y un espacio “que estará dirigido por un veterinario, atenderán gatos, perros, tortugas y todo animal que se encuentre abandonado o que sea depositado por su dueño”. Dicho recinto, añadía, “va a estar adscrito a las poblaciones de Cádiz y Chiclana, cuyos ayuntamientos son los accionistas de Cemabasa. Este proyecto nace con el objetivo de fomentar la adopción de los animales abandonados”.

Es más, su máximo dirigente en esas fechas, Ignacio Romaní, declaraba que “hemos dado el primer paso para solucionar un problema sobre el que existe mucha sensibilidad social, como es recoger y tratar a estos animales”.

En 2016, se retoma esta cuestión y la empresa comunicaba el cambio de su objeto social, precisamente, para dedicarse a tal fin. Así lo recogía Diario de Cádiz: “El Consejo de Administración del Cementerio Mancomunado de la Bahía de Cádiz S.A. (Cemabasa) ha aprobado modificar su objeto social para poder hacerse cargo del servicio de recogida de animales para las ciudades de Cádiz y Chiclana”. El presidente de la entidad, Martín Vila, explicaba que con esta medida “se inicia un proceso para dar respuesta a un problema que afectaba a las dos ciudades, dado que era difícil encontrar a una empresa que se hiciera cargo del servicio de recogida de una sola”. Y así se plasma hoy en el artículo 3 de sus estatutos, tal y como señalaba la edil de San Fernando, circunscribiendo estos servicios a ambos municipios. A partir de aquí nada más se ha sabido, hasta estos días cuando su gerente, después de 17 años y a preguntas de este periódico, ha subrayado que “no está previsto inicialmente”.

Sí es verdad que el cementerio de mascotas prospera, pero a un ritmo excesivamente lento, muy parecido al de grandes infraestructuras como el Trembahía, cuyo proyecto se aprobó en 2007 y entró en funcionamiento en 2022. 

Tras el visto bueno del pliego de condiciones para la compra de los terrenos allá por 2011, en septiembre de 2018, el Consistorio chiclanero informó que se había aprobado la licencia de obras para el acceso a dichas instalaciones. Cuatro años más tarde, en noviembre de 2022, la Junta de Andalucía da el visto bueno al proyecto y se calculaba que empezaría en el primer semestre de 2023. No ha sido hasta el pasado año cuando, según indica el gerente de Cemabasa, el Ayuntamiento ha dado luz verde a la licencia de obras.