La Fundación Daniel y Nina Carasso elige el proyecto de recuperación de memoria histórica de Sancti Petri para promover la democracia cultural

La Fundación Daniel y Nina Carasso ha dado a conocer los siete proyectos seleccionados en la tercera edición de su convocatoria Alianzas para una democracia cultural, un programa que busca fomentar la participación activa de la ciudadanía en la vida cultural a través de la colaboración entre distintos agentes sociales y artísticos. Esta convocatoria, que se ha consolidado como un referente en el ámbito cultural desde su creación en 2020, está destinada a fortalecer iniciativas innovadoras que promuevan una mayor democratización de la cultura en diversos territorios de España.

En su edición 2024, la convocatoria ha recibido un total de 99 propuestas que se destacaron por su alto potencial para contribuir a la revitalización de áreas rurales, la participación de la juventud y la defensa de los derechos culturales. Las candidaturas abarcaron una amplia variedad de disciplinas artísticas, desde las artes escénicas y visuales, hasta las artes sonoras e híbridas, mostrando un enfoque diverso y multidisciplinar.

La convocatoria Alianzas para una democracia cultural ha tenido como uno de sus principales objetivos fomentar proyectos que exploren nuevas formas de acercar la cultura a la sociedad. Según Anneke Raskin, coordinadora de proyectos en el eje de Arte Ciudadano de la Fundación Daniel y Nina Carasso, “la cultura moldea las sociedades, por lo que es fundamental que la ciudadanía participe de manera más democrática e intensa”. Raskin subrayó la necesidad de que los agentes de cambio trabajen en conjunto para lograr una participación ciudadana más inclusiva y activa en la vida cultural.

El jurado, con un presupuesto total de 500.000 euros, ha seleccionado siete iniciativas de entre las propuestas recibidas, que serán financiadas y acompañadas durante un periodo de hasta tres años. Los proyectos se llevarán a cabo en diferentes regiones de España, entre las que se incluyen Ávila, Barcelona, Cádiz, Castellón y Madrid. El programa no sólo ofrece apoyo financiero, sino que también proporciona asesoramiento y seguimiento continuo para asegurar el desarrollo sostenible de las iniciativas seleccionadas.

Pablo Martínez, miembro del jurado, expresó su satisfacción con la calidad de las propuestas y destacó la importancia de las alianzas establecidas entre los diversos actores culturales: “Más allá de la calidad de las propuestas, ha sido sorprendente la fortaleza de las alianzas. Estoy seguro de que, por su diversidad, contribuirán a enriquecer el tejido cultural en muchos territorios”. Esta colaboración entre organizaciones culturales, entidades locales y sociedad civil es uno de los pilares del programa, que busca desdibujar las fronteras tradicionales entre las instituciones culturales y los ciudadanos.

Entre los siete proyectos seleccionados, destaca Paseos de salvaguarda comunitaria del poblado pesquero de Sancti Petri: improntas de género, resiliencias y buen vivir, una iniciativa liderada por el colectivo Matriart Arte y Ecoartesanía en Chiclana de la Frontera, Cádiz. Este proyecto tiene como objetivo la recuperación y puesta en valor del patrimonio del poblado pesquero de Sancti Petri, que en la actualidad se encuentra en ruinas, pero que fue en su día un importante centro de la industria conservera del atún de Almadraba.

El proyecto busca rescatar la memoria de los últimos habitantes del poblado a través de procesos artísticos y culturales que incluyen intervenciones efímeras, paseos guiados por la zona y la creación de una cartografía digital geolocalizada. Esta herramienta digital será esencial debido a la escasez de edificios en pie y la falta de un centro de interpretación que permita a los visitantes conocer la rica historia del lugar. El interés turístico en el área ha crecido significativamente, pero ha carecido de una narrativa que conecte a los turistas con el pasado y la identidad del poblado.

El colectivo también busca abrir un diálogo con la comunidad de Chiclana sobre los usos actuales y la memoria colectiva del poblado, frente a grandes eventos culturales y proyectos urbanísticos que, hasta el momento, no han contado con un enfoque integrador ni memoria histórica. Además, la iniciativa pone un fuerte énfasis en la perspectiva de género, ya que son mujeres quienes lideran este proceso de recuperación patrimonial, subrayando las resiliencias y el buen vivir como valores centrales.

La convocatoria Alianzas para una democracia cultural se ha consolidado como un espacio clave para la exploración de nuevas formas de mediación cultural. En solo tres ediciones, la Fundación Daniel y Nina Carasso ha apoyado a cerca de una veintena de proyectos que buscan integrar a la ciudadanía en la vida cultural de manera transformadora.

Desde su inicio en 2020, la Fundación ha aprendido valiosas lecciones sobre cómo las alianzas entre instituciones culturales, artistas y comunidades pueden fortalecer el tejido social y contribuir a una mayor participación de la ciudadanía en la creación y disfrute de la cultura. Esta tercera edición, con la creciente diversidad de proyectos y la pluralidad de territorios representados, subraya el impacto de las alianzas en la construcción de una cultura más inclusiva y democrática.