La lluvia acabó con la ilusión del Domingo de Ramos en Chiclana

Tras un año de espera, solo el mal tiempo podía impedir que las cofradías del Domingo de Ramos chiclanero suspendieran su Estación de Penitencia y así fue. Desde primera hora de la mañana, la incertidumbre se adueñó de todos los cofrades, debido a unas previsiones meteorológicas que indicaban una jornada bastante complicada, que a medida que trascurría se tradujeron en fuertes y racheados vientos de levante, amenaza de calima y un cielo encapotado que hacían presagiar el triste desenlace.

De tal manera que las inclemencias meteorológicas impidieron la salida de la Lasaliana Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Jesucristo Rey en su Entrada Triunfal en Jerusalén, más conocida como La Borriquita, la procesión que marca el inicio de la Semana Santa de Chiclana y cuyo comienzo estaba previsto a las 17 horas de la Capilla de Nuestra Señora de la Estrella, al igual que ocurrió con la Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús de la Paz en su Sagrada Oración en el Huerto y María Santísima de las Angustias, cuyo Cristo tenía programada su salida para las 18 horas de la Iglesia de San Sebastián.

Sobre las 16.30, el hermano mayor de La Borriquita, Juan Antonio Torrejón, coincidiendo prácticamente con las primeras gotas de una intensa lluvia, comunicaba a los participantes en el desfile procesional -la gran mayoría de ellos niños- el acuerdo unánime de esta joven junta de gobierno, que fue recibido con comprensión y tristeza por los allí presentes.

Fuera, bajo la lluvia, muchas personas esperaban la apertura de las puertas de la capilla para poder visitar a sus titulares. Aproximadamente a las 17 horas, con un gran aplauso, se abrieron estas, a lo que siguió el emotivo abrazo de los miembros de su junta de gobierno. Tras ello, se rezó un Ave María y se dieron vivas a la Virgen de la Estrella.

Minutos más tarde y con un templo repleta de fieles, se vivió otro de los instantes más emocionantes de la tarde: la interpretación de la marcha ‘Estrella, luz del cielo’, obra del chiclanero Yeray López Vela.

Por último, a las 20,00 horas, en su interior, se realizó la Estación de Penitencia, dirigida por el director espiritual de la hermandad, Gabriel Mourente.

Sobre la suspensión, Juan Torrejón explicó que “no hemos querido poner en riesgo el patrimonio, debido a que las previsiones apuntaban claramente que la lluvia vendría acompañada de barro, un pigmento que es complicado de eliminar”. Además, aprovechó la ocasión para recordar que “volveremos a salir con el Cristo de la Salud y desde el lunes comenzaremos a trabajar para preparar la Semana Santa de 2025”.

El Huerto

Y, aunque se veía venir, porque no paraba de llover, especialmente frustrante fue la suspensión del desfile procesional del Señor de la Paz, ya que el mal tiempo truncó un día que iba a ser histórico para Chiclana.

La hermandad lo intentó todo, atrasando la salida hasta las 19,00 horas y recortando buena parte del recorrido. Mientras, en la Iglesia de San Sebastián, aguardaban hermanos, penitentes, monaguillos y costaleros, en silencio, nerviosos y esperanzados. Pero, a medida que pasaban los minutos, las lágrimas en los rostros comenzaban a hacer acto de presencia. La lluvia no cesaba y todos ya se temían lo peor.

A las 18,40, llegó la terrible noticia, la fiscal de la ‘Hermandad de las Mujeres’, Arantxa Pastor, muy emocionada, anunciaba la decisión de no procesionar, que fue recibida por el llanto desconsolado de los más jóvenes. En su intervención, animó a vivir “el Domingo de Ramos en la iglesia, en hermandad, con el Cristo y la Virgen” y aseguró que “el año que viene será”. Como ocurrió con La Borriquita, más tarde, se abrieron las puertas del templo para que los devotos visitaran a la Virgen y al Cristo, al que habrá que esperar a 2025 para verlo por las calles de Chiclana.