Lola Índigo, un 'an1mal’ en el escenario que arrasa con su actuación en Concert Music Festival

La cantante y bailarina cautivó al público con 'El Dragón Tour', transformando el Lenovo Motorola en una vibrante fiesta colmada de bailes, entusiasmo y sensualidad

Mariza, intemporal

"Desde pequeño, mi pasión por la música fue mi motor, un eco vibrante en mi pecho que me guiaba a través de los caminos inciertos de la vida"

Lola Índigo en su actuación en Concert Music Festival de Chiclana / Germán Mesa
Carla Gómez

07 de agosto 2024 - 23:29

Chiclana/Quien nunca haya asistido a un concierto de Lola Índigo no ha experimentado el verdadero sentido de una fiesta. La artista granadina de música urbana tiene el poder de convertir cualquier espacio en una auténtica discoteca. Anoche, el icónico escenario Lenovo Motorola no fue la excepción, siendo testigo de una noche épica llena de sentimientos y emociones.

Desde bien entrada la tarde, los alrededores del pintoresco poblado de Sancti Petri se inundaron de una vibrante energía que iba más allá de las altas temperaturas, propias del mes de agosto. La multitud que se había congregado para rendir homenaje a su ídolo colmaba una vasta carpa, donde el ambiente festivo era palpable. Los trajes plateados, los destellos de brillibrilli en los rostros y las pulseras de colores neón adornaban el recinto, creando una atmósfera de deslumbrante colorido. La emoción se intensificaba con cada instante, y las gradas temblaban al unísono con los fervorosos gritos de un público ansioso por la llegada de su Dragona.

“Tú a mí me tienes mal, me pones animal. Y ya no puedo con la curiosidad, de que me toque con la luz apagá, entonó Lola Índigo al salir de un gigante huevo plateado que presidía el escenario. A su lado, la banda y los diez bailarines que integran su propuesta coreográfica completaban el despliegue. Con An1mal, la canción inaugural, se dio inicio al primer dance break, un augurio de lo que vendría. La emoción del público estalló en una fervorosa participación, entregándose con pasión a las coreografías enérgicas y dando comienzo a una serie de momentos cargados de entusiasmo y dinamismo.

La iluminación y la realización en directo encontraron sus momentos de esplendor con Corazones Rotos. La imponente pantalla situada tras el escenario reveló la vibrante escena, proyectando los rostros de los asistentes que, completamente entregados, saltaban de emoción en la pista de baile.

La gira El Dragón superó todas las expectativas, sumergiendo al público en una experiencia deslumbrante con los nuevos temas de su álbum GRX. La velada prosiguió con el reguetón nostálgico de Dónde Están Las Gatas, preparando el escenario parea el arrollador éxito Discoteka. El espectáculo desbordaba energía, con luces brillantes, sonido envolvente, ráfagas de fuego y cañones de humo que se entrelazaban en perfecta armonía. 

Después de las primeras tres canciones, la granadina se dirigió a su público con calidez y entusiasmo: “Buenas noches, Chiclana. ¿Cómo estáis? Este espectáculo tiene dos facetas cruciales: por un lado, nosotros damos todo lo que tenemos sobre el escenario para ofrecer un show explosivo y cargado de energía. Por otro, vosotros, si hay que saltar, se salta; si hay que perrear, se perrea; y si hay que cantar, se canta, ¿entendido, Chiclana?” Con estas palabras, la artista encendió la chispa de la euforia entre todos nosotros, desatando una ola de exaltación contagiosa.

“La próxima canción es mi regalo para los que estáis hoy aquí, como muestra de agradecimiento por el cálido recibimiento que me ofrecéis cada año. De hecho, este año, Chiclana, siento la vibra de vuestros corazones aún más intensa. Quiero compartir con vosotros el sencillo Pesadillas, que he compuesto pero que aún no ha salido a la luz”. Al escuchar estas palabras, sus fans estallaron en una ovación de gratitud, inundando el recinto con un mar de aplausos.

Uno de los momentos más culminantes de la noche fue la interpretación de La niña de la escuela. Las jóvenes, a capela, entonaron las letras de empoderamiento: “Cuando pudiste, tú no quisiste. Y ahora que tú quieres, no se va a poder. Ahora me viste, te pones triste. Sabes lo que vas a perder”. El clímax de la velada alcanzó su apogeo con 4 besos y Tiki Tiki, donde las coreografías se elevaron a un nivel magistral. Estas canciones, cargadas de reivindicación contra el desamor, fortalecimiento femenino y autoestima, ofrecieron auténticas lecciones de amor propio a una generación emergente, guiada por la Dragona en su camino hacia el empoderamiento.

Se presagiaba que Dragón, una balada en la que Lola Índigo explora sus miedos, la soledad y la ansiedad hasta alcanzar una profunda seguridad en sí misma y desplegar sus alas, sería el instante más conmovedor de la noche. Esta pieza, escrita por la artista durante un vuelo hacia Buenos Aires, no defraudó. En un entorno de penumbra, Lola Índigo emergió en el segundo de los tres cambios de vestuario de la velada, ahora ataviada con una capucha que acentuaba la atmósfera íntima. Este momento de introspección dio paso a la dinámica secuencia de Mujer bruja, Santería y Casanova, intensificando la experiencia emocional del espectáculo.

Hoy es uno de los días más felices de mi vida porque tengo algo muy especial preparado entre las mangas" La expectación en el aire era palpable, preludio de una noche repleta de sorpresas. Tras una breve pausa, Lola Índigo presentó a su amigo y admirado ídolo, El Canijo de Jerez, con quien interpretó Plastilina y la coplilla El Aire de la Calle, un legado del antiguo grupo Los Delinqüentes. "Esta canción va dedicada a mi compadre Miguel, que brilla intensamente entre las estrellas," exclamó El Canijo, antes de incitar al público de Chiclana a hacer retumbar el escenario de Concert Music Festival hasta el cielo. 

El ambiente vibraba con la emoción cuando Sara de Las Chuches hizo su entrada para presentar El Pantalón, su último sencillo en colaboración con la artista granadina y Omar Montes. Y cuando creíamos que la noche no podía ofrecer más, Lola Índigo nos sorprendió nuevamente, esta vez compartiendo el escenario con Estopa para interpretar Tu Calorro. Con esta actuación, Andalucía se fusionó en un único pulso: las palmas, los ritmos y acordes flamencos inundaban el corazón de cada uno de los presentes.

“Yo creo que la música tiene que ser diversión porque si no hemos venido a divertirnos, ¿a que coño hemos venido?", reflexionó la cantante antes de presentar el single Tengo Un Novio. Este tema desató una ola de pasión frenética, mientras ella desplegaba una sensualidad desbordante en el escenario. Tras este arrebato, se entregó al remix de Trendy, seguido de la romántica Romeo y Julieta.

El clamor de la multitud era incesante. Con El Tonto y Ya no quiero ná, Lola Índigo se erigió como una auténtica dragona en una noche de euforia, danza y empoderamiento femenino. Pero fue Reina la que selló el espectáculo poniendo el broche de oro final. Su actuación se convirtió en una celebración de la fuerza y la autonomía que, sin duda, sus fans recordarán mucho después de que las luces se apagaran.

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