Miguel García Trujillo, el alma invisible de la cultura chiclanera
Obituario

Este 15 de marzo de 2025, me dieron una de las peores noticias que podía recibir: mi amigo Miguel García Trujillo se fue en cuerpo, y estamos derrotados. Estoy seguro de que seguirá con nosotros. Pocas personas quedan ya como Miguel, y así de claro lo digo: esa persona bondadosa, a la que no le interesa el conflicto, cuyo liderazgo se basa en su bondad y no en el egocentrismo ni en el interés propio. Esa persona que respetas con solo visualizarla, y que, a la vez, te está dando lecciones de vida en cada rato que echamos. Una persona que ayuda al resto, que rectifica cuando debe y te hace rectificar sin que te des cuenta porque solo prima la bondad en él.
Podría continuar páginas y páginas, pero como comentábamos, con menos redacción es mejor si el mensaje es bueno y directo. Nos gustaba mucho filosofar en la peña Emilio Oliva, con una cerveza, sobre todo lo que acontecía: no solo sobre el negocio, sino también sobre nuestras circunstancias personales o familiares y sobre la cultura chiclanera. ¡Que te gustaban los libros, Miguel! Que te gustaba tu rincón de Chiclana lleno de libros, que te gustaba crear, difundir y enriquecer.
Hoy me he visto en la obligación de escribir para publicar, cosa que nunca hago, pero necesito, quizás, sentirme en paz, quizás hacer ver a la gente quién eres y seguirás siendo. Quizás quién sabe, pero me da igual. Solo sé que eres una persona muy importante para Chiclana y, sobre todo, para mí.
Miguel es el referente oculto de la cultura chiclanera. Todo cuanto circula en Chiclana tiene un atisbo de su necesidad por introducir la cultura. Es como el romero y el olor, como la sal y el mar, como la luz y el amanecer. Así es Miguel para la cultura chiclanera: un nexo necesario para más de setenta años de cultura en nuestro pueblo.
Miguel y yo nos llevamos cuarenta años de edad de diferencia, pero era como si hubiese estado sentado conmigo en primaria. Qué cosa esta, qué grandeza de juventud en un ente por el que han pasado tantas circunstancias. Gracias a Miguel, hoy día conocemos la papelería Navarro. "Que noooo Luis, que tenemos que hacer ver que somos librería también", me decía. Así se creó el nuevo diseño de nuestra librería. Qué de discusiones hemos tenido, pero qué pelotazo de librería tenemos. Es algo tan mutuo que piensas que es una energía extraordinaria que resurgía de esas discusiones. Qué maravilla, cuántas personas intervinieron, pero se consiguió, y ahí está. Porque, aunque no estemos, será como las estrellas, que no siempre se ven, pero sabes que están ahí. Como mi padre y tú.
Él llegó sobre el año 77 a Chiclana, enviado por su familia para reconducir los negocios, y bien que lo hizo. Estamos en 2025 y fíjate, "el sevillano" le decían. Encontró aquí a su fiel amigo, al que nunca dejó: a mi padre Luis Ortega. Nunca lo dejó porque hasta sus últimos días lo llevaba a comer patatas fritas con huevos y chorizo. En mi casa no comía nada, pero con su amigo Miguel lo hacía todo. Contaba los minutos para que llegaras a recogerlo. Se me saltan las lágrimas de recordarlo, porque así era. Nunca lo veía tan entusiasmado, solo cuando venía su amigo Miguel. Como dos niños que quedaban para ir a jugar. Qué cosa tan simple somos cuando nos damos cuenta de la realidad. No te puedo querer más, Miguel. Cuántos momentos buenos para recordar que me hacen hoy día sufrir por tu marcha física.
Desde muy joven se hizo cargo de todo. Muchos recuerdos en el cine Bailén. Fíjate la papeleta, que el otro día vi que se vendía el cine Bailén y llamé para decirles que quería ir contigo a verlo. Con los negocios de Tarifa, Chiclana, Sevilla, y ahí estaba siempre, al frente del cañón.
Referente cultural, no por sus ideas, sino por ejecutarlas, que es lo complicado hoy día. De todas las conversaciones salió Editorial Navarro y Círculo de Autores. Desde todas las provincias nos preguntaban cómo se hacía esto, cómo se podían reunir autores para escribir sobre algo, y qué idea surgió. Un asunto tan simple y tan complejo. Hablábamos: "¡Pero son los autores los que deben decidir!". Libertad de expresión (tan limitada hoy día por exceso de expresión despiadada), pero que nosotros disfrutábamos. Esos magníficos autores que tenemos en Chiclana y alrededores, porque eso sí, para nosotros Chiclana es lo fundamental, aunque sin limitaciones. Porque Chiclana es tan grande que llega desde Sancti Petri a Bilbao, pasando por Sevilla y llegando a Madrid. Qué recorrido.
Nadie sabe todas las películas que tratábamos en nuestro lugar, tantos lugares que tenemos en Chiclana, porque te gustaba investigar lugares recónditos. Qué locura esa reforma que realizamos en el local y qué bonito fue. Quedó mejor de lo que esperábamos. Nos faltó que viniera Antena 3 a grabar. Bendita locura tuya y cierto a su vez, porque solo los grandes como tú sueñan con la realidad, esto es, con ejecutarlo. Cuántas noches pensando en lo que queríamos, cuántas historias me contaste de Papelería Navarro, cuántos años, cuántos personajes ilustres pasaron por Navarro y nadie sabe. Nuestro libro de firmas no lo llegamos a realizar, pero te aseguro que lo pondré en marcha, así como nuestro nuevo concurso a mejor novela literaria abierta. Ojo, proyecto y premio que llevará tu nombre, te lo prometo.
Para mí, Miguel, esa persona recta con corbata y seria que conocía de pequeño (que cuando se jubiló se dejó coleta, ojo) gracias a mi padre, por supuesto, se convirtió en un referente, en una de las personas de las que aprender. Qué bonita palabra, aprender, y qué bonito tener a personas como tú. Sí, así es, personas con las que conversar, con las que discutir, con las que soñar, porque esa es tu grandeza: siempre soñar, pero no solo soñar, sino conseguir cumplir el sueño.
Sé con seguridad que te acabas de encontrar con grandes amigos que hace tiempo que no ves. Seguro ya estáis riendo por encontraros y recordar, y no me cabe duda de que también estaréis con nosotros a través de la energía, esa energía que siempre has tenido. Desde aquí solo espero que estéis felices viéndonos y acompañándonos en las dificultades y alegrías. Los que nos quedamos aquí os mandamos un abrazo muy fuerte y ya os digo que seréis eternos.
Aprovecho este momento para dar un gran abrazo a su familia, porque todo es un núcleo fundamental: su mujer Rosario y sus hijos Miguel y Cristina. Siempre estará con nosotros.
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