James Blunt encandila a Concert Music Festival con su poética del corazón
El cantautor británico cautivó al público con una actuación en la que interpretó su más reciente álbum 'Who We Used To Be', además de deleitar con algunos de sus grandes éxitos como 'Goodbye My Lover', '1973' y 'You're Beautiful'
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Evocando a James Blunt, es fácil que surja en nuestra mente la imagen de aquel joven de ojos azules, rubio y frenético. Ahora, con algunos años más y una madurez que solo ha incrementado su carisma y diversión, Blunt se presentó ante el público de Concert Music Festival para revelar su séptimo álbum de estudio, Who We Used To Be.
El escenario vibraba con un electrocardiograma proyectado, marcando el pulso de los asistentes que llenaban el recinto. Esta vez, el Lenovo Motorola tenía un aspecto diferente a conciertos anteriores, con un centenar de sillas apiladas en el centro del lugar, como en una fiesta. Los primeros acordes de Beside You resonaron y Blunt, acompañado de su inseparable guitarra y una banda de músicos excepcionales, encendió la chispa del amor entre el público.
Desde Wisemen, la segunda canción, quedó claro que la noche estaba destinada a ser emotiva y llena de sorpresas. El artista dio a entender a su público a qué habían acudido aquella noche: a soltar todo lo que llevaban dentro, en el corazón y en los pulmones; a poner el grito en el cielo, el corazón en sus manos… y a dejar ir para seguir adelante.
Mostrando su lado más gracioso, Blunt arrancó risas con su español atropellado, dedicando incluso canciones a su suegra. "Si habéis venido por canciones miserables, tengo muchas de esas", bromeaba, con un guiño a su extensa discografía de baladas melancólicas.
“Hola Chiclana, ¿Cómo estáis? ¿Todo bien?”, saludaba, asegurando que “era un placer estar en esta tierra, porque era la primera vez que estaba en Cádiz con todos nosotros”. “Tengo nuevos pantalones, nuevos zapatos, pero sigo teniendo la misma vieja banda”, y es que hay cosas que nunca cambian.
Tras confirmar que han estado ensayando el concierto “con belgas, italianos, franceses e ingleses” para llegar a Concert Music Festival y ofrecer el mejor espectáculo posible, y bromear sobre cantar solo canciones de su último disco Who We Used To Be, afirmando con picardía que “era demasiado tarde para interpretar todas las canciones de su carrera musical”, además de añadir con un toque de humor “ya tengo todo vuestro dinero en mi bolsillo”, Blunt continuó con Carry You Home. Al cerrar los ojos y dejarnos llevar por la melodía, la inconfundible ternura de la voz del cantante británico resonaba en el fondo.
Por un instante, fuimos transportados mágicamente a nuestros hogares de la infancia. Pensamos que teníamos a Marty McFly frente a nosotros, pero no, era James Blunt, quien nos hacía viajar en el tiempo con su música.
Después de esto, el artista británico nos sumergió en lo que él llamó “la sección más miserable del concierto” con Dark Thought, una canción dedicada a Carrie Fisher, la inolvidable Princesa Leia Organa de Star Wars. La conexión entre Blunt y Fisher, como ha contado el músico en varias ocasiones, comenzó cuando él se trasladó a Los Ángeles para iniciar su carrera musical tras dejar el ejército británico. Al llegar a la ciudad, Fisher, quien era amiga de la familia de una antigua novia suya, le ofreció una cama en su hogar, lo que cimentó una profunda amistad entre ellos.
“Gracias de corazón, Cádiz. Cuando era niño, soñaba con ser una estrella de rock, pero para eso se necesita una banda y amigos, por supuesto” (el público reía con su carisma y desparpajo). “Así que solo puedo daros las gracias por acompañarme en esta gira y hacer mis sueños realidad”.
Inmediatamente después, llegó uno de los momentos más esperados de la noche con Goodbye My Lover, cuyo estribillo fue cantado a capela por todo el público. “Siempre que interpreto esta canción me recuerda a mi primer amor; era el año 2005 cuando me enamoré por primera vez”.
A continuación, como si hojeáramos un álbum fotográfico repleto de los momentos más significativos de nuestras vidas, nos transportó con Love Under Pressure a ese amor que pudo ser y no fue, quizás por razones fuera del control de ambos, por esa presión de tener que ser algo más, por el dolor no curado. Con su «I feel your pain from my mistakes, it’s how it breaks, this love’s under pressure», y como suele ocurrir con sus canciones, lloramos y sanamos de nuevo, poco a poco, cantando a todo pulmón, mirándonos en retrospectiva y sonriendo al reconocernos en sus letras. James Blunt nunca falla, la humanidad de sus canciones nos permite identificarnos con cada una de sus estrofas.
Y, de repente, cuando aún intentábamos regresar a la realidad tras ese viaje al corazón de nuestros seres queridos, el cantante hizo una de sus travesuras y cambió por completo el ánimo del público. Con un ukelele en lugar de su guitarra acústica, el ambiente se tornó más optimista, especialmente con la positividad indiscutible de Postcards.
Al concluir la canción, el público se disponía a regresar a sus asientos, pero el artista no iba a permitir que la energía decayera. Con su carisma innegable, se aseguró de que nadie volviera a sentarse, y el ambiente se mantuvo vibrante. Los más audaces incluso abandonaron sus asientos para situarse en las primeras filas de la pista, desafiando cualquier norma de Concert Music Festival. Esa noche, no había barreras que separaran al artista de su público.
Continuando con su cambio de instrumentos, esta vez retomando su guitarra, Blunt versionó Coz I Luv You de los británicos Slade mientras estaba sentado al piano, el cual abandonó momentáneamente para nadar sobre las cabezas del público. Como un niño travieso que sabe ser el centro de atención y manipular a su antojo a la audiencia, emergió el James pícaro, sacándonos de golpe de esa explosión de lágrimas y emociones inestables.
Uno de los instantes más anticipados de la noche fue cuando interpretó You're Beautiful, la canción que catapultó al músico a la fama mundial en 2005. Tras esta, reforzó la atmósfera íntima creada, pidiendo al público que encendiera los flashes de sus móviles para iluminar su canción favorita, confesando con humor. "Sé que hay muchos hombres aquí y querrán ahorrar batería para pedir un taxi de vuelta a casa", lo que provocó risas entre la audiencia. Así, envolvió a la multitud en un manto de luces, brillando como estrellas en un mar de emociones compartidas, con su inolvidable Same Mistake, una de las canciones con las que muchos lo conocimos en 2007.
"Uno, dos, tres, ¡Vamos, Chiclana!", comenzó a sonar Stay the Night, la mítica canción veraniega. Claro estaba que el público se quedaría toda la noche para escucharte, para admirarte, James. La letra de esta canción capturaba a la perfección lo que vivían los fans, hablando del verano, el calor y la compañía especial. Nos transportaba a un día perfecto en California, aunque para muchos de nosotros, el día perfecto anoche estaba en Chiclana junto a James, donde el clima ideal y la atmósfera relajada nos invitaban a dejar de lado las preocupaciones.
Con Monsters, una canción que escribió para despedirse de su padre, pero que todos sentimos dedicada también a su madre, experimentamos ese nudo en el pecho que aprieta con tanta fuerza que nos cuesta respirar. Despedirse de alguien a quien amas profundamente, sabiendo que está sufriendo antes de marcharse, es desgarrador. Monsters resuena con tal intensidad en la voz perfecta de Blunt que solo nos queda aferrarnos a nuestros acompañantes, abrazarlos, buscar un punto de apoyo para no derrumbarnos. La canción, acompañada de fotos de él junto a su padre, nos puso los sentimientos a flor de piel, pues todos sabemos lo que es perder a un ser querido.
James Blunt es un narrador de historias, un mago capaz de sumergir a cualquiera que escuche sus canciones en un viaje inolvidable, lleno de dolor, amor, heridas en proceso de sanación, esperanza y reconciliación. Para cerrar el recital, el artista británico ofreció las aclamadas canciones Bonfire Heart, compuesta junto a Ryan Tedder, líder de OneRepublic, para su álbum Moon Landing y la nostálgica 1973, el primer sencillo del álbum de 2007 All the Lost Souls.
“Muchas gracias, Chiclana. ¡Hasta pronto! Espero que nos volvamos a ver”. No cabe duda, James, de que Chiclana te recibirá, de nuevo, con los brazos abiertos.
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