Entre palmas y quejíos: el corazón flamenco de Chiclana late en sus tablaos

La Peña Flamenca se erige como un sagrado santuario donde el arte y la comunidad se entrelazan en cada rincón para mantener viva la llama del cante jondo

La Peña Flamenca Chiclanera conmemora su 50 aniversario

La Sala X apuesta por el flamenco

Reuniones flamencas entre los socios que tienen lugar cada viernes en el salón de actos de la peña
Reuniones flamencas entre los socios que tienen lugar cada viernes en el salón de actos de la peña / D.C.

El flamenco, más que un género musical, es un universo de emociones que encuentra su expresión más profunda en cada rasgueo de guitarra y en cada lamento de cante. Entre alegrías, fandangos, seguiriyas y soleás se ha escrito, contado, cantado y bailado gran parte de la historia de nuestra tierra.

Las peñas flamencas se han convertido en el principal motor del sostenimiento y de la divulgación del flamenco en nuestra provincia. En ellas, se dan cita todos los componentes que lo mantienen vivo. Aficionados y profesionales que comparten horas de encuentro en recitales con grupos de amigos que ejercen este arte a través de concursos de guitarra, cante o baile, al tiempo que sirven como un espacio de ocio y de cultura, pudiendo ser visitadas por cualquiera que sienta interés por el mundo del flamenco.

Entre los rincones pintorescos y llenos de tradición, emerge en Chiclana una joya cultural que palpita al compás de la pasión y la llama del flamenco: la Peña Flamenca Chiclanera, que se erige como un faro que ilumina las noches con el compás de las palmas, el teñir de guitarras y la voz profunda de cantaores apasionados.

El presidente de la peña, José Manuel González, cantando en una de las actuaciones
El presidente de la peña, José Manuel González, cantando en una de las actuaciones / D.C.

“Lo que nos diferencia es que nuestra peña hace flamenco de verdad. Las del resto del municipio han ido moldeando este arte, pero al final se pierde la tradición de hace años. Te puedes encontrar a gente bailando, tomando algo o jugando al bingo, pero no mantienen ese flamenco puro”, comenta el secretario, Manolo Parra Gutiérrez.

Este recoveco emblemático, ubicado en el corazón de la ciudad, no solo es testigo de la riqueza musical del flamenco, sino que también es un espacio donde el arte y la comunidad se entrelazan en una danza eterna.

Esta peña, que cumplió 50 años de su fundación el 24 de octubre de 1973, nace en la Barbería de Miguel Pérez García, situada en la calle Ancha de la localidad, bajo el nombre de 'Curro Malena'. Entonces un grupo de aficionados al cante jondo se reunía con el fin de impulsar el arte del flamenco como referente asociativo y cultural.

“La asociación tuvo su primera sede en la calle San Cayetano, pero al cabo de un tiempo nos fuimos a la calle Carmen Picasso número 20, en la cual estuvimos alrededor de 18 años”, cuenta el vicepresidente de la peña, José Parra Rodríguez.

El 14 de enero de 2011 se inaugura oficialmente la Peña Flamenca de Chiclana en la calle Luna, ubicada a escasos metros de la Bodega El Carretero. Desde sus inicios, la peña llevó a cabo una destacada proyección en el municipio al organizar anualmente concursos nacionales de cante jondo para los más simpatizantes.

Además, promovió festivales como 'Chiclana con Salero' y otros eventos como los 'Los Sábados Flamencos', 'La Parpuja' o la misa flamenca que realizaron con motivo de su 50 aniversario, logrando así un aumento en lo que respecta al número de socios. Hoy en día cuenta con un total de 55 aproximadamente.

Día de la inauguración de la Peña Flamenca Chiclana el 14 de enero de 2011
Día de la inauguración de la Peña Flamenca Chiclana el 14 de enero de 2011 / D.C.

Tal y como comenta el presidente, José Manuel González, “nosotros intentamos realizar todo tipo de actividades para preservar nuestro legado y que siempre se mantenga vivo el flamenco que ha servido como recreativo cultural durante todos estos años”. “De hecho, quiero mencionar que también realizamos concursos de saetas, coros de villancicos en navidad y desde junio hasta octubre se organiza un ciclo cultural donde el público puede disfrutar de una serie de espectáculos y eventos flamencos”.

Durante la semana se ofrecen clases de baile y de guitarra para los más pequeños, además de los espectáculos de los que disponen durante el año, como los cantes de ritmo o de fiesta.

Sin embargo, Manolo Parra explica que cada viernes los socios suelen quedar en el salón de actos de la peña para realizar reuniones flamencas entre amigos, a las cuales también pueden acudir público en general. “Uno canta, otro toca la guitarra, otra baila, al final ésta es la mejor escuela que hay para aprender”.

A lo largo de sus 50 años de trayectoria, esta institución ha logrado destacar como una de las mejores agrupaciones que hay en Andalucía. Por este motivo, el jurado de los premios +Mérito decidió concederles su reconocimiento en la categoría de Cultura. Igualmente, recibieron el premio Sancti Petri con la Insignia de Oro que destaca su labor como entidad.

La Peña Flamenca recibe el premio Sancti Petri con la insignia de oro de la mano del alcalde de Chiclana, José María Román
La Peña Flamenca recibe el premio Sancti Petri con la insignia de oro de la mano del alcalde de Chiclana, José María Román / D.C.

Uno de los referentes más emblemáticos dentro de esta gran comunidad fue Miguel Pérez, pionero del flamenco, que sirvió de inspiración para muchos artistas de Chiclana, como son los cantaores Joselito de Pura, Javi Mota y Rafael Chávez 'El Gallo' o el guitarrista Paquito.

“Hay muchos chiclaneros buenos que están tomando vuelo dentro de este mundillo, por lo que este arte ha evolucionado en las últimas décadas, y esperamos que siga creciendo a lo largo de los próximos años, transmitiendo su práctica a la población más joven”, explica José Parra.

De igual forma, el flamenco es un atractivo turístico, ya que, prácticamente, durante los dos meses de verano el 75% del público es de fuera, y gran parte de ellos repiten. “Eso nos alegra por la proyección que supone para nosotros y porque así podemos contribuir al éxito de Chiclana como destino turístico”, recalca el presidente.

Con este enfoque, se busca resaltar y apreciar el esfuerzo y las contribuciones altruistas de los miembros a lo largo del año que colaboran estrechamente para visibilizar de manera colectiva el entramado asociativo.

Con la Peña Flamenca se pretende lograr dos objetivos principalmente. En primer lugar, seguir manteniendo vivo el flamenco y que no pierda su esencia, ya que es la música más universal que tiene la localidad.

En segundo lugar, fomentar este arte a los jóvenes a través de talleres o espectáculos que se lleven a cabo en las escuelas. De hecho, el año pasado, realizaron el taller 'Los Colores del Flamenco' para los niños de nueve años del colegio Salesianos de Chiclana.

Una de las actuaciones flamencas de la Peña Chiclanera
Una de las actuaciones flamencas de la Peña Chiclanera / D.C.

“No queremos que el flamenco se quede en el olvido, ni se pierda, queremos que llegue a la gente joven”, según explica José Manuel González. "Afortunadamente, disponen de una sede que se caracteriza por su amplitud, modernidad y accesibilidad".

La peña se subvenciona gracias a la cuota que anualmente abonan los socios, aunque han querido recalcar la colaboración del Ayuntamiento de Chiclana, así como el apoyo de la Federación de Peñas Flamencas de Cádiz. Gracias a ellos es posible el desarrollo de estos eventos para que Chiclana continúe siendo una fuente de riqueza y prosperidad.

Desde los tablaos de antaño hasta los escenarios contemporáneos, el flamenco ha trascendido fronteras, llevando consigo la pasión, melancolía y la autenticidad, convirtiéndose en un patrimonio cultural universal que sigue cautivando corazones en todo el mundo.

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