Los pintorescos nombres de los más de 200 pagos de Chiclana

Pelagatos, El Pinar del Edén, Picapollo, La Sarna, La Juerga, Cerro Carita al Sol, El Lío o El Pleito son algunos de los topónimos de estos terrenos, muy comunes en zonas de viñedos

Cartelería para llegar al Pago del Lío.
C. M./A. O.

24 de agosto 2024 - 06:00

En los nombres de los pagos de Chiclana se encuentran expresiones que van desde la admiración más absoluta hasta la extrema desazón. No hay término medio: El Pinar del Edén, El Llano de las Maravillas, La Juerga, pasando por El Pinar de los Guisos, hasta los sinsabores de algunos que quedaron para la posteridad, como el de El Lío o el de El Pleito. También está El Tío del Recurso, que no es nombre de pago sino de un camino y, por lo que parece, a diferencia de los anteriores, no se conformó.

Entre ellos abundan los topónimos que se refieren a animales, los usos o los berrinches que conllevan las propiedades, las denominaciones geográficas, la admiración por el paisaje o la orografía del terreno.

Sobre el asunto, el alcalde de Chiclana, José María Román, apunta que “el callejero de la ciudad cuenta con 2.900 registros entre calles, caminos y avenidas, pero también cataloga más de 200 pagos, denominaciones populares con las expresiones más pintorescas, desde el conocido polígono Pelagatos hasta el idílico Pinar del Edén. La extensión del municipio, con más de 200 kilómetros cuadrados, da para mucho y para más”.

Forman parte de nuestra identidad, la de una ciudad que supera los 90.000 habitantes, pero que quiere conservar su memoria y su relato, que no quiere renunciar a sus raíces”

Los pagos son terrenos que suelen abarcar unas pocas hectáreas, situados en la periferia de las localidades y con una superficie delimitada por accidentes geográficos, una denominación tradicional muy común en zona de viñedos -como Chiclana- donde también designa características climáticas y singulares de la tierra.

Entrada a El PInar de los Guisos.

Para el alcalde, “estos forman parte de nuestra identidad, la de una ciudad que supera los 90.000 habitantes, pero que quiere conservar su memoria y su relato, que no quiere renunciar a sus raíces”.

Un archivo en llamas

Por otro lado, José Luis Aragón Panés, cronista oficial de Chiclana, explica que, en la mayoría de los casos, se desconoce el origen de sus nombres, “porque los franceses utilizaron papeles del archivo para los cartuchos de pólvora y también desaparecieron actas capitulares en la revolución de La Gloriosa de 1868. La más antigua que se conserva es del año 1551”.

Entre la suerte y la fortuna

Llamativos son también La Sarna, el pago Falange, La Charca de El Polvero o El Haza de las Monjas. Este último, según Aragón Panés, podría hacer alusión a los terrenos que estas mujeres recibían como dote o como testamento por parte de personas acaudaladas.

Llamativos son el pago Falange, La Charca de El Polvero o El Haza de las Monjas

El pago de Las Nueve Suertes, más que sugerir una fortuna, parece indicar la extensión del terreno, tomando como referencia la unidad de medida de la suerte castellana, desvela el cronista oficial del municipio. 

Animales

Picapollo, Borreguitos, La Caballería o Majada los Chivos son pagos, como Las Conejeras, Majadal de los Potros, Soto del Águila, el Cortijo Los Gallos, Lomo La Gatera o Pelagatos, que da nombre al polígono industrial paralelo a la autovía de la Costa de la Luz A-48. Curioso también es Arroyo Ahogarratones, aunque no es un pago sino un camino.

José Luis Aragón Panés baraja dos explicaciones para Pelagatos: “Como sinónimo de insulto: un pelagatos, un donnadie o bien porque antes se comían y pelaban como conejos”.

Garrones es un pago que puede hacer referencia a las patas por las que se cuelgan a los animales muertos o a una situación desagradable o dificultosa: “comerse un garrón”, aclara.

Pinaleta del Pleito.

En el campo

Por otra parte, la mayoría hace alusión al terreno y son muchos los que llevan denominaciones habituales en el campo, como cañada, cantera, cerro, coto, cuartillo o dehesa. También huerta, majada, loma, vega, pinar o pozo, seguido por un nombre propio. Así está el pago de La Cañada de los Marchantes, la de los Arcos y la del Fontanar; las Canteras del Pozo Jardal, el Cerro Carita al Sol, el de Santa Cruz, el de San Cristóbal, el pago Cerro Molino, el Cerro El Ñaña o el de Las Asomadas. 

Cotos, dehesas y huertas

En la misma línea figuran El Coto La Campa y el Coto San José; el pago Cuartillo del Asperón y el del Toril, el pago Dehesa El Inglés, el de Corbacho Chico, Huerta Mata, ya muy metido en la ciudad, y el pago Huerta El Águila o Majada de las Pitas.

El de La Loma del Puerco es conocido por la torre que delimita Chiclana de Conil

El no tan conocido pago de La Loma de El Puerco sí es famoso como nombre de la torre que delimita Chiclana de Conil y un punto estratégico de migración de la espátula y de los numerosos bañistas de la playa de La Barrosa.

Vegas, pinares y pozos

Junto al circuito de motocross, se encuentra el pago de la Vega del Rano; más alejados del corazón de la ciudad están el de La Vega del Cercado y la del Alcaire. Muy abundantes son los nombres de pinares, desde el histórico pago Pinar de los Franceses hasta el frondoso Pinar de Hierro, el Pinar de la Espartosa y los pagos Pinar de Vélez, Pinar Alto, Pinar de la Dehesilla o Pinar de Galindo, por poner algunos ejemplos, porque hay mucho más. A ellos se suman los que llevan nombres de pozo como el de Fuentes y el pago del Pozo de Las Huérfanas.

La toponimia del popular Pago del Humo puede tener como explicación que allí se montaran hornos de leña"

Al respecto, el cronista oficial recuerda que, en el siglo XIX, era habitual que el Ayuntamiento de Chiclana autorizara la excavación de pozos siempre y cuando se pusieran “al servicio del común”, es decir que pudieran utilizarlo las caballerizas o quien pasase por su lado.

El Pago del Humo es uno de los más populares.

La toponimia del popular Pago del Humo puede tener como explicación -indica José Luis Aragón Panés- que allí se montaran hornos de leña: “Se tapaban con tierra y se sacaba el picón, que se vendía también a Cádiz y a San Fernando, porque allí no había lugar para hacerlo”.

Ciudades

También existe una completa representación de estos lugares con nombres de ciudades. Muy conocido es el pago Melilla, pero también figura en el registro del Consistorio el pago Nápoles, Bilbao o incluso Las Canarias. Esto en lo referente solo a pagos, porque solo con consultar el callejero se ve una ingente lista de localizaciones, como Ámsterdam o Andorra.

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