Técnicos de emergencias sanitarias de Chiclana se hacen eco de las demandas del sector
Denuncian el incumplimiento de la normativa sobre el tipo de ambulancias que deben prestar los servicios
Aseguran que hay ambulancias tipo A1 realizando servicios reservados para las B y C
Ambulancias sin médicos, la última consecuencia de los recortes sanitarios
Chiclana/Con motivo de la reciente conmemoración del Día Nacional de los Técnicos de Emergencias Sanitarias, el pasado 29 de octubre, profesionales del sector en Chiclana se han hecho eco de las demandas que desde dicho colectivo se hacen a los responsables y administraciones competentes, unas peticiones que plantean como fundamentales para garantizar un servicio de garantías en un ámbito tan importante para la ciudadanía y con la necesidad de garantizar la seguridad de los pacientes o accidentados.
Así, dichas reivindicaciones las hacen a través de Platesa, la Plataforma de Técnicos de Emergencias Sanitarias de Andalucía, asociación de reciente creación que surge para “luchar por los derechos del colectivo”. “Nuestra misión es conseguir que los técnicos en emergencias sanitarias de toda Andalucía estén informados de la situación de todo el colectivo a nivel andaluz y, por otro lado, que conozcan sus derechos y ser informados de la situación de los elementos que influyen sobre su trabajo, como contratos y convenios, fundamentalmente”, destacan desde la plataforma, al tiempo que inciden en que “la visión de Platesa es consolidar un punto de referencia de información para todos los técnicos andaluces y ser parte de la mejora de sus condiciones de trabajo, mostrando nuestras recomendaciones a todas las partes implicadas que afecten al colectivo”.
En lo que a las condiciones de trabajo de dichos profesionales se refiere, desde este colectivo se recuerda que, según viene establecido por Ley, en lo que a la dotación mínima de los vehículos destinados a la prestación de los servicios de transporte sanitario se refiere, estos deberán contar durante su realización con la siguiente dotación de personal:
a) Las ambulancias no asistenciales de clases A1 y A2 deberán contar, al menos, con un conductor que ostente, como mínimo, el certificado de profesionalidad de transporte sanitario y, cuando el tipo de servicio lo requiera, otro en funciones de ayudante con la misma cualificación.
b) Las ambulancias asistenciales de clase B deberán contar, al menos, con un conductor que esté en posesión del título de formación profesional de técnico en emergencias sanitarias o correspondiente título extranjero homologado o reconocido y otro en funciones de ayudante que ostente, como mínimo, la misma titulación.
c) Las ambulancias asistenciales de clase C deberán contar, al menos, con un conductor que esté en posesión del título de formación profesional de técnico en emergencias sanitarias antes citado o correspondiente título extranjero homologado o reconocido, con un enfermero que ostente el título universitario de Diplomado en Enfermería o título de Grado que habilite para el ejercicio de la profesión regulada de enfermería, o correspondiente título extranjero homologado o reconocido.
Asimismo, cuando la asistencia a prestar lo requiera deberán contar con un médico que esté en posesión del título universitario de Licenciado en Medicina o título de Grado que habilite para el ejercicio de la profesión regulada de médico, o correspondiente título extranjero homologado o reconocido.
En este sentido, aclaran que el término “asistencial” en el servicio de la Red de Transporte Urgente se refiere a que el paciente, debido a la naturaleza del servicio y de la Red de Transporte, necesita una primera asistencia tanto en el lugar donde ocurre la urgencia o la emergencia como durante el traslado hacia el centro sanitario. El técnico que conduce la ambulancia no puede brindar asistencia al paciente durante el traslado en la parte trasera del vehículo. Por este motivo, la ley establece que en la Red de Transporte Urgente los vehículos deben ser de tipo B y C, debido a su equipamiento tanto en instrumentación como en personal.
Sentadas estas bases, desde la asociación presentan la realidad de la comunidad autónoma andaluza para la RTU (Red de Transporte Urgente), la red de servicio asistencial urgente o emergente, dejando patente las carencias y necesidades que presenta. En concreto, en lo que a la provincia de Cádiz se refiere, destacan que frente a la dotación de vehículos que debería haber, los servicio de la RTU (Red de Transporte Urgente) son servicios asistenciales en la gran mayoría de los casos, lo que requiere de ambulancias tipo B o C, con atención al paciente tanto en el lugar de recogida como durante el traslado, y en muchos casos de servicios que ocurren a diario en la provincia de Cádiz son vehículos A1 no asistenciales, con un solo técnico de emergencias sanitarias, los que deben realizar este tipo de atenciones solos. Esta circunstancia pone en riesgo las garantías de estos servicios, tanto para el paciente o accidentado atendido, como para el profesional que lo realiza.
Por otra parte, desde el colectivo también se critica que actualmente el sistema de comunicaciones con las unidades de ambulancias es vía móvil, a excepción de las dependientes del 061, algo que, como ocurrió durante los recientes sucesos de la DANA en Valencia, implica el riesgo de incomunicación en caso de la caída de la red móvil.
Estas y otras demandas son las que ponen de manifiesto desde el sector, recalcando que, “no se pide más que el cumplimiento de la legislación vigente en estas materias”, algo que facilitaría y dotaría de mayores garantías a un servicio vital y fundamental para la ciudadanía en circunstancias normales, y mucho más en situaciones extremas como las recientemente acontecidas en el Levante español.
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