La ruta de los siete puntos mágicos: un paseo por la historia y el rico paisaje chiclanero

El Ayuntamiento ha impulsado este recurso turístico con una remodelación en 2024 y la publicación de un folleto que facilita el acceso a sus visitantes

Desde estos espacios se puede disfrutar de atardeceres indescriptibles, asomarse a entornos naturales de gran singularidad, avistar paisajes y leer páginas de especial relevancia histórica

La Ruta de los 7 Puntos Mágicos de Chiclana estrena folleto informativo

El Templo de Hércules es una visita obligada y ver cómo el sol se oculta justo tras la torre del castillo.
El Templo de Hércules es una visita obligada para ver cómo el sol se oculta justo tras la torre del castillo.

Con motivo del VII centenario de la fundación de la ciudad, allá por 2003, el Ayuntamiento de Chiclana puso en marcha la ruta de los siete puntos mágicos, una original propuesta que aúna historia y riqueza paisajística, un recorrido por siete rincones del término municipal desde los que se puede disfrutar de atardeceres indescriptibles, asomarse a entornos naturales de gran singularidad, avistar paisajes y leer páginas de especial relevancia histórica.

Consciente del potencial de esta idea y fruto del empeño del Consistorio de proporcionar los más diversos atractivos turísticos durante todo el año, desde la Delegación de Turismo se ha querido impulsar esta oferta, primero con una remodelación realizada durante el pasado año y, recientemente, con la publicación de un folleto, que ya es todo un éxito en la Oficina de Turismo del Centro del Vino y la Sal, y que se configura “como una publicación bastante funcional y accesible a todas las personas, a través de un código QR, donde no solo se obtiene toda la información al respecto sino que también sitúa en Google maps a cada uno de ellos, de tal manera que facilita su acceso a los visitantes”, explica Manuela Pérez, responsable del área municipal.

Y es que “creemos que es fundamental seguir dotando al municipio de recursos turísticos, culturales y, sobre todo, asociados a la naturaleza”, explica Pérez, quien concreta que, en el caso de estos puntos mágicos, “muestran tanto la Chiclana más rural, como la más turística o aquella que recuerda su perfil vinícola con bellos paisajes de viñedos”.

Así es. El Cerro de Santa Ana, Miralamar, El Carrascal, Loma del Puerco, Templo de Hércules, La Espartosa y Las Marismas son los nombres de estos siete enclaves, de estas atalayas que, estratégicamente, salpican la franja litoral y el casco histórico y se proyectan sobre lugares tan envolventes como el islote en cuyo entorno, hace tres mil años, los fenicios levantaron el Templo de Melkart o el Parque Natural de la Bahía de Cádiz, refugio privilegiado de miles de aves.

Puntos mágicos

Desde el magnífico enclave de El cerro de Santa Ana se divisa toda la Bahía de Cádiz y se sitúa la ermita del mismo nombre, construida en el siglo XVIII sobre un molino de viento y anteriormente almenara musulmana.

La Loma del Puerco es otro de estos lugares que ofrecen unas espectaculares vistas, en su caso, brinda una panorámica del mar que fue escenario de la ‘Batalla de Chiclana’, librada el 5 de marzo de 1811 contra el Imperio Napoleónico. Miles de soldados regaron con su sangre este espacio.

También en el litoral, pero ya en zona de Costa Sancti Petri, se encuentra el considerado punto más mágicos de todos: El Templo de Hércules, una visita obligada para aquellos que quieran deleitarse viendo como el sol se oculta justo tras la torre del castillo de Hércules.

Ya en el Pinar de los Franceses, en un lugar caracterizado por los laberintos que forman los ríos, balsas de agua, barras de arena y los caños, se sitúa Las Marismas, un punto mágico con unas impresionantes vistas de todas las marismas, salinas y esteros.

En una colina en el camino a Conil, que permite distinguir en el horizonte el mar y las marismas de la Bahía de Cádiz, se ubica Miralamar. “La mar, la bahía, Chiclana y su campiña, todo un extenso horizonte se otea desde esta colina donde Paquiro tuvo sus viñas y la cañada nos lleva a las lagunas de Geli y Montellano y al Cortijo del Inglés”, se puede leer en su placa.

Desde Miralamar se disfruta de una panorámica del mar y las marismas de la Bahía de Cádiz.
Desde Miralamar se disfruta de una panorámica del mar y las marismas de la Bahía de Cádiz.

Desde El Carrascal se ven las zonas de la Banda y el Lugar desde la perspectiva de quien entra por la carretera de Medina. Por un lado, se aprecia la colina del castillo y la de la Parroquia Mayor, y en la otra parte, la colina de la Huerta del Rosario y la carretera de Medina. Además, este espacio, que fue sede de la antigua Feria del Ganado, es el lugar idóneo para observar y entender la evolución de la economía chiclanera: de estar basada principalmente en la agricultura y en la ganadería a tener como principales recursos económicos la industria y el turismo.

Por último, junto a los depósitos de aguas municipales, se halla Las Espartosas, recuerdo viviente de la que fue la Chiclana de hace siglos, una Chiclana llena de bosque mediterráneo y con una rica flora y fauna. Ofrece un amanecer inolvidable y actualmente es un magnífico observatorio de aves.

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