"El sendero del Novo es la guinda de los reconocimientos a Chiclana"
El edil de Medio Ambiente resalta que el municipio ha recibido este año seis banderas azules
Chiclana/El sendero de Novo Sancti Petri ha conseguido el galardón de 'Sendero Azul' en el primer año en el que concurre a esta distinción que entrega la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC). Con este reconocimiento serán seis las banderas azules que ondearán en la localidad el próximo verano, después de que se conocieran las concedidas a las playas de La Barrosa y Sancti Petri, al puerto deportivo de Sancti Petri, al Aula de la Naturaleza Huerta del Novo y al Centro de Recursos Ambientales Salinas de Chiclana.
El delegado municipal de Medio Ambiente, Joaquín Páez, indica que "la Bandera Azul al sendero de Novo Sancti Petri es la guinda al pastel de los reconocimientos de calidad al litoral chiclanero, sobre todo después de que se haya recuperado la Bandera Azul en la playa de Sancti Petri, que era una de nuestras máximas aspiraciones. Son pocas las localidades que pueden hacer ondear seis banderas azules en su término municipal, lo cual dice mucho del trabajo que se ha venido realizando a favor de la excelencia en playas, entorno natural y equipamientos".
Sobre las acciones inmediatas, el edil apunta que se va a proceder a la instalación de la cartelería, señalización y colocación de paneles interpretativos que establecen las directrices para la disposición de información en senderos azules. Además se intensificarán las acciones para su mantenimiento y su difusión mediante la realización de actividades de concienciación ambiental.
El sendero Novo Sancti Petri se desarrolla paralelo a la playa de La Barrosa, sobre unas dunas estabilizadas profusamente vegetadas con especies autóctonas como sabinas, lentiscos, carrascas y pinos piñoneros. Su recorrido finaliza en la Torre del Puerco, torre vigía del siglo XVI (Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento), cuya principal función era la de vigilancia militar, aunque también sirvió para controlar el paso de los atunes por la costa. Fue testigo de la Batalla de Chiclana de 1811 y, en la actualidad, es utilizada como observatorio del corredor migratorio de más de 15.000 espátulas, que cada año pasan por la playa de La Barrosa provenientes de los Países Bajos con dirección a África.
En lo que a fauna se refiere, en el recorrido del sendero se distinguen todos los eslabones de la cadena trófica de un sistema dunar, desde la culebra de escalera, como primer depredador, hasta los escarabajos, insectos, antípodos, etcétera... Especial mención merece el camaleón, que vive en arbustos y pinos, por ser especie de interés comunitario con protección estricta.
Sobre sus atractivos, el edil especifica que "en un paseo por el sendero se puede disfrutar de unas vistas magníficas, desde el punto de vista estético, de la playa de La Barrosa, y con el castillo de Sancti Petri en el horizonte. Son observables especies autóctonas como sabinas, lentiscos, carrascas, pinos piñoneros, y magníficos ejemplares de enebro marítimo, especie en peligro de extinción en perfecto estado de conservación".
No hay comentarios