Un nuevo año, una nueva primavera

Nos disponemos un año más, aunque de una forma no acostumbrada, a vivir intensamente nuestra Semana Mayor. Pensando en positivo, más intensamente que el pasado año 2020, con Esperanza en que poco a poco volveremos a nuestra tan ansiada normalidad y ése es el sentimiento que debe reinar en nuestros corazones.

Esperanza, una confianza plena en Dios de que en un futuro no muy lejano todo esto será agua pasada. Pero, mientras tanto, no podemos dejar pasar la oportunidad de vivir intensamente la Semana Santa de este año 2021 con cautela y cumpliendo fielmente las medidas sanitarias vigentes en estos momentos.

Desde la Permanente hemos trabajado intensamente en una Cuaresma cargada de actividades y cultos, vaya mi reconocimiento y agradecimiento al equipo humano que me acompaña en esta legislatura, los cuales lo han dado todo de sí para mayor gloria de Dios y su Santísima Madre.

En este Domingo de Ramos, aún con las emociones a flor de piel por lo vivido en el día de ayer, con ese recorrido inédito para meditar antes los distintos Misterios según la Semana Santa de nuestra ciudad, comenzamos día a día de la mano de nuestras hermandades y cofradías a vivir esta Semana Grande, a todas ellas mi más profundo agradecimiento, semana que culminará con el Triduo Pascual sin el cual nada

de lo que venimos realizando tendría significado, la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Abramos las puertas de nuestro corazón de par en par a Cristo, el que entre Palmas y Olivos quiere realizar una Entrada Triunfante en el mismo. Hosanna en el Cielo, Bendito el que viene en el nombre del Señor!