La Zona de Bajas Emisiones del centro de Chiclana empezará a aplicarse en 2026

Chiclana/Los cambios previstos en la movilidad urbana y el tráfico en Chiclana sobre los que se viene trabajando por parte de los responsables municipales desde hace casi dos años se encuentran ya en su recta final, con la reciente aprobación provisional de la ordenanza municipal que debe regular lo que se denomina Zona de Bajas Emisiones (ZBE), a la que está obligada la localidad como ciudad de más de 50.000 habitantes en virtud de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de 2021, una normativa que podría estar aprobada de forma definitiva a principios del próximo año.

Cabe recordar que la citada Zona de Bajas Emisiones son áreas urbanas, generalmente donde se concentra mayor cantidad de tráfico, en las que la circulación quedará restringida y permitida únicamente a aquellos vehículos que cumplan con unos objetivos de emisión de gases.

El primer paso para la entrada en funcionamiento de esta ZBE ya se ha dado en la localidad. Su espacio está dibujado y comprende un amplio entorno del centro histórico: desde la calle San Antonio (norte) hasta la calle Agustín Blázquez (sur) y desde la calle San Félix (oeste) hasta la calle Convento (este), abarcando de este modo gran parte de la zona centro de El Lugar y una pequeña superficie de La Banda, que linda con la Alameda del Río. La operación va acompañada por la colocación de 56 cámaras de control de tráfico con lectura de matrículas y que vigilarán las entradas y salidas de la zona delimitada. 

De esta forma, y con las necesarias reservas tras la reciente sentencia en contra de las medidas de este tipo puestas en marcha en la capital de España bajo la denominación ‘Madrid Central’, tras el recurso presentado por VOX, es objetivo de la Delegación municipal de Tráfico y Seguridad, al frente de la cual se encuentra José Vera, que la normativa local al respecto pueda estar aprobada a principios de 2025, de forma que se lleve a cabo entonces el impulso definitivo a estas medidas, con las que se persigue una regulación más sostenible de la movilidad, el tráfico y la contaminación en las zonas urbanas de las ciudades con más de 50.000 habitantes.

Así pues, el cronograma con el que se prevén dichas actuaciones en Chiclana establece que, una vez aprobada la ordenanza de forma definitiva, durante el próximo año 2025 se pueda llevar a cabo una fase de pruebas a lo largo de la cual se vayan poniendo en marcha los diferentes dispositivos y sistemas de organización y control del tráfico y movilidad, al mismo tiempo que se va informando y adaptando los medios y las instalaciones a la realidad del operativo.

Todo ello sin que se apliquen la sanciones que vendrán reguladas en la normativa municipal sobre las conductas contrarias a la regulación, en tanto en cuanto no se complete dicho periodo de pruebas en el que la citada Zona de Bajas Emisiones se desarrolle en sus diferentes vertientes.

De forma paralela se irán completando las medidas de instalación de señalética, información y avisos de posibles infracciones a la ciudadanía, para que los cambios que se vayan introduciendo se adapten a la realidad del casco urbano de Chiclana y sean por todos conocidos antes de su aplicación definitiva.

Esta entrada en vigor de la norma en toda su extensión también está prevista de forma progresiva, de manera que durante los años 2026 a 2028 se apliquen unas restricciones mínimas al tráfico en esta ZBE, para ir aumentándolas posteriormente con el paso de los años.

De esta forma, inicialmente está previsto que durante los primeros años de aplicación de la medida la restricción del tráfico en la ZBE se lleve a cabo tan sólo por las tardes, horario en el que los vehículos que puedan circular por estas calles tendrían que contar con, al menos, la Etiqueta B. 

Asimismo, en los años sucesivos será en horario de mañana cuando se requiera de Etiqueta B para poder circular por la ZBE, mientras que por las tardes se exigirá la Etiqueta C, y así sucesivamente hasta que la normativa entre en vigor de forma completa.   

Nuevas cámaras de control de velocidad

Junto con la puesta en marcha de la ZBE en la localidad, desde la Delegación de Tráfico y Seguridad se viene trabajando desde hace años en la implantación de medidas para el control de la velocidad de vehículos en diferentes zonas del término municipal, un operativo vinculado también a las nuevas normativas existentes en materia de movilidad y tráfico relacionadas con programas como la Agenda 2030, Ciudad Amable, etc.

En esta línea, cabe destacar que, junto a las cámaras ya instaladas en la localidad para el control de la velocidad, próximamente se incorporarán cuatro nuevos radares, cuya ubicación está aún por determinar.

“Lejos de lo que la gente pueda pensar del objetivo de estas medidas, en lo que al aspecto recaudatorio respecta, dichas actuaciones responden a la necesidad de adaptar la actual realidad de la movilidad local a la normativa existente y a las demandas de la ciudadanía, ya que son muchos los vecinos de diferentes zonas del término municipal que nos solicitan la instalación de este tipo de medidas para controlar la velocidad de la circulación debido al riesgo que ello entraña”, destaca el delegado municipal de Tráfico, al tiempo que concluye que “tras implementar estos dispositivos en diferentes carreteras del entorno, las nuevas cámaras podrían estar más enfocadas a zonas urbanas en las que se ha solicitado su instalación y donde vemos necesaria esta regulación”.