Plataformismo. Por Fernando Santiago
PLATAFORMISMO
Hubo un tiempo en el que en Cádiz había una plataforma para cualquier cosa, inspirados en el cuplé de Los Cubatas “fue volando hasta el Dique y se clavó en una plataforma”. Algunas tuvieron un éxito : se impidió que se hiciese el despropósito promovido por Vera Borja de un Palacio de Congresos entre Santa Bárbara y el Parque Genovés. No pudieron hacer un híper en los terrenos de la Unión Cervecera (“Alcampo para las amapolas”). El proyecto de un barrio de clases altas en los terrenos ociosos de astilleros, que Vera Borja llamó City del Siglo XXI se paró gracias a la plataforma Astilleros para Cádiz, un registrador de la propiedad meticuloso que negó la inscripción de la llamada Dársena Sur en aplicación de la Ley de Costas, y la llegada de Teófila que le compró los terrenos al INI. En cambio fracasó la plataforma para que en el solar que había dejado el antiguo Hotel Playa hubiera una extensión de la Glorieta. Batallitas del Abuelo Cebolleta. La movida para que los centros de la UCA se quedasen en Cádiz no fraguó porque la quiso protagonizar Carlos Díaz en solitario. Ahora se ha constituido una plataforma para reclamar que el Campo de las Balas no se enajene. Primero tengo que decir que a mí me parece que es buena idea que allí se ponga un hotel, digo más: se tenía que haber aprovechado cuando se construyó el nuevo Parador y haber completado la operación con que el hotel llegase hasta el Campo de las Balas y de paso resolver la continuidad del paseo exterior y el mamarracho de calle que hay en la parte trasera de Hollywood. Aparte de lo dicho, me parece muy bien que la ciudadanía se organice, que reclame su forma de ver la ciudad. Lo que no puede ocurrir es que se vote cada cuatro años y mientras tanto quede todo en manos del gobierno municipal. Las entidades que están en esa plataforma merecen todo el respeto, su punto de vista, que no comparto, es digno de estudio. La única verdad en todo esto es que el Campo de las Balas es un desastre. Si lo que se pretende es conseguir 6 millones de euros para destinarlos a la operación Valcárcel, mal vamos. Entre otras cosas porque ni la Universidad ni la Junta quieren que Ciencias de la Educación vaya a Valcárcel, así que es un camino baldío , tantos años discutiendo si son galgos o son podencos para que al final vaya a seguir el edificio vacío y en ruinas. Un desastre para Cádiz, una dejadez de la que son responsables la Junta de JUANMALOHARÍA y la UCA. SI Eduardo González Mazo hubiera seguido unos años más, otro gallo cantaría. No habrá hotel en el Campo de las Balas ni facultad en Valcárcel, como se ha perdido el hotel de la Punta, tós al saco y el saco al suelo. O nos ha mirado un tuerto o llevamos unos años soportando malos gestores .
Fernando Santiago
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