La mala reputación. Por Fernando Santiago

21 de diciembre 2024 - 05:59

LA MALA REPUTACIÓN

Como dijo Eugenio D´Ors “en Madrid, cuando las ocho dan, o das una conferencia o te la dan”. En Cádiz, cuando llega final de año, o das un premio o te lo dan. No nos dejan respirar, todas las entidades dan premios : las Uvas de la SER, los Gaditanos del Año de Onda Cero, los  del Ateneo, los hijos adoptivos y predilectos del Ayuntamiento, las banderas de la Junta de Andalucía. De aquí a nada dará los suyos la Diputación y LLORECA. Los dan por abundamiento, de 10 en 10. A mí  me dio uno la Peña Cadista Cuatro Gatos  al más malage o algo parecido , creo que lo dan todos los años, cosa que no hacen los de la Guayabera, me lo dieron  se extinguió. Los de El Último Tramo están pensando en darme un premio dada la simpatía que me profesan. Todos los premiados estos días se lo merecen, por supuesto . Los que han sido premiados estos últimos meses se merecen la distinción, todos tienen padre, madre, pareja e hijos a los que dedicársela, todos han hecho en sus respectivos campos méritos de sobra, aunque en algún caso nos hayamos enterado de su existencia en el momento de la concesión. Es como las placas que antes ponía el Ateneo, las pagaba la Zona Franca por obra y gracia de Pepe Mier , en cada esquina ponían una. Ahora le ponen placas a los carnavaleros en la casa donde nacieron, todos ellos con talento de sobra. Algunos llegan al Olimpo del callejero, también muy meritorio. Como esta es una ciudad pequeña en unos pocos años todo el mundo tendrá en el aparador de su casa, donde antes había una muñeca de Marín y la foto de la boda, algún  objeto que recuerde  que el año tal fue distinguido por la entidad yo qué sé, en virtud de los méritos contraídos. A la entrega de estos premios se les llama gala, y la gente se pone de picos pardos, como se decía antes, para recoger la distinción. Fui a la del Ayuntamiento, después de solicitar la invitación, porque se lo daban a Pelayo y a Luis García Montero, dos buenos amigos. Al resto le agradezco no haber sido invitado, que yo no solo me merezco premios chungos sino que, como Ulises, “mi nombre es Nadie” de esta forma, meevito salir de casa con lluvia o frío, tener que maquearme con lo bien que está uno en chándal con un libro en las manos, sin tener que escuchar discursos interminables como  Paz Padilla o Ramón Velázquez, dos premiados con justicia también. Supongo que la gente será muy feliz con estos reconocimientos, así que aprovecho para   felicitar a todos y alegrarme de que sean felices con estas sesiones de baño y masaje. Los siesos vivimos mejor recluidos en nuestro miserable mundo asocial. Como cantaba George Brassens y versionó Paco Ibáñez “no pienso hacer ningún daño queriendo vivir fuera del rebaño. A la gente no gusta que, uno tenga su propia fe”.

Fernando Santiago

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