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La pandemia del coronavirus puso en jaque a toda la sociedad a nivel global y el teletrabajo se postuló como una solución efectiva ante las restricciones y sucesivos confinamientos.
Actualmente, no son pocas las empresas y autónomos que siguen optando por el trabajo remoto como la opción principal para desarrollar su profesión o la de sus empleados. De hecho, incluso el pasado mes de octubre entró en vigor la nueva ley para regular esta opción laboral.
En este contexto, la cuantía de la factura de la luz es determinante para el desempeño del teletrabajo. Hay que destacar que la incorporación de los diversos tramos horarios, divididos con mayor o menor precio en la factura final, puede provocar que esta modalidad laboral provoque un repunte en nuestro recibo mensual.
La herramienta indispensable para trabajar de forma telemática es el portátil u ordenador de sobremesa. Cada ordenador cuenta con su propio consumo, pero según el portal Business Insider, la media de los ordenadores portátiles, en primer lugar, se situaría en 50 W, 0,05 kWh.
Por lo tanto, según los propios datos recogidos por el portal web, para un trabajador con jornada intensiva que desarrolle su profesión con ordenador portátil, el coste del teletrabajo sería 0,0279 euros al día, 0,1395 euros la semana y 0,5859 euros al mes.
Todo ello incrementaría la factura anual a un añadido de 7,0029 euros. Para un trabajador con jornada partida, en la cual se cuenta el descanso a la hora de comer, el gasto subiría a 0,039 euros diarios, 0,195 euros semanales y 0,819 euros mensuales; subiendo la factura anual en 9,789 euros.
Los profesionales que cuenten para desempeñar sus labores con ordenador de sobremesa deben tener en cuenta que consume mucho más que un ordenador portátil: en torno a los 220 W de media.
Por tanto, según los números del citado portal, en jornada intensiva, el consumo diario sería de 0,146 euros, el semanal de 0,73 euros y el mensual de 3,066 euros. Al final de año, nuestra factura se habría incrementado en 36,656 euros.Si hablamos de un empleado que cuente con jornada partida, al día la factura de la luz subiría 0,174 euros, a la semana 0,84 euros y al mes 3,654 euros. Como consecuencia, el recibo anual energético se dispararía con un incremento de 43,674 euros.
Adicionalmente, durante los meses de verano a este gasto habría que añadir los costes derivados del aire acondicionado, con una media estimada de unos 1.000 W, 1KWh. Esto se traduciría en que durante la jornada intensiva de un mes, el aire acondicionado incrementaría el recibo hasta en 13,9 euros más que en meses anteriores. En el lado de los trabajadores a jornada partida, el aumento sería de 16,6 euros al mes en su factura mensual.
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