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Recientemente, tanto la Guardia Civil como Incibe (Instituto Nacional de Ciberseguridad) alertaban a la población por una nueva estafa que estaba afectando a clientes de Endesa. En este caso, se trata de una campana de correos electrónicos fraudulentos que se envían suplantando la indentidad de la compañía eléctrica y en los que se informa de la existencia de una factura que está sin pagar, deuda que en realidad no existe.
Los estafadores hace que, al descargar la factura electrónica, la víctima descargue en realidad un 'malware' para robar información del ordenador o del dispositivo desde el que se haya hecho la operación.
Esto mismo que le ha pasado ya a algunos clientes de Endesa le ha ocurrido a un bar de Chipiona aunque con un giro algo más dramático. Según cuenta la Policía Local del municipio gaditano en su cuenta de Facebook, el responsable del local recibió una amenaza telefónica. En esa llamada, un supuesto técnico de la compañía informaba de la existencia de este recibo de luz pendiente. La intimidación consistía en advertirle de que o pagaba de manera inmediata o se procedería al corte inminente del suministro.
El responsable del establecimiento, que se olió algo raro porque efectivamente no tenía ninguna deuda, prefirió avisar a la autoridad y compartir su caso para que nadie se viera afectado.
La Policía de Chipiona aconseja en este tipo de situaciones telefónicas desconfiar de las prisas y las urgencias.
Pero si recibimos un correo de estas características, esto es lo que indica Incibe:
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