V Centenario Sanlúcar: No fue tan bonito mientras duró
La falta de un pulso constante de las administraciones, la nula coordinación local y el parón impuesto por la pandemia lastraron la celebración del V Centenario en la ciudad.
Sanlúcar/“En cualquier pueblo de por ahí le dedican un museo y no sé qué cosas a un cualquiera de la Historia y en Sanlúcar, que fue el puerto de salida y llegada de la Primera Vuelta el Mundo, no quedará nada del V Centenario”. Un paisano me aborda mientras fotografío la alfombra de sal confeccionada en el paseo de La Calzada para la jornada conmemorativa del 6 de septiembre. No nos conocemos, pero probablemente sabe que soy un periodista del pueblo y -como me ocurre con cierta frecuencia por la calle- me da su opinión sin importarle la mía.
Me dispongo a conversar con él, pero tiene tanta prisa como yo para ir a ver los eventos programados para ese día en el Paseo Marítimo y su entorno. Este espontáneo Doctor Jekyll y Míster Hyde refleja perfectamente la doble sensación que experimenta buena parte de la sociedad sanluqueña cuando se propone hacer balance del periodo 2019-2022 y los expectantes años precedentes: abominan de la falta de ambición de los gestores públicos para aprovechar al máximo la efeméride como se merece para ir más allá de lo efímero y, al mismo tiempo, aplauden los preciosos eventos celebrados, que supieron a poco.
Al común de los mortales de Sanlúcar se la refanfinflan tantas comisiones creadas y tantas citas protocolarias. Consciente del protagonismo de la ciudad en la gesta que cambió la Historia -la labor de divulgación de instituciones y entidades privadas sí que ha sido sobresaliente durante estos años-, esperaba mucho más, culpando a las administraciones de un balance tan agridulce. La falta de financiación y el parón impuesto por la pandemia precisamente en los años centrales de la conmemoración no lo justifican todo para el ciudadano de a pie que andaba más o menos ilusionado ante la celebración del V Centenario en la localidad. El agravio comparativo con Sevilla ha sido -hablando mal y pronto- el remate de los tomates.
La coordinación local ha brillado por su ausencia. Los intentos iniciales de resolver esta asignatura pendiente cayeron en saco roto. Los colectivos estaban seguros de sus propios objetivos y programaciones, pero desnortados cuando salían de sus planes propios. No han sido pocas las entidades que se han implicado activamente para dar brillantez a esta oportunidad histórica, pero si hay que destacar algunas cabe mencionar la labor de la Fundación Puerta de América, cuyo presidente fundador, Francisco Pacheco, fallecido en 2017, fue el auténtico impulsor de esta conmemoración en la ciudad; y el Círculo de Artesanos de Sanlúcar, que, por ejemplo, es el colectivo que cada 6-S da sentido oficial a una fecha tan señalada.
Ambas entidades, por cierto, son las promotoras de dos sitios que se han convertido ya en emblemáticos dentro de la ruta local del V Centenario: el Reloj Ecuatorial ‘Legua Cero’, ubicado en Bajo de Guía; y el Monumento a la Primera Circunnavegación, radicado en la barrioalteña calle Escuelas.
Por el contrario, aquello que depende de las administraciones se ha quedado a medio camino. Sirva de lamentable ejemplo el conocido como Castillito de Bajo de Guía, anunciado hace años como centro de interpretación y sede permanente de la conmemoración en la ciudad, que todavía está en obras. El parque-mirador del V Centenario, proyectado en la zona de Pino Alto, también tendrá que esperar.
La valoración municipal de la conmemoración no puede ser, claro, más positiva. El alcalde, Víctor Mora, ha vuelto a recordar esta semana “algunas de las cosas que más relevancia han dado a esta conmemoración”, mencionando la consecución del nombramiento de Sanlúcar como Capital Española de la Gastronomía, “ligada a esta celebración”.
En su opinión, “a pesar de todos los inconvenientes, hemos conseguido algo impensable y se nota en todos los sectores”. “El impacto de las informaciones sobre Sanlúcar ha alcanzado los 300 millones, lo que hubiera supuesto un gasto para la ciudad de 65 millones de euros, casi el presupuesto municipal”, aseguró.
Mora resaltó la aportación de “todos los que han trabajado por esta efeméride, una celebración en la que todo el mundo ha puesto su grano de arena”. “Queríamos que quedara algo para siempre y, por ello, se apostó por grandes infraestructuras, como la rehabilitación del ahora Auditorio ‘Manolo Sanlúcar’ o de Las Covachas, monumento convertido en el Centro de Interpretación de la Manzanilla”, subrayó el alcalde sin olvidar los proyectos pendientes del Castillito y el parque-mirador. “Toda una huella que podrán disfrutar las generaciones venideras, que no olvidarán así esta conmemoración”, apostilló.
Del ámbito institucional al tejido asociativo. Tomamos como referencia lo manifestado por el actual presidente de Puerta de América, Juan Antonio Manzano, durante su discurso en la reciente gala de entrega de los premios Capitán de Galeones, que promueve cada año esta fundación sanluqueña. “2022 nos ha alcanzado con más de lo que esperábamos y con mucho menos de lo que querríamos”, afirmaba ante el numeroso público asistente.
En palabras también de Manzano, “teníamos la esperanza de que esta celebración supondría un revulsivo, el catalizador necesario para que nuestra ciudad diera un paso adelante tan necesario como esquivo”. Reivindicando la aportación de la fundación y la sociedad civil de Sanlúcar en su conjunto, criticó “la desidia y la falta de interés de las administraciones públicas, que nos han demostrado con sus hechos la apatía y la desgana que provoca la Historia en nuestros representantes políticos”. Y la consabida comparación con la capital hispalense: “Sanlúcar vuelve a convertirse una vez más en esa estación abandonada que ve pasar los trenes uno tras otro sin que ninguno se detenga para que subamos”.
Con vistas al futuro, hay tarea. En el horizonte se atisban iniciativas como el Trofeo Oceánico Juan Sebastián Elcano, que cuenta con la implicación de la Asociación 500 Años de Circunnavegación a Vela, con salida y meta en Sanlúcar. Seguro que ese paisano quejoso con el que me topé en La Calzada no se lo pierde.
También te puede interesar