El langostino de Sanlúcar sortea la inflación pese a los forasteros
Reportaje | Sanlúcar
La oferta del langostino italiano amenaza a la especie autóctona aunque los comerciantes aseguran que se venden “como pipas”
El ‘kilo’ sube "2/3 euros por día" conforme se van acercando las fechas más señaladas de la navidades
Sarna con gusto no pica o lo barato sale caro. El refranero español ayuda a explicar la situación del langostino de Sanlúcar en las mesas de muchas familias españolas ahora que se acercan estas fechas navideñas que tanto incitan a realizar esfuerzos económicos para copar las mesas de estos exquisitos productos. La excepcionalidad de estos manjares es similar a la excepcionalidad de la especie de Sanlúcar que, como cualquier marca, y esta es de calidad, tiene su propio ciclo. La crisis del COVID-19, la inflación o el temido cangrejo azul han lastrado y puesto en peligro a la especie en los últimos años. Parece que en este curso la amenaza llega desde Italia, con un langostino a precios irrisorios, pero al que todavía le queda mucho Mediterráneo para competir con la calidad de la Bahía.
En la mar, el langostino empieza a remontar el vuelo tras el desastre del pasado curso, donde el cangrejo azul, o eso se cree, puso considerablemente en peligro a la especie. Según datos estimados de la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar de Barrameda, las 150 toneladas que descargaban en lonja en el año 2020, cayeron más de un 50% hasta descargar unos 70.000 kilógramos en el 2022. Actualmente, se estiman entre 90/100 toneladas. "Vamos para arriba", asegura José Carlos Macías, técnico de la Cofradía.
La desidia de las administraciones para proteger la marca
Desde esta institución achacaron al cangrejo azul la escasez del langostino de Sanlúcar en las costas. Desde que se detectó el problema han recurrido a las administraciones públicas para que utilicen las herramientas suficientes para solucionar el conflicto que tanto daña a una marca tan excepcional para Sanlúcar, Cádiz y Andalucía. "Queremos saber qué le ocurre a la especie pero no se le presta atención desde arriba", protesta José Carlos.
Cuando se detectó el problema, la administraciones modificaron el decreto para que los mariscadores pudieran atajar el problema limpiando a esta especie invasora pero "no se dotó de recursos suficientes". Esta efímera respuesta de la administración no sirvió de ningún modo para solventar este contratiempo, y desde la Cofradía insisten en que lo importante es "saber lo que hay porque no se ha hecho ningún estudio de biomasa o biopresencia". Pese a todo ello, el langostino de Sanlúcar está resurgiendo en la costas gaditana.
Si el cangrejo azul es el enemigo en el mar, el precio del langostino italiano se convierte en el mayor escollo entre la especie autóctona y las mesas de las familias en estas navidades. El precio irrisorio de la pieza italiana puede parecer una seria amenaza para la marca de Sanlúcar, pero en el Mercado de Abastos de la ciudad no le temen. Ni a la inflación. De momento, "los precios se están manteniendo con respecto al año pasado", comenta José Antonio del popular puesto de los Hermanos Brioso.
No solo tiene enemigos el langostino, el mar de leva (o mar de fondo) se convierte en su mayor aliado, provocando que el animal salga de la arena, se capturen más, suba la oferta y los precios no se disparen. Ese mar de leva de principios de semana coloca al langostino de Sanlúcar en torno a 40 euros/kg para los de tamaño mediano (42 piezas). Añade Antonio, de otro de los puestos estrella del mercado como es ElManzanita, que hace dos semanas los vendía por 50 euros/kg este mismo langostino. Y los más grandes, los Pablo Romero (conocidos así popularmente por el característico gran tamaño de los astados de esta ganadería), estaban a 90 euros/kg (más de 15 euros más caros que ahora).
El frío y la demanda subirán los precios
Pero la alegría va a durar poco, pues el frío, otro enemigo en la lista de este marisco, vuelve a aparecer en el litoral gaditano, bajarán las descargas en la lonja y aumentará el precio. "Con el frío se quedan en la arena", comenta Antonio. Los más previsores ya tienen sus congeladores llenos de este manjar, pues tras el paro biológico que terminó hace dos meses, aprovecharon para secar los puestos del mercado. El dueño de Manzanita precisa que "hace un mes y medio la gente se ha llevado lo más grande. Dinero no habrá pero estoy vendiendo una tonelada por semana". Por su parte, José Antonio anuncia el esperado aumento de precios en "hasta dos o tres euros diarios". Eso sí, matiza, también "dependerá de los barcos".
A vueltas con la amenaza del langostino procedente de Italia, la Cofradía de Pescadores alertó la pasada semana de que habían detectado fraudes en pescaderías de Sanlúcar en la que se vendía este langostino con la marca de Sanlúcar. En el Mercado de Abastos todavía confían en la buena voluntad y lealtad de todo el gremio, pero si se percatan de que algunos comercios no detallan la procedencia, lo que provoca la confusión de algún despistado. "Cada vez se está introduciendo más esta práctica", alerta José Antonio. La clave, para Antonio, está simplemente en "ver la etiqueta". "La gente tiene que preguntar", espeta. José Antonio cree que "es una amenaza" pero no un problema mientras "no haya competencia desleal". "Es la administración la que tiene que actuar contra esto", aclara.
Pese a ello, desde El Manzanita se aclara que "no es habitual", en referencia a esta práctica, "pero siempre hay gente que viene a ganar el máximo dinero posible en estas fiestas". Con 18 euros/kg se presenta la especie italiana en busca de reemplazar al langostino de Sanlúcar, empresa muy complicada, por no decir imposible, debido a la calidad incuestionable e incomparable de la especie sanluqueña. En Hermanos Brioso nos dan las claves para detectar las diferencias, aunque la más efectiva es, sin duda, su sabor. Irrisorio son los precios del italiano, como irrisoria es la comparación de estos mariscos en el paladar. Los expertos hablan.
Rival en lo económico, no en la calidad
"El italiano tiene un precio económico", reconoce José Antonio. Además, continúa, "el mediano de su especie es más gordo que el nuestro". "Ahora bien, la calidad es la que es. "El de allí necesita muchísima más sal, el sabor del nuestro apenas la pide", incide. Las similitudes son pocas, ni en sabor ni en color. "Para los que conocemos el langostino, en boca hay mucha diferencia. Y ya no solo eso, por el color también se ve, el italiano es mucho más pálido". Lo único en lo que gana el forastero es que "se mete por el tamaño".
El langostino de aquí es un lujo, no cabe duda, pero los comerciantes precisan que la inflación está afectando más a los productos más accesibles, como pueden ser los congelados. "Actualmente está casi más caro el marisco congelado que el fresco", informa Antonio. El fresco sortea la crisis, y el producto autóctono la resiste, por la exclusividad de su calidad, pero no hay que obviar que existen alternativas atractivas en lo económico, más aún en estos tiempos. "Hay mucha gente que ahora se lleva un kilo de Sanlúcar y tres italianos".
Antonio también comenta que está siendo "una buena temporada de langostino", lo que está permitiendo que no se hayan vuelto a disparar como viene pasando en las cestas de las compras de todos los españoles. "Ahora está mucho más cara la gamba", añade aludiendo a que en verano las tornas cambiaron. Eso sí, "es el mar la que lo dirige y lo marca absolutamente todo".
No se pueden quejar, o eso es lo que expresan los principales puestos del Mercado de Abastos que comercializan con la marca del Langostino de Sanlúcar desde hace décadas. Además, la excepcionalidad del producto llama a las mesas, no solo de los sanluqueños y los gaditanos, también desde cada rincón de Andalucía y de Despeñaperros pa' arriba, llegando a este mercado único en todo el país para lanzarse a por este manjar que copa los platos de muchas familias. "Vienen una jartá de fuera, y buscan el de Sanlúcar".
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