Brillante adiós a una Súper Olimpiada XL

Cádiz/Por quinta vez a lo largo de la historia, una Olimpiada Marianista le dijo un cariñoso "hasta la vista" a Cádiz después de varios días de convivencia y competición deportiva, en esta oportunidad con más de dos millares de alumnos de colegios marianistas como princ ipales protagonistas.

La última jornada resultó espléndida pues incluso el sol hizo acto de presencia con decisión después de que la primera jornada de las cuatro que compusieron el calendario se hubiera visto alterada el miércoles por culpa de una lluvia que impidió ese día la utilización de las pistas al aire libre que estaban previstas como escenarios para los encuentros de los cuatro deportes colectivos incluidos en el programa. Eso sirvió para demostrar que detrás que esta 40ª Olimpiada, la rebautizada como Olimpiada XL, existía un aparato organizativo de envergadura que supo resolver en cuestión de horas los múltiples problemas provocados por la descarga de las nubes. Y de ahí en adelante, todo marchó ya sobre ruedas para un equipo con dos cabezas visibles a las que hay que reseñar en la despedida, Ignacio Membrillera (director del colegio San Felipe Neri) y Kike Jódar (máximo responsable de Deportes del mismo). En cualquier caso, sin sus ayudantes más cercanos ni los 500 voluntarios nada hubiera sido posible.

La jornada de clausura arrancó muy temprano con la celebración de los encuentros destinados a decidir el orden de los podios de las diferentes categorías en fútbol sala, baloncesto y voleibol. Muchísimo público asistió a los choques en los que se repartían las medallas de oro, plata y bronce, lo que provocó un ambientazo por todo lo grande en el enorme patio del colegio marianista de la capital gaditana y en su pabellón polideportivo.

Una vez cerrado el medallero, tras acabar todos los deportes de equipo, el atletismo y el ajedrez, se pudo comprobar que el colegio anfitrión era el que había acumulado más metales con un total de 37, superando en uno a El Pilar de Madrid. Los gaditanos brillaron especialmente en fútbol sala y balonmano. En cualquier caso, en cabeza del medallero acabó Valencia por la mejor calidad de sus preseas, ya que de las 32 cosechadas nada menos que 17 fueron de oro, por 13 de Jerez, 10 del ya referido El Pilar de Madrid y nueve tanto de Cádiz como del también madrileño Amorós. Los valencianos forjaron su éxito en el baloncesto y el atletismo.

El brillante broche a la semana lo puso el concurridísimo acto de clausura, escenificado en el patio con el profesor José Ramón Puya como animador disfrazado del almirante Andrés de Pes, artífice de que la Casa de Contratación viniera de Sevilla a Cádiz.

Tras las correspondientes intervenciones de los integrantes de la mesa de honor y la entrega de trofeos y recuerdos, Membrillera y Jódar entregaron la bandera olímpica y la antorcha a sus homólogos del colegio Amorós de Carabanchel, que acogerá una nueva Olimpiada Marianista el próximo año, en el que se cumple 75 desde su apertura.