El Cádiz B, testigo de la vuelta de Agné

Fútbol | Segunda División B

El Córdoba llega con un técnico que vivió una de las peores crisis deportiva e institucional del club amarillo

Agné alza orgulloso la bufanda del Cádiz el día de su presentación en diciembre de 2012.
Agné alza orgulloso la bufanda del Cádiz el día de su presentación en diciembre de 2012. / Jesús Marín
Fernando J. Díaz

18 de febrero 2020 - 19:29

Cádiz/Al ya por sí atractivo Cádiz B-Córdoba del próximo domingo (11:30 horas), que el filial afronta tras empatar en Algeciras (1-1), hay que añadir el regreso de Raúl Agné, entrenador del conjunto blanquiverde. El de Mequinenza vuelve a El Rosal, donde empezó todo como preparador del Cádiz en diciembre de 2012.

Agné no consiguió logros brillantes como responsable del vestuario cadista si estos apuntaban al ascenso a Segunda A, pero le tocó remar contra una corriente brutal por la profunda crisis deportiva e institucional que le tocó vivir como entrenador del primer equipo amarillo.

Llegó en diciembre de 2012 para tomar el relevo a Ramón Blanco, quien dio la vida en su último servicio por el Cádiz de sus amores sin que la suerte le acompañara. Agné encontró en Blanco al mejor apoyo previo a su desembarco en un proyecto creado para el ascenso y que se desinflaba hasta el punto de pelear por evitar el descenso a Tercera. Realmente al final el gran reto del hoy entrenador del Córdoba fue evitar esa debacle, lo que consiguió con el triunfo en Sanlúcar (0-3) en la penúltima jornada de Liga.

Evitar el descenso a Tercera, el cambio de dueño y meses impagados marcaron su etapa

Aquella campaña Agné tuvo que ‘navegar’ con una plantilla que para nada tenía el potencial que en verano anunciaban a bombo y platillo los italianos de Sinergy y la familia Manzano. Hasta 30 futbolistas pasaron por el equipo y fueron muy pocos los que se salvaron. El fracaso resultó casi generalizado. Dentro de la decepción, quedan para el recuerdo nombres que marcaron esa triste tendencia como Sipo, Edison Torres, Garretas, Bermúdez, Nico Varela o Vergara, entre otros.

Agné tuvo la opción de enderezar el proyecto en el mercado de invierno con Álex Granell, Peragón, Josete o Carlos Álvarez, entre otros, aunque para su pesar fue con vistas a salvar la categoría. Lo logró y se ganó seguir otro curso en el que ‘explotó’ el club, institucionalmente hablando. Subasta de las acciones, adiós de los italianos, entrada en acción de Vizcaíno y Pina, jugadores y empleados sin cobrar... etc.

El complejísimo entorno no ayudó al aragonés, que hizo lo que pudo en uno de los momentos más críticos en la historia del club. Vuelve casi seis años después y sabe que nada tiene que ver con lo de entonces. Dejó al Cádiz en Segunda B y hoy es su filial el que compite en esa categoría.

Nieto y Cobo, colonia cordobesa del filial

En el Cádiz B hay dos cordobeses que el domingo tendrán sensaciones especiales. Se trata de Manuel Nieto y Carlos Cobo, si bien sólo el segundo de ellos llegó a vestir la elástica blanquiverde en su etapa formativa. Nieto está teniendo un protagonismo mayor que su compañeros en los partidos y su papel está siendo decisivo en las últimas jornadas acompañado de goles. El que hizo en el Nuevo Mirador, frente al Algeciras, resultó espectacular. “En esas acciones no se piensa, se actúa. Sabía que le tenía que pegar y esos disparos se me dan bien”, dijo el jugador tras el partido. Nieto y Cobo, como cordobeses, sí lucieron la elástica del Séneca CF, uno de los referentes del fútbol base de esa ciudad, antes de que el atacante recalara en el Betis y el lateral izquierdo en el Real Madrid.

stats