Enrique: "A nadie le gusta que le piten en su propio campo"

Dicen que en el fútbol no existe la memoria y Enrique Ortiz, ya en su séptima temporada como cadista, puede dar buena fe de ello. El extremeño, máximo asistente del equipo la pasada temporada, no se encuentra en su mejor momento de juego y hasta ganando no deja de ser el objetivo de las críticas de los aficionados amarillos en Carranza. El jugador se lo toma con resignación y, aunque asegura que "a nadie le gusta que le piten en su propio campo", asume que los que acuden cada domingo al estadio gaditano "tienen derecho a opinar y expresar lo que quieran".

La situación no es cómoda para él y lo que queda es "apechugar e intentar dar la vuelta a la tortilla" para hacer que los pitos se conviertan en aplausos en los próximos partidos en Carranza. Enrique reconoce que "no es que esté siendo tan decisivo como en otros momentos pero estoy intentando hacer siempre lo que el míster me pide" y explica que se tiene menos paciencia con los veteranos de la plantilla que con los recién llegados. "A una persona que acaba de llegar y a la que no le salen las cosas tampoco la vas a hundir, pero a los que llevamos más tiempo y hemos sido importantes en otros momentos nos piden más", indica.

Entrando en lo meramente deportivo, el extremo diestro analizó el próximo partido del Cádiz en Castellón, un conjunto que, pese a ser colista, "tiene un buen equipo, con gente experimentada, y ya ganaron al Betis hace dos semanas". La delicada situación de los de Tintín Márquez en la tabla puede ser un punto a favor de los amarillos, ya que "tienen cuatro puntos y tienen que salir de ahí y nosotros tenemos que jugar con la ansiedad de ellos".

Enrique considera que tras dos buenos resultados "se trabaja con menos presión, sin la tensión de tener que ganar sí o sí" y espera conseguir al fin una victoria en Castalia, un estadio en el que nunca ha ganado. "Si tengo la suerte de jugar me gustaría romper la racha y ganar de una vez allí", destaca.