Fractura definitiva en la plantilla del Puerto Real

Lo que parecía una situación de tensa calma en el seno del Puerto Real se ha revelado como una fuerte tempestad tras escuchar las palabras de varios miembros de la plantilla en la rueda de prensa que tuvo lugar ayer en la localidad. Diez jugadores del equipo (Juanma Cruz, Sergio Iglesias, Tato, Fali, Capi, Joaqui, Paco Vázquez, Álex Cortés, Ezequiel y Fofi) firman un comunicado donde denuncian el desprecio y las faltas de respeto continuas por parte del entrenador, "que ha ejercido de presidente", y la ausencia de autoridad en la figura de Victoriano Cordera, actual mandatario del conjunto verdiblanco.

El texto fue leído y explicado principalmente por los dos capitanes, Sergio Iglesias y Juanma Cruz, que estuvieron acompañados por Fali y Capi, los dos futbolistas más antiguos de la plantilla, y Álvaro Martínez (fisioterapeuta del club).

La principal razón de esta convocatoria radica en la necesidad de defenderse de las declaraciones que el técnico y presidente han realizado a diversos medios al finalizar la temporada. "No podemos permitir que se nos culpe a la plantilla de todo lo acontecido este curso ni que se difame nuestra imagen con mentiras y calumnias, mientras que el entrenador evade toda responsabilidad, cuando ha sido el único al mando en la parcela deportiva del club".

Los jugadores firmantes afirman que "desgraciadamente el equipo está dividido desde hace mucho tiempo" y que eso se ha plasmado en diversas situaciones a lo largo de la campaña y, sobre todo, tras el final de la competición. Entre otros motivos, expresan su descontento porque "nos hemos enterado de que algunos jugadores han seguido entrenando una vez acabada la temporada con unos cuantos chavales, de los que Queco pretende introducir en el equipo, y no se nos ha avisado". Juanma Cruz considera que es una falta de respeto para con el resto ya que "si se supone que todos somos miembros del Puerto Real hasta el 30 de junio deberían tenernos en cuenta".

Otra de las situaciones desagradables y que no entienden es que en la Feria de la localidad se hiciera una comida del club para despedir la temporada "y solo asistieran los jugadores que Queco quiso invitar, que son precisamente los que no han firmado este texto, cuando debería habernos llamado también a los demás porque el grupo lo formamos todos". Tampoco comprenden que en el mes de diciembre, siendo segundos en la clasificación y tras nueve victorias seguidas, el entrenador quisiera echar a seis jugadores y que tres meses después pretendiera hacer lo mismo con otros seis diferentes. "Todo esto crea una inestabilidad en el grupo difícil de superar", afirma Iglesias.

Los desprecios también los han sufrido de manera individual futbolistas como Capi, "que fue apartado del grupo por contar lo que él mismo había vivido", o el propio Sergio Iglesias, que estuvo ingresado en el hospital "y Queco ni se interesó por mi estado". Pero lo que más le duele, sobre las intenciones de refundar el club, es "que quieran tirar por tierra 82 años de historia de un club con solera e importancia en toda la provincia".

En el texto ni se menciona el mes que se les adeuda "porque a nosotros los que verdaderamente nos decepciona es cómo nos han tratado, más allá de lo que nos deban".