Pablo Niño ve la luz tras un largo calvario

El 18 de septiembre de 2011, en el campo Antonio Fernández Marchán de Guadalcacín, se lesionaba gravemente el jugador del CD Rota Pablo Niño. Reaparecía por fin en el amistoso contra el Portuense y rompía así un periodo muy complicado de su carrera.

"Fue una lesión muy traumática porque nunca me había lesionado en mi trayectoria deportiva. Fue un golpe muy duro porque me vino en una edad un poco tardía", reconoce. Pablo tan sólo tiene palabras de agradecimiento para todos los que en esos momentos le trataron. Se rompió la tibia, sufrió desviación de peroné y ligamentos rotos. "Todos me trataron muy bien empezando por los compañeros. Siempre se preocuparon de cómo estaba. La anterior junta directiva también; el presidente siempre estaba pendiente de mi problema y también, por supuesto, la afición, que me daba muestras de cariño y de que volviera a los terrenos de juego".

Esa era, precisamente, la gran preocupación del exjugador del Betis y del Cádiz, entre otros equipos: "Cuando me pasó esto pensaba que no volvería a los terrenos de juego, pero en estos momentos la sensaciones que tengo son buenas. Es normal que tenga algún miedo todavía, pero creo que va la cosa bien. Cuando el míster me dijo que saliera unos minutos frente al Portuense estaba un poco nervioso. Hacía tiempo que no tocaba la pelota y me daba la sensación que llevaba un melón en vez de un balón, pero lo importante era arrancar. Ahora tenemos que ir poco a poco. En este sentido el técnico Juan Riezu me ha dicho que me va a ir dando minutos y que yo me vaya examinando, de cómo me siento. No tengo prisa, lo mismo tardo dos semanas que cuatro o dos meses. Cuando terminó el partido me sentí un poco descontento porque piensas que vas a volver después de esto y vas a tener las mismas sensaciones, pero tenemos que tener paciencia", se recomienda él mismo.

El futbolista comenta que "lo mejor es jugar junto a mi hermano Migueli, que es un fenómeno y me echa muchos cables. Es lo mejor jugar junto a él". Pablo también explicaba que dentro de su trayectoria en diferentes clubes y categorías de nuestro fútbol, ésta había sido la lesión más importante de su vida deportiva: "Nunca me había pasado nada parecido. He tenido suerte en los equipos en los que he estado. Tuve lesiones normales, pero esto es lo que tiene el deporte, cuando menos te lo espera pues salta la liebre", apostilla.