SailGP 2023: España llega a la segunda jornada con opciones reales de disputar su primera final en Cádiz

Cádiz/El F50 Victoria, la embarcación española de SailGP dirigida por Diego Botín, llega a la segunda jornada del Gran Premio de España que se celebra este fin de semana en Cádiz con posibilidades reales de disputar su primera final en aguas gaditanas. Un triunfo en la primera regata y una tercera posición en la última de las mangas de la jornada del sábado sirvieron para contrarrestar el sexto conseguido en la segunda regata y colocarse en tercera posición con 23 puntos, lo que significa puesto de final a la espera de las dos carreras clasificatorias del domingo. Por delante, Australia cumplió con las expectativas al situarse al frente de la tabla con 25 puntos gracias a su última victoria, mientras que Dinamarca, con 24 puntos, se colocó en segunda posición gracias a su gran regularidad durante todo el día.

La de Cádiz era esta vez una cita diferente para el equipo español. Su buen arranque de la competición, ocupando la tercera posición con 29 puntos tras cuatro grandes premios, preveía un espectáculo muy diferente al de años anteriores al contar con posibilidades reales de vencer, tal y como consiguió en Los Ángeles a finales de julio en la segunda prueba del campeonato. O, al menos, tocar el podio al igual que hiciera en Saint-Tropez hace un mes.

Y la primera jornada cumplió al dedillo con las expectativas creadas en esta ocasión. Las condiciones meteorológicas no terminaron de acompañar por el flojo viento del suroeste, con una media de 15 km/h y rachas de hasta 22 km/h., aunque en esta ocasión, y a diferencia de lo sucedido hace un año, el oleaje fue algo más suave, lo que benefició a la navegación por no haber efecto rebote contra las murallas de Santa Bárbara. Junto a esto, el estrecho campo de regatas hizo que las salidas fueran fundamentales para poder llevarse cada una de las carreras.

Muy pronto se puso de cara la competición para el barco español, pilotado por Diego Botín. El F50 Victoria hizo valer su condición de local para llevarse con muchísima autoridad la primera de las regatas. Y es que, realmente, no hubo historia gracias a la magnífica salida de los "gallos". Una buena maniobra hizo que la embarcación hispana se posicionara de manera idónea para aprovechar el viento a favor que soplaba de suroeste y tomar una distancia de camino a la primera boya que supo mantener durante casi todo el recorrido.

Por detrás, consiguieron situarse los equipos de Nueva Zelanda, Estados Unidos y Dinamarca, los otros tres que tuvieron opciones de podio en la primera de las carreras. La primera regata estuvo condicionada por la eliminación de Suiza al ver una bandera negra por no respetar la preferencia de paso y colocar la embarcación de forma peligrosa junto al barco de Dinamarca, además de las primeras penalizaciones de Francia y Alemania, que se colocaron en la cola.

Ante el dominio casi aplastante de España en el primer recorrido, que solo se vio peligrar camino de la puerta 5 cuando se redujo la distancia con el viento en contra, la verdadera emoción se vivió en la pelea por el resto de los puestos del podio. Aunque Nueva Zelanda se colocó cómodamente en la segunda posición en la salida y hasta la puerta 2, el buen trabajo de los regatistas estadounidenses hizo que ya en la puerta 3 ya se colocara la embarcación norteamericana en una segunda posición que ya no soltaría.

Así, la pelea real la protagonizaron los kiwis y los daneses para completar el podio. La configuración del campo de regatas favoreció a Dinamarca, con una mayor destreza técnica con el viento en contra, lo que hizo que pudiera auparse a la tercera plaza antes de llegar a la puerta 5, la que marcaba el camino hasta la línea de meta.

Tal fue la superioridad española que le llegó a sacar 19 segundos en meta al equipo de Estados Unidos y 33 a Dinamarca, que se hizo con el último lugar en el podio tras conseguir sacarle nueve segundos en el último tramo a Nueva Zelanda. El choque más emocionante fue por las últimas tres plazas, con una última puerta en la que Francia, Canadá y Gran Bretaña giraron con una distancia de escasos centímetros, acabando con una penalización al conjunto francés por una maniobra inadecuada.

Muy diferente fue la historia de la segunda regata. Pocas cosas le salieron bien al equipo nacional dirigido por Diego Botín ya que se tuvo que conformar con una sexta posición que sabía a poco tras ganar anteriormente sin excesivos apuros. Sin embargo, fue un mal menor debido al discurrir de la competición. En este cambio de papeles, el dominio fue de Francia, que sumó su primera victoria en Cádiz tras haber quedado novena en la primera carrera, completando el podio Australia (la principal favorita y líder en la general de SailGP) y Estados Unidos.

Con unas condiciones muy parecidas del campo de regatas, en esta ocasión la embarcación española no consiguió posicionarse bien en la salida, ocupando la séptima posición en la primera boya. La menor distancia entre los barcos hizo que por momentos fuera algo más emocionante esta regata, aunque pronto quedó definido el podio, con Francia tomando una distancia que no perdería en ningún momento, mientras que Estados Unidos le tomó la delantera al inicio a Australia, aunque los de Tom Slingsby ya subieron al segundo puesto en la puerta 2.

Parecía que España enderezaba el rumbo poco a poco con el progreso de la regata. Y es que del séptimo puesto de inicio saltó al quinto en la segunda boya, tomando buen rumbo en el tercer tramo para llegar a ponerse tercera cuando navegaba con viento en contra. Pero fue solo un espejismo ante lo apretada que en estos momentos se presentaba la carrera. Tanto que le llevó a cometer un error en la llegada a la puerta 3 cuando no respetó el derecho de paso de Canadá en esta boya, obligándole a descender a la séptima posición.

A partir de aquí, y con todo perdido, al menos supo defenderse y mantener una pelea dura con Canadá de la que resultó victoriosa al conseguir, al menos, arañarle la sexta posición antes de llegar a la puerta 5 y conseguir mantenerla en la meta. Por delante, y tras confirmarse el podio de Francia, Australia y Estados Unidos, Dinamarca entró cuarta y Nueva Zelanda lo hizo en quinta posición.

Las tornas cambiaron para el equipo español en la tercera de las regatas de la jornada, que sirvió para revertir la situación de la segunda carrera y para confirmar que el rival a batir va a ser Australia, tal y como lleva sucediendo desde la creación de SailGP.

Desde el inicio, el conjunto australiano se situó en cabeza y demostró por qué es el máximo favorito al llevarse con una superioridad aplastante la última de las pruebas de la jornada del sábado. España, por su parte, consiguió un tercer puesto con ciertas sensaciones encontradas por cómo se desarrolló la manga. Un sabor que puede calificarse de agridulce si se tiene en cuenta una buena salida que le situó en segunda posición siguiendo la estela de Australia hasta la tercera puerta. Sin embargo, a partir de aquí empezó a perder fuelle entre el viento sucio del catamarán aussie y algunas maniobras que no consiguieron su objetivo, lo que fue aprovechado por Dinamarca, la otra gran rival de la primera jornada, en el cuarto tramo para situarse en una segunda posición que ya no soltaría hasta el final de la ultima regata del día.

Incluso, España llegó a ver peligrar el podio al conseguir recortar Suiza la enorme distancia perdida en el inicio de la manga al saber aprovechar el viento a favor durante el quinto tramo, aunque la embarcación gobernada por Diego Botín supo rehacerse poco antes de encarar la puerta 5 para volver a subirse al podio, dejando atrás a los suizos en la meta por solo siete segundos.