Chiclana - Villarreal: Lleno, fiesta y espectáculo en el histórico partido de la Copa del Rey

Chiclana/El domingo 29 de octubre de 1950 se inauguró el Campo Municipal de Deportes. Han pasado 73 años y cuatro días para que el recinto chiclanero presentase, con diferencia, la mejor entrada de la historia. La brillante clasificación para la Copa del Rey y que tocase un rival europeo unieron al aficionado al deporte de Chiclana en torno al partido, posibilitaron que se viviera una fiesta deportiva de las más grandes que la ciudad conoce.

Dos horas antes del partido, miles de personas ya se acumulaban fuera del Municipal, rodeándolo casi por completo. El Chiclana fue recibido con vítores, con silbidos los futbolistas amarillos. Inmediatamente después de la llegada de los autobuses, se abrían las puertas a unas instalaciones a las que se habían añadido más de 4000 asientos en los fondos para dar cabida a los aficionados, lo que las acercaba a las 6000 plazas. Jamás se ha jugado un encuentro de fútbol en Chiclana con tanto público. A quienes estaban presentes en el Municipal (con enorme presencia de menores) se unían los que veían al equipo gracias a su primera transmisión televisiva nacional de la historia.

Una hora y media antes del inicio, lo nunca visto en Chiclana: cientos de aficionados accedían en masa al Municipal, ataviados muchos de ellos con camisetas y bufandas confeccionadas para la ocasión y que en los días previos se han vendido por miles.

La salida a calentar, 30 minutos antes del inicio del choque, fue la segunda gran muestra de apoyo al equipo, con el campo ya completamente abarrotado. Nunca antes tantas gargantas habían alentado al equipo blanco.

La fiesta, durante los 90 minutos fue total. Durante el tiempo que se mantuvo el sueño de sorprender al Villarreal y, posteriormente, desde mediados de la primera parte hasta el final, cuando los castellonenses ya dominaban con claridad. El tiempo acompañó. Había anunciada lluvia, pero esta apenas apareció unos instantes en la segunda mitad y el césped se mantuvo en buen estado, aunque algo resbaladizo. Fiesta en la grada con olas que recorrían el graderío una y otra vez, gritos de apoyo a los locales cada vez que protagonizaban una buena acción.

El encuentro en sí, (el resultado no era lo prioritario), había sido concebido como una gran celebración, la gran conmemoración de los 75 años de historia del club. Se cumplieron las expectativas, el fútbol chiclanero, Chiclana vivió su gran noche deportiva.